Historia general de la C.M., hasta el año 1720 (29. Otras fundaciones en Francia)

Mitxel OlabuénagaHistoria de la Congregación de la MisiónLeave a Comment

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Author: Claude Joseph Lacour, C.M. · Translator: Máximo Agustín, C.M.. · Year of first publication: 1731.

Fue escrita por el Sr. Claude Joseph Lacour quien murió siendo Superior de la casa de la Congregación de la Misión de Sens el 29 de junio de 1731 en el priorato de San Georges de Marolles, donde fue enterrado. El manuscrito de l’Histoire générale de la Congrégation de la Mission de Claude-Joseph LACOUR cm, (Notice, Annales CM. t. 62, p. 137), se conserva en los Archivos de la Congregación de París. Ha sido publicado por el Señor Alfred MILON en los Annales de la CM., tomos 62 a 67. El texto ha sido recuperado y numerado por John RYBOLT cm. y un equipo, 1999- 2001. Algunos pasajes delicados habían sido omitidos en la edición de los Anales. Se han vuelto a introducir en conformidad con el original.


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San Vicente de Paúl
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XXIX. Otras fundaciones en Francia

 

Hemos reunido así en un solo lugar todas las fundaciones de seminarios hechas bajo el generalato del sr. Jolly, en número de 19 para no hacer más que un artículo, que se lea seguido sin verse obligado a buscarlas en los lugares dispersos al querer conocerlas. Se tuvieron otras en Francia durante este intervalo de tiempo, aunque en menor cantidad en cuanto a misiones.

1º Desde el año 1675, se llamó a los Misioneros a Angers, capital de Anjou. Una dama de esta ciudad había dado bienes para esta fundación que fue aceptada y autorizada por el Señor Henri Arnauld, obispo de Angers. Bastante bien instalados, habiéndose construido una bonita capilla. Las misiones han producido muchos bienes en la diócesis, que es extensa, y el pueblo acudía de todas partes, como decía el sr. Jolly en una carta escrita en 1680.

2º El sr. Claude Jolly, tesorero de la Sta. Capilla de Dijon, que murió en olor de santidad, y cuya vida se ha escrito, resolvió establecer a los sacerdotes de la Misión en esta ciudad, capital del ducado de Borgoña, para dar misiones en la diócesis de Langres. Llegaron en 1682, y se alojaron en una casita cerca de la puerta de St.-Pierre, bastante agradable. Aparte de los sacerdotes destinados para las misiones, el superior se queda de ordinario en la casa con otro sacerdote para dirigir a ejercitantes en retiro que llegan en cantidad bastante grande. Y hasta personas distinguidas en el parlamento. El sr. primer presidente de Berbize, entre otros hizo el honor de estimar a esta pequeña comunidad. Y la difunta Señora su esposa le otorgó un legado de diez mil libras en testamento del que se compraron algunos fondos.

3º El Señor Philippe de Francia, duque de Orléans, hermano único de Su Majestad Cristianísima, quiso imitar al rey dando a los Misioneros la dirección de su capilla en el castillo de St.-Cloud donde fundó a cinco Misioneros que además de lo dicho confesarían las fiestas y domingos. Tomaron posesión en 1688. Y este gran príncipe al morir quiso hacer mención de los Misioneros en su testamento para asegurarles esta fundación.

4º El rey Cristianísimo satisfecho del establecimiento de los Misioneros en las fundaciones reales que había hecho, obligó todavía al sr. Jolly a aceptar el encargo de la parroquia de Rochefort, se enviaron allí enseguida a 14 sacerdotes para el servicio, y como primer párroco al sr. Jean Le Halle, bretón, hombre de peso y saber, que fue muy estimado. Cada Misionero estaba autorizado a tomar cómodamente del tesoro real, y cuando las financias de Francia se agotaron durante las primeras guerras de sucesión de España, lo que impidió pagar las pensiones prometidas, se arregló de manera que se logró el consentimiento del rey para unir a esta parroquia la abadía vecina de St.-Jean d’Angély, de la que Mons. el arzobispo de Tours dimitía, pero los Benedictinos encontraron los medios después de la muerte del rey Luis XIV de impedirlo. Por lo demás, el sr. Jolly encargándose de la parroquia de Rochefort estipuló en el contrato entre otras condiciones la de que el superior o párroco sería amovible a gusto del general. Esto es lo que había pedido igualmente para todas las demás parroquias. Y Mons. el arzobispo de La Rochelle dio su consentimiento.

Esta casa hizo al principio desaparecer a varios buenos obreros a causa del aire malo, que llevaba consigo la infertilidad de las tierras, y el saneamiento de las dársenas del puerto. Pero habiendo cesado los trabajos allí el aire mejoró. El rey había tenido la bondad de asignar un buen terreno para edificar la iglesia y una casa para los misioneros. Este terreno se halló a disposición del sr. Intendente de Begon con quien pudo arreglarse, así la iglesia y el edificio quedaron por hacer y por consiguiente siguieron mal alojados.

5º Al sr. Jolly le costó mucho trabajo aceptar a dirección de las señoritas de St.-Louis establecidas de nuevo al extremo del parque de Versalles en St.-Cyr por la Señora de Maintenon en un edificio verdaderamente regio, donde estas jóvenes señoritas están bien educadas maravillosamente en bastante gran número sin que les cueste nada a los padres para ser luego colocadas y dotadas para el mundo, o para la religión establecimiento verdaderamente digno de la piedad de Luis el Grande y de la señora responsable de él. Trabajo así no estaba en absoluto conforme a la institución de los Misioneros, el general hizo todo lo posible para excusarse del encargo. No quiso absolutamente hacerlo a menos que estuviésemos obligados a dar misiones sobre todo en las tierras de la abadía de St.-Denis, unidas a esta ilustre comunidad con el fin de acercar esta casa lo más posible al espíritu y funciones del instituto; se enviaron seis sacerdotes en 1690.

6º En 1692, se aceptó también una capilla de devoción situada a la orilla del mar más allá de Caen en Normandía, en un lugar agradable llamado Nuestra Señora de la Delibrande. Este lugar era famoso por la devoción a la Santísima Virgen, y la asistencia de peregrinos, sin embargo los Misioneros no atenderían a la capilla principal que depende del capítulo de la catedral de Bayúes, pero existía otra con algunas dependencias que les fueron entregadas. Y Mons. obispo de Bayúes envió allá a algunos jóvenes sacerdotes para formarse en las funciones bajo la dirección de los Misioneros que son tres de residencia.

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