El señor Vicente visto por su secretario, Luis Robineau. Artículos 066 al 070

Francisco Javier Fernández ChentoEscritos de Luis RobineauLeave a Comment

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Author: Luis Robineau, C.M. · Translator: Martín Abaitua, C.M.. · Year of first publication: 1995 · Source: Asociación Feyda.
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066. Predicación sencilla.

Quería que en las misiones se predicara sencillamente, humildemente, enérgicamente, y no quería de ninguna manera los períodos rotundos o las palabras escogidas.

067. El Señor Vicente se acusa de su apetito.

En cierta ocasión en que se tenía la conferencia del Viernes, al anochecer, sobre el tema de la templanza, que se ha de observar al beber y al comer, se aprovechó para humillarse, y dijo: «¡Ah! ¡Qué desgraciado soy, pues me abalanzo sobre los alimentos, y los devoro, como ésos de quienes acabamos de hablar. ¡Vaya si tengo motivos para humillarme!».

Nota: Recogido por E.134, Abril de 1655.1

068. Acciones de gracias por la elección del Papa (1655).

Después, inmediatamente, dijo a la Compañía: «Dios ha querido darnos un Papa. Me he enterado, cuando iba a la reunión; la hermana del Señor Cardenal Mazarino se lo ha comunicado a las Hijas de Santa María del arrabal de Saint-Jacques; ellas me lo han hecho sa­ber. Es un buen Papa, y ha profundizado en las materias de nuestro tiempo, y ha sido de la opinión contraria a las materias condenadas. Los sacerdotes de la Compartía dirán mañana la Santa Misa, .si les place, como acción de gracias… y nuestros Hermanos la oirán, y el próximo Domingo comulgarán con ese fin. Las Damas de la Cofra­día de la Caridad deben comulgar mañana a esa intención».

Al margen: En 1655, el mes de Abril. E.134.2

069. Humildad ante el sacerdocio.

Nos ha dicho muchas veces, que si no fuera ya sacerdote, no lo hubiera sido nunca, y que preferiría más bien la condición de Herma­no Coadjutor, como más relacionada con la vida de Nuestro Señor, que prefirió trabajar durante treinta años, y únicamente empleó tres años en la predicación.3

070. Se niega a que le hagan un retrato.

Jamás toleró que le hicieran un retrato, a pesar de todas las instancias y los ruegos, que le hicieron personas de condición, de modo que hubo que hacer venir aquí, unos años antes de su muerte, a un pintor, quien, sin que le viera ni reconociera, logró su objetivo, no sin pasar dificultades y mucho tiempo, ya cuando oficiaba en la iglesia los días de fiestas solemnes, o cuando decía la Santa Misa, o en otros mo­mentos viéndolo en la mesa, mientras comía, cuando estaba en el comedor, y al final de su vida, cuando estaba oyendo la Santa Misa, por no poder celebrarla a causa de sus dolencias.

En todos esos sitios le hacían ponerse al pintor donde él podía ob­servar al Señor Vicente, y después que lo hubo así contemplado, se iba a encerrar en una habitación en la que se ponía a trabajar; y de esta forma, poco a poco, logró terminar el retrato.

Al margen: Entre otras personas que le rogaron e insistie­ron figuran las ya fallecidas Señoras Presidentas Goussault y Lamoignon, ambas de virtud eminente y de una sublime caridad muy entrañable y que sentían un gran aprecio por el Sr. Vicente. En cuanto a la primera, lo sé por habérselo oído decir; y en cuanto a la segunda, que es la Señora Pre­sidenta de Lamoignon, lo sé por haberla visto y haberme encontrado con ella varias veces; y cuando esta santa mu­jer murió, y el Sr. Vicente se enteró de su muerte, poco des­pués marchó para verla muerta, y al subir a la carroza (pues yo tenía el honor de acompañarle por entonces), dijo estas palabras con algunos suspiros: «Vamos a casa• de la Seño­ra Presidenta de Lamoignon, que ya no está». Y como yo aún no sabía que hubiera muerto, le dije: «¿Pues?. Señor, ¿es que ha muerto?». «Sí, Hermano». Después dijo unas palabras que daban a entender que la pérdida de aquella gran servidora de Dios era grande para el bien de la Igle­sia y el servicio de los pobres. En el Cuaderno del Celo. En el envés del 74.4

  1. (XI.179/102; E.134. Abril, 1655).
  2. Elección de Alejandro VII, extracto recogido por XI.179/102; E.134. Alejandro VII fue elegido Papa el 7 de abril de 1655.
  3. Si el Sr. Vicente no fuera sacerdote, elegiría más bien la condición de Hermano coadjutor.

    «En cuanto a mí, si hubiera sabido lo que era, cuando tuve la teme­ridad de iniciarme, como cuando lo supe después, hubiera preferido labrar la tierra antes de comprometerme en un estado tan de temer; esto es lo que he manifestado más de cien veces a la pobre gente del campo» (V.568/541, repitiendo a Abelly III.214).

    «Advierto a los que me pidan consejo para recibirlo (el sacerdocio) que no se comprometan a ello… Y está tan metido en mí este senti­miento que, si no fuera sacerdote, no lo sería jamás. Es lo que les digo con frecuencia a tales pretendientes, y lo que he dicho más de cien veces predicando a los pueblos del campo».(VII.463/396, 5 de marzo de 1659).

  4. El pintor a quien encargaron hacer el retrato de Vicente de Paúl era Simón François de Tours. Uno de sus sobrinos estaba en el Seminario de Le Mans, —7 de agosto de 1660. Carta a Dionisio Laudin, superior de Le !Watts: «Le ruego que me diga cómo está y cómo se porta el sobrino del Señor Frangois, que es un pintor de París: si es prudente, si estudia mucho y si ofrece esperanzas» (VIII. 349/358). Simon Frangois, dice el pequeño Frangois, fue contratado. Era pintor y gra­bador. nació en Tours el 3 de diciembre de 1606; murió en París el 22 de mayo de 1671. (Escuela francesa). «Sabemos que este artista estaba protegido por la Reina y el Cardenal de Richelieu. Se trasladó a Italia y se hizo amigo de Guido (Reni), quien le hizo un retrato. Todavía se cita de él «El retrato de Luis XIV, delfín». Fue pintor de la Corte y fue recibido en la Academia el 7 de agosto de 1653. (Bénezit, Dictionnaire critique et documentaire des Peintres et Sculp­teurs, Dessinateurs et Graveurs, novelle édition… sous direc­tion des Itéritiers de E. Bénezit. París, Grund, 1676, T. IV, 499).

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