4 septiembre 1651
Vicente de Paúl, superior general de la congregación de la Misión, a nuestros queridos hermanos en Cristo de nuestra congregación, Lamberto aux Couteaux y Guillermo Desdames, sacerdotes, Nicolás Guillot, subdiácono, Casimiro Estanislao Zelazewski, clérigo y Santiago Posny, coadjutor lego, salud en el Señor.
Puesto que es nuestro deber, según la bula de creación de nuestra congregación, dedicarnos a la salvación de nuestros prójimos, según la forma allí indicada y las reglas de nuestro Instituto, en cualquier parte del mundo adonde nos llame la divina Providencia, y como desde hace algunos años la serenísima señora Maria de Gonzaga, reina de Polonia, esposa del invictísimo y serenísimo Casimiro, rey de Polonia, se dignó pedir algunos de los nuestros para que marchasen al reino de Polonia para que se dedicasen a nuestras tareas y funciones con el beneplácito de los ilustrísimos y reverendisimos señores obispos de aquel país, trabajando en la viña del Señor, el infrascrito, deseando secundar con toda humildad y la reverencia debida y según nuestras pobres posibilidades los mandatos de tan ilustre Princesa, informado de vuestra rectitud, suficiencia y experiencia, os designo y delego y os envío por las presentes para que, en atención a los mandatos de dicha Reina serenísima, viváis según las reglas de nuestro Instituto y pongáis todo vuestro empeño en trabajar en las funciones de nuestra congregación. Os mando que prestéis en todo obediencia y reverencia en el Señor al padre Lamberto aux Couteaux, a quien por las presentes nombro y delego para vuestra dirección y gobierno temporal y espiritual; para ello le concedo la debida autoridad y facultad para aceptar fundaciones y casas, para hacer contratos y desempeñar otras funciones semejantes con los externos, según lo juzgue necesario para bien de nuestra congregación en dicho reino de Polonia, confiándole mi representación en todas y cada una de las funciones relacionadas con esto, según las normas de nuestro Instituto y por el tiempo que nos parezca oportuno, hasta que se lo revoquemos.
Además, rogamos encarecidamente a los ilustrísimos y reverendisimos señores prelados, a los párrocos y a todos los encargados de las diversas iglesias, que os permitan, cuando paséis por sus distritos, celebrar la misa y recibir los sacramentos, constándoles que estáis totalmente inmunes de toda censura e irregularidad eclesiástica.
Rogamos también a todos los príncipes, virreyes, gobernadores, alcaldes de las ciudades, a los guardias de fronteras, caminos y puestos, que se dignen concederos permiso para ir y venir libre y seguramente por sus tierras, por amor a Nuestro Señor Jesucristo, rey de reyes y señor de los que dominan, a quien dirigiremos nosotros y nuestra congregación devotas preces por su prosperidad y felicidad.
En fe de todo lo cual firmo con mi propia mano las presentes, que mando redactar a nuestro secretario ordinario y sellar con el sello de nuestra congregación.
En París, en la casa de San Lázaro, el día 4 de septiembre del año 1651.
VICENTE DE PAUL superior general de la congregación de la Misión
Por mandato de dicho señor, mi superior general,
DU COURNAU







