París, 7 junio 1647.
Padre:
¡La gracia de Nuestro Señor sea siempre con nosotros!
La presente es solamente para consolarme con usted por la ayuda que les ha llegado, no dudando de que el padre Patricio estará ya en Génova, pues salió de Roma hace más de un mes, por lo que me ha escrito-el padre Portail. Le ruego que lo abrace de mi parte, como yo les abrazo a todos en espíritu, suplicándole a Nuestro Señor que nos ate a todos con su santo amor, para que lo amemos todos juntos sólo a él, con todas nuestras fuerzas, eternamente. ¡Dios mío, cómo deseo la perfección de su alma! Sí, de verdad; lo deseo tanto como mi propia perfección, ya que no sé pedir la una sin la otra. Por eso no dejo de implorar sobre usted y sobre sus trabajos la protección de Nuestro Señor, que me ha hecho invariablemente su muy humilde servidor,
VICENTE DEPAUL,
Indigno sacerdote de la Misión.
Dirección: Al padre Martin, sacerdote de la Misión, en Génova.






