Régis Clet, Carta 06: A Juan Hurel, C.M., en Macao

Francisco Javier Fernández ChentoEscritos de Francisco Régis CletLeave a Comment

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Author: Francisco Régis Clet .
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2 de octubre de 17931

Padre y muy querido hermano,2

Le supongo llegado a Macao, como la carta del Padre General3 del año pasado nos da a entender y me apresuro a decirle cómo comparto la alegría que le produce el cumplimiento de sus deseos. Es verdad que la intención actual del Padre Raux4 sobre usted no está de acuerdo con la que usted tuvo en un principio, al volver sus miradas hacia China; pero no por eso me alejo de creerme con menor derecho a felicitarle, sino por el contrario ello me da mayores motivos de congratulación. No vaya a pensar que, en China, la capital es preferible a las provin­cias. Por ejemplo: ¿qué hay más desagradable para un sacerdote que emplear la mayor parte de su vida en un empleo mecánico? Yo sé que al menos hasta cierto punto es un mal necesario; pero precisamente porque es un mal necesario compadezco doblemente a quien es su víc­tima. Por lo demás sus talentos humanos, al menos el de la relojería, no le serán inútiles en el interior del imperio: si hubiera estado hace algunos meses en Kiang-Si, yo no habría tenido que enviar mi reloj a Macao; pero dejando a un lado estas cuestiones, estoy persuadido que no ha hecho 6 mil leguas sino es para cumplir la voluntad de Dios, a partir de ahí los ministerios y los lugares le son indiferentes y que sólo concede preferencia a aquellos que cree que están más de acuer­do con las miras de Dios sobre usted; ahora bien, sabe tan bien como yo que un medio infalible de conocer y querer lo que Dios quiere es no tener voluntad propia. sino sólo la de nuestros superiores. En este sen­tido únicamente las provincias son para usted preferibles a la capital.

Venga pues a donde la Providencia le llama. Hallará en la misión a la que se le ha destinado el modo cómo ejercitar suficientemente su celo, sin agotar rápidamente sus fuerzas; nosotros le hemos allanado algo el camino. La visita que hemos hecho a los cristianos les ha pre­parado para aprovecharse de los consejos que les dará: no le ocurrirá como a nosotros que nos vimos en la necesidad de imponerles un yugo que ignoraban. Solamente le quedará la preocupación de animarles a sobrellevarlo sin protesta y hasta con alegría. ¡Qué gozo sentiré cuan­do le abrace y hable con usted, después de pensar que estaríamos sepa­rados para siempre y que no nos volveríamos a ver hasta la eternidad! Tendría muchas más cosas que decirle, pero prefiero hacerlo de viva voz y no por escrito.

Con los sentimientos más sinceros de amistad, respeto y afecto soy, Padre y querido hermano, su humilde y obediente servidor,

Clet, i. S. d. l. Misión.

P.S. Tengo la facultad de comunicarle los poderes más amplios en orden a ejercer el santo ministerio en la provincia que le cae en suerte. De manera que en este punto no tenga que preocuparse de nada en Macao. Saludo al Padre Passerat su compañero de viaje.

Sobrescrito: Al Padre Hurel, Sacerdote de la Congregación de la Misión en Macao.

  1. CARTA 6: Casa Madre, original (Boros n. 6).
  2. Hurel (Juan Remi). C.M. sacerdote, nacido en Marly, diócesis de París. el 3 de febrero de 1766.
  3. El Superior General de la Congregación de la Misión era entonces el Padre Cayla de la Garde (cfr. Carta 8, nota 1).
  4. Raux (Nicolás José, C. M., sacerdote, nacido en Ohain cerca de Avesne. diócesis de Cam­brai, el 14 de abril de 1754, admitido en el Seminario Interno el 18 de julio de 1771, emitió los votos el 19 de julio de 1773 y fue ordenado sacerdote el 15 de mayo de 1777. Explicó teología en San Lázaro hasta su marcha al Extremo Oriente. El 17 de diciembre de 1783 fue nombrado por Propaganda superior de las misiones francesas en China. Partió el 20 de marzo de 1784 y llegó a Canton el 1 de septiembre siguiente y a Pekín el 29 de abril de 1785. Tomó posesión ofi­cialmente como superior de Pé-t’ang y de las misiones dependiente de él el 8 de mayo de 1785. Fue miembro del tribunal de matemáticas. Fue nombrado Protonotatio apostólico el 18 de febre­ro de 1801 y murió el 16 de noviembre del Mismo año.

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