A las 10 de la noche del 16 de 18131
Padre y muy querido hermano:
La gracia de Nuestro Señor esté siempre con nosotros
Yo no pongo los puntos sobre las íes como usted. Hasta ahora no me ha entrado ningún escrúpulo sobre estos zapatos o estos teu-fu2 hechos por las jóvenes o nueras, por orden de los Tang-kia3 para dárselos a los hijos secos4 o a los paganos con ocasión de las sepulturas. No le debo muchos favores por la buena fe de la que me saca con su carta. Es usted quien, al ahondar demasiado adentro, hace nacer en mí esta dificultad; vea ahora cómo resolverla.
Entretanto para ayudarle a salir del hoyo que se ha cavado, tengo por seguro que en cuanto al pasado de las confesiones hechas por las fabricantes de calzado y de teufu no hay por qué volver sobre ello. Como el confesor no las inquietó, ellas tampoco sospecharon nada malo y la ignorancia en esto puede fácilmente no ser culpable. Pero ¿quid juris para el futuro? En verdad no sé qué decir. Me inclino a dejarlas en su buena fe, por no tratarse de casos claramente supersticiosos y tan directamente como el caso de una mujer a quien se le pide cocer carne única y manifiestamente destinada a honrar a los ídolos.
Me he visto en casos perplejos: establecía los principios generales, sin sacar las consecuencias que no parecían evidentes.
2. Diría espontáneamente y con mayor razón que el cura bebido: este adulto es bien difícil de bautizar. Este neófito cae enseguida entre las manos de un cristiano poco fervoroso, se va a un lugar frío moraliter (moralmente), donde hay pocos cristianos y lleno de infieles, deja a su mujer a merced de los paganos, aunque se pudiera esperar que con más suavidad podría sacar quizá un buen partido. Esos son los datos del problema que me propone; la solución se la dejo a usted.
Puede muy bien dejar de remitirme a esos demandantes de ping-kiu (certificado) para matrimonio. Ve tan bien como yo si se puede casar a estos futuros sin peligro o no, y según el caso admitirlos a la confesión para el matrimonio o enviarlos al catequista del lugar.
Soy con todo el afecto como antes y siempre…