Historia general de la C.M., hasta el año 1720 (28. Nuevas fundaciones de seminario en Francia)

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Author: Claude Joseph Lacour, C.M. · Translator: Máximo Agustín, C.M.. · Year of first publication: 1731.

Fue escrita por el Sr. Claude Joseph Lacour quien murió siendo Superior de la casa de la Congregación de la Misión de Sens el 29 de junio de 1731 en el priorato de San Georges de Marolles, donde fue enterrado. El manuscrito de l’Histoire générale de la Congrégation de la Mission de Claude-Joseph LACOUR cm, (Notice, Annales CM. t. 62, p. 137), se conserva en los Archivos de la Congregación de París. Ha sido publicado por el Señor Alfred MILON en los Annales de la CM., tomos 62 a 67. El texto ha sido recuperado y numerado por John RYBOLT cm. y un equipo, 1999- 2001. Algunos pasajes delicados habían sido omitidos en la edición de los Anales. Se han vuelto a introducir en conformidad con el original.


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San Vicente de Paúl
San Vicente de Paúl

XXVIII. Nuevas fundaciones de seminario en Francia

La CM se encontraba floreciente después de la elección del sr. Jolly al generalato, se estimaba en todas partes el espíritu y los empleos, lo que obligó en diversas ciudades de Francia a pedir con insistencia nuevas fundaciones. El sr. Jolly no se mostraba fácil en aceptarlas, sea por encontrar dificultades en enviar a todos los lugares donde se lo pedían a súbditos de la CM, sea porque conociendo las huellas del difunto sr. Vicente, no quiso producir admiración. Cuando las propuestas que se hacían eran vistas como un poco embarazosas por la renta asignada a la subsistencia de los obreros, o que no se acomodaban a los usos de la CM, las rechazaba totalmente. Rechazó el seminario de Reims por la misma razón que el sr. Almerás había rechazado hasta entonces el de Grenoble. Los obispos querían molestar al general por no retirar y enviar a los súbditos según juzgara a propósito hacerlo. Lo mismo de otras fundaciones importantes por razones semejantes. Sin embargo se vio obligado a aceptar cantidad de ellas una tras otra, tanto en Francia, como en Italia y en Polonia. Incluso algunas que causaban cierto honor a la CM, aunque el sr. Jolly sintiera repugnancia.

El rey muy cristianísimo le obligó a encargarse de la parroquia de Versailles. S. Majestad que tenía allí su residencia ordinaria había embellecido y aumentado este lugar, además de la dirección de los Inválidos, para quienes había mandado construir y dotar un magnífico hotel en París. El sr. Jolly hizo lo que pudo para eludir estas grandes fundaciones. En particular pidió oraciones para detener el golpe, y viéndose forzado a plegarse bajo la autoridad real, anunció así esta noticia a la CM. Dios mío, ¡vaya empleo, y qué peligro para unos pobres sacerdotes, destinados al pueblo! El futuro dio a conocer que sus temores no eran vanos, algunos misioneros respiraron entonces el aire del mundo, se hastiaran de su vocación y la abandonaron. Otros después de seguir por algún tiempo en estas casas, no se encontraron ya aptos para ir a los seminarios y a las misiones, lo que sin embargo es el fin del instituto. El general se lo expresó muchas veces al rey aduciendo no los inconvenientes sobre los cuales no se atrevía a explicarse, sino la carestía de obreros, y muchas razones más. Esto es lo que escribió a la CM en su carta del 23 de noviembre de 1674: Les he informado ya de nuestra fundación de Versalles, pero no de la forma cómo se hizo. Hace unos tres años que el rey, teniendo planes de colocarnos allá, hizo que Mons. el Arzobispo de París, por entonces Señor Francisco de Harlay, hablara con el sr. Almerás. Este querido difunto expuso a Su Majestad diversas razones para apartarle del plan, entre otras que la CM se encargaba difícilmente de parroquias, que la apartaban demasiado de sus funciones. No obstante el rey insistió en su resolución sin haber hablado desde entonces, y no pensábamos ya en este asunto. Creyendo que Su Majestad había cambiado de parecer, nos hizo saber hacia finales del mes de septiembre pasado que su intención era de ejecutar lo antes posible dicho plan, y que había destinado la abadía de Sens vacante por la muerte del Mons. el Arzobispo de Sens, con 4000 F. de rentas para la fundación de nuestros sacerdotes de Versalles, después de llegar a un acuerdo en las condiciones. Mons. el Arzobispo de París hizo la unión de dicha parroquia a la CM, de la que se tomó posesión el 23 de octubre. Se enviaron seis sacerdotes con un hermano, y algunos días después a los srs. le Bas, y de Marte, quienes comenzaron allí la misión continuándola con los demás hasta el domingo 18 de ese mes. De esta forma se acercaba lo que podía al fin del instituto. Esta nueva casa comenzando los ejercicios por una misión, saca el sr. Jolly de Richelieu al sr. Thibault para ser el primer párroco de ella quien habló por primera vez a su nuevo rebaño bien diferente del primero, el día de San Martin. Era un hombre muy popular, poco versado en el estilo del mundo en el que los demás obreros, es decir, los srs. Fardel, Lescuyer, Bâton, Chèvremont, Crépel, y Duval no eran más entendidos que él. Y sencillo como un niño, a quien el sr. Jollly mismo alabó después de su muerte por haber conservado en la corte esta sencillez. El general se vio así obligado a aceptar estas fundaciones, y usó de ellas de la manera que acabamos de referir en este comienzo, que Dios bendijo después. Apenas hay lugar donde se haya ganado el afecto de la gente, aunque acostumbrado a la corte como en Versalles, y en los Inválidos, tan verdad es (12º cuaderno) que en medio mismo de las grandezas humanas, se prefiere siempre la sencillez evangélica. S. M. Cristianísima añadió también a la parroquia la dirección de su capilla, con aumento del sustento de los sacerdotes y de los clérigos- y se cuentan para los dos oficios veinticinco sacerdotes con ocho clérigos que se sacan del seminario de San Lázaro. Y hay una quincena de sacerdotes con algunos clérigos en los Inválidos.

Fuera de estas fundaciones, el sr. Jolly recibió otras para seminarios alejados, en diversas ciudades episcopales de Francia, 1º en St-Flour en Auvergne. El contrato se firmó ya en 673. Mons. de Montrouge, obispo de St-Flour habiéndolo pedido con insistencia, y el sr.Chomel de quien ya se ha hablado con ocasión de la nueva casa de Lyon consintiendo en ir a trabajar en esta diócesis en calidad de Vicario General, hizo allí mucho bien a esta casa, dándole una parte de su biblioteca. Se unió el priorato de la Taliza, (…) que cerca de la ciudad para la subsistencia de los obreros, además de algunas contribuciones por parte del clero autorizado por cartas patentes del rey. El primer superior fue el sr. Pierron, luego superior general, a quien se envió allí con el sr. Michaud. Dios bendijo primero sus trabajos, como lo señala el sr. Jolly en carta del 9 de marzo de 1673, en estos términos. Me entero de que el sr. Pierron tomó posesión del seminario al otro día de las Cenizas. Mons. quiso estar presente en el acto, con varios canónigos de su catedral, y cantidad de más eclesiásticos. El sr. Michaud tuvo entonces una homilía que contentó sobre manera a Su Ilustrísima, a los vicarios generales, y a toda la asamblea. El prelado les expresó su benevolencia así como los diocesanos, lo que da pie a creer que con la ayuda de Dios procurará grandes bienes no sólo para esta diócesis, sino también para las otras de los alrededores. Se hizo un acuerdo en esta ciudad mal ordenada, donde hay que subir y bajar como uno puede, como se hace en todas partes, en los comienzos de alguna casa con algo de especial. Y todavía se habita allí hoy. Hay cantidad de sacerdotes, de los que varios van a servir en las diócesis vecinas, pero no sé si una costumbre así está bien que se apruebe.

2º En Sens, en el pasado metrópolis de París, gran diócesis, donde Mons. el Arzobispo -Jean de Montpezat de Carbon, m. 1685; arzobispo de Sens 16745- que los llamó para la dirección de su seminario en número de 4 sacerdotes con tres hermanos, todavía siguen allí en gran estrechez, bastante cerca del arzobispado. La fundación se hizo en 1675

3º Dos años después en Arras debido al Señor Guy de Sève de Rochechouart, al presente uno de los prelados más ancianos de Francia, tan conocido y estimado por su celo en la disciplina eclesiástica. Los alojó cerca de su palacio en número de 4 sacerdotes, 4 hermanos. Y este seminario hizo mucho bien.

4º el año siguiente el Señor François de Rotondy de Biscaras, obispo de Béziers llamó a los sacerdotes de la Misión y les otorga la dirección de su seminario. Se los coloca fuera de la ciudad en un cómodo lugar. Y posteriormente se construyó un edificio bastante adaptado, pero que no está aún terminado como el seminario. Hay un equipo de misión, y seis sacerdotes en total con tres hermanos.

5º El mismo año el Señor Alphonse de Valbelle por entonces obispo de Alet y luego de St-Omer, los fundó en Alet para el seminario en número de tres sacerdotes. El sr- Hébert mejor conocido después cuando es párroco de Versalles y finalmente obispo de Agen, fue el primer superior. La diócesis es pequeña, y la ciudad de menor importancia, no teniendo casi más que la catedral y los canónigos, la casa es con todo cómoda y bastante bien dotada.

6º En 1679, Toussaint de Forbin de Janson quien siendo obispo de Marsella donde la casa de la CM estaba ya fundada para atender a los forzados, dar misiones en las galeras, y demás en las tierras de la marquesa de Vins, dama de las más destacadas de Provenza, le había dado la dirección del seminario que es pequeño, no contando la diócesis más que con 25 parroquias, nombrado luego obispo de Beauvais, Cardenal de la Sta. Iglesia Romana, y Gran limosnero de Francia, confió también la dirección del Seminario de este nuevo obispado a los sacerdotes de la Misión, que son 4 sacerdotes, y 4 hermanos bien dotados.

7º Había ya un seminario establecido en Tours, dirigido por los sacerdotes con una bastante hermosa casa cerca de St. Julian, que es la catedral. El oficial, uno de esos señores tenido por Santo, hizo los trámites para devolvérselo a la CM, y tuvo la devoción de quedarse en la casa. El sr. Pierron llegó a tomar posesión en calidad de primer superior en 1681. Mons. Victor le Botiller siendo arzobispo, y Mons. Martíes Por d’Ervaut hasta entonces auditor de Rota, y luego arzobispo de Tours añadió hacia el fin d su vida una fundación de un equipo de Misión. En total que son allí por el momento siete sacerdotes y tres hermanos.

8º El Señor André Colbert obispo de Auxerre llamó ese mismo año 1680 a cuatro sacerdotes misioneros para dirigir su seminario. La casa está cerca de la catedral, obstaculizada por las calles y poco espaciosa. En el mismo lugar se construyó más tarde una capilla bastante hermosa.

9º El Señor Ferdinad de Neuville de Villeroy, obispo de Chartres, pidió ese año y obtuvo seis sacerdotes de la Misión para dirigir su seminario. Se construyó en un hermoso lugar a las afueras de la ciudad. Los caballeros de San Lázaro causaron también algunas molestias por esta fundación, pero no lo consiguieron, y es hoy una casa de las mejor situadas y de las más cómodas de la CM. El Señor Paul Godet des Marais, obispo de Chartres, añadió un equipo de misión, y más tarde Mons. de Mérinville su digno sobrino e ilustre sucesor continuó la obra con un seminario menor destinado a educar a los jóvenes clérigos según el espíritu del Concilio de Trento. Se trata de una casa distinguida de la otra, en el recinto de la ciudad.

10º El año siguiente 1681, otros obispos obtuvieron todavía del sr. Jolly misioneros para sus seminarios, a saber el Señor Harduin Fortin de la Hoguette, por entonces obispo de Poitiers, luego arzobispo de Sens, para Poitiers. Su Ilustrísima convino con el sr. de Bâville intendente en ese tiempo de Poitiers en transformar para seminario la hermosa casa que él habitaba confiscada a favor del rey a un partisano que después de enriquecerse quiso inquietar a la nobleza. Ella lo persiguió con tal viveza que se le declaró concusionario, y al fin fue ejecutado en la plaza pública. Se cierra la negociación en 10.000 libras con esta cláusula, que el rey se hizo fundador de dicho seminario por lo demás, cláusula que ha hecho inútiles todas las querellas que hicieron los intendentes sucesores para tener esta casa, como más cómoda para habitar. Es por cierto muy hermosa, pero capaz para una comunidad numerosa, compuesta de ordinario de 60 u ochenta seminaristas. Había gran cantidad de luceras de plomo que se deshicieron y vendieron. El cercado de esta casa es regular y extenso. Se ensanchó posteriormente por la adquisición de un cercado vecino, llamado la Capettette, donde se alojaban antes unas jóvenes de comunidad reunidas por la Sra de Pardaillan, que no han llegado a subsistir. No hubo al principio más que cuatro sacerdotes en Poitiers como en los otros seminarios. Mons. Antoine Girard mantenía una quinta parte para instruir a nuevos sacerdotes a los que se retenía durante tres meses después de la ordenación, pero su sucesor Jean-Claude (de) la Poype de Vertrieu no continuó al parecer con este aumento. No dejó de estimar a la CM, a la que confió un seminario menor que ya estaba fundado en la ciudad de Poitiers.

11º El Señor Le Tournelier de Breteuil, obispo de Boulogne-sur-Mer entregó al parecer su seminario a los Misioneros que se alojan con bastante comodidad en la nueva ciudad, fundó asimismo un equipo de Misión para la instrucción del campo de su diócesis. El número de obreros de esta casa es de ocho sacerdotes y tres hermanos.

12º En Châlons sur Marne donde los RR. PP. del Oratorio habían sido establecidos para la dirección del seminario por el Señor Félix de Vialart, fueron obligados a abandonarlo por razón de ciertas dificultades que no tenían nada de común con los sacerdotes de la Misión. Estando vacante este seminario, el Señor Louis-Antoine de Noailles, nuevo obispo de Châlons, antes de Cahors, y más tarde arzobispo de París y cardenal, fundó allí a estos últimos, que continuaron y continúan dirigiéndolo desde el año 1681.

13º El año siguiente el Señor Henri de Nesmond, obispo de Bayeux, la diócesis más grande de Normandía, después de Rouen, aunque tuvo ya un bonito seminario en Caen dirigido por los Señores de la comunidad del P. Eudes, ocurriéndosele tener otro cerca de sí en la ciudad de Bayeux, se lo confió a los Misioneros, y dejó al morir una suma importante para construirlo.

14º La Señora Anna Boyer, viuda del Señor Duque de Noailles, madre del mariscal y del Cardenal de este nombre, quiso fundar misioneros en Sarlat, ciudad vecina de las tierras de Noailles, para misiones. Y Mons. el obispo les dio también su seminario, del que el sr. Faure, después vicario general, fue primer superior. Monseñor lo situó en primer lugar en la casa de Tignac, fuera de la ciudad, donde vivieron por algún tiempo, pero compraron más tarde un hermoso terreno en la ciudad donde hicieron un edificio. Esta fundación que consta de seis sacerdotes y tres hermanos no se hizo hasta 1683.

15º El año antes se llamó a los Misioneros a la metrópolis de Burdeos para confiarles la dirección del seminario ya establecido por entonces, y gobernado por sacerdotes del clero que se lo cedieron a los sacerdotes de la Misión. En tratos con ellos bajo la autoridad de Mons. Louis d’Angleure de Bourlemont arzobispo de Burdeos. A este seminario estaban ya unidas la capilla y casa de Nuestra Señora de Montuzet, situada en una elevación, y frecuentada por una gran asistencia de gente que acude por devoción a honrar a la santísima virgen sobre el Gironda entre le Bec d’Ambès y Blaye. Se nombró entonces un superior particular, y sirve de lugar de reposo a los Misioneros que no están ya en estado de trabajar. En esta casa de Burdeos existe un equipo de misión para trabajar en la diócesis, y los misioneros fueron a menudo a descansar en verano a Montuzet. Los seminaristas asisten en esta ciudad a los oficios en la iglesia de St.-Siméon. El edificio que tenemos es estrecho y sombrío. Se trata de situarse en otra parte.

16 El sr. Maréchal de Grammont asignó una suma de 40 000 libras para fundar un seminario en Pau en Béarn diócesis de Lescar, del que podían aprovecharse los obispos vecinos, d’Aire, Bayonne, etc., que no tienen seminario, y ello en favor de los Misioneros. Los RR. PP. Jesuitas trataron de apropiarse al menos de una parte de esta suma ofreciéndose a recibir en su hermoso colegio, que les dio el rey Enrique el Grande en Pau. Los seminaristas sin que hiciera falta construir otra casa, Mons. Dominique Desclaux de Mesplé a la sazón obispo de Lescar, quien antes de ser promovido había estado casado, y tenía un hijo Jesuita estaba de acuerdo en ello. Pero la Señora Maréchale quiso que se ejecutara a la letra la voluntad del Señor Maréchal, y los Misioneros llegaron a Pau en número de cuatro sacerdotes, que se instalaron en la casa bastante espaciosa del presidente De la Vie, y ahí tienen el seminario, al que van no sólo los jóvenes clérigos de la diócesis de Lescar sino también de otras varias diócesis vecinas.

17º El mismo año 1683 se confió a la CM el cuidado de los capellanes de navíos en el puerto de Rochefort, diócesis de La Rochelle, con la dirección del hospital. El rey lo quiso así. Se pedía también que algunos de los Misioneros se embarcasen al menos uno por escuadra para cuidar de los capellanes, pero no se quiso aceptar esta condición. Y hubo sus más y sus menos para encargarse de la dirección de estos señores. Se había pensado en confiársela igualmente a los Misioneros en los puertos de Brest, y de Toulon en Provenza. Y ante la negativa firme del sr. Jolly, se encargaron los RR. PP. Jesuitas, y sí que se instalaron bien, habiendo procurado por su crédito a estas casas la unión de buenos beneficios.

18º El mismo año 1683, el sr. Abate Thomassin, párroco de Manosque, llamó a esta ciudad a los Misioneros, dándoles una casa y bienes para subsistir. El sr. Bourgeois, director del seminario interno de Lyon fue nombrado su primer superior, y Mons. Louis de Thomassin coadjutor de Vence, luego obispo en Sisteron, quien tenía su residencia ordinaria en el castillo del lugar a tres leguas de Mnosque, les dio su seminario. Esta casa es pequeña, compuesta tan sólo de tres sacerdotes que tienen allí un viejo y mal edificio. Después de las primeras dificultades y estrecheces, la casa es bastante cómoda.

19º en 1689, el Señor Pierre de Broix, obispo de St.-Pol de Léon en Basse Bretaña, llamó a los Misioneros para dirigir su seminario en número tan sólo de tres sacerdotes y dos hermanos. Se firmó el contrato, hallándose bastante bien alojados para esta región cerca del mar.

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