Nosotros, los infrascritos, Superior de los sacerdotes de la Congregación de la Misión y algunos de nuestra comunidad de San Lázaro, en nombre de todos, declaramos haber deseado siempre la abolición de las blasfemias y juramentos; alabamos el celo de todos aquellos que trabajan con este fin y trabajarán para que no se den; prometemos colaborar por nuestra parte, según nuestras pobres fuerzas, en nuestras misiones, con la ayuda de Dios, que pedimos para este fin.
Dado en París, en nuestra casa de San Lázaro, este día de San Agustín, del año 1645.
VICENTE DE PAUL, superior de la Congregación de la Misión,
A. LUCAS, ALMÉRAS, E. BAJOUE,
LAMBERT AUX COTEAUX sacerdotes de la Misión







