Breve historia de la casa de la Misión en Panningen (Holanda) y de los misioneros que partieron de allí a las Misiones

Mitxel OlabuénagaHistoria de la Congregación de la MisiónLeave a Comment

CRÉDITOS
Autor: Giel Peeters, C.M. · Traductor: Teodoro Barquín, C.M.. · Año publicación original: 2003 · Fuente: Vincentiana.
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En octubre 18 de 1880, por causa de la persecución a la Iglesia en Francia, el P. Jules Ferry llevó a cabo el traspaso a Wernhousburg (Zundert, Holanda) del Seminario Menor «St. Vincentius», que había sido abierto en Loos, Francia, pocos años antes. La idea era completar después la formación de los estudiantes en la Casa Madre, en París. Una vez que varios holandeses entraron a la Congregación en Francia, el número de jóvenes holandeses con vocación misionera iba aumentando día tras día y pedían que se les admitiesen en Wernhoutsburg para realizar sus estudios. Sin embargo estos estudiantes encontraban dificultades para dejar el país por causa de las leyes holandesas en lo tocante al servicio militar. Por esa razón se buscó un lugar en Limburg o Brabant para darles formación sacerdotal dentro de los Países Bajos. El P. Willem Meuffels, profesor en Wernhoutsburg, acudió al Obispo Drehmans de Roermond el año 1903 para exponerle sus intentos. El Sr. Obispo le indicó los edificios del convento de San José, en Panningen, que las Hermanas de la Preciosa Sangre estaban para abandonar. El 25 de junio, el P. Jean Gracieux, superior de Wernhoutsburg, firmó el certificado de compra ante Notario, Oscar Haffmans, por razón del cual el convento con el jardín llegaría a ser propiedad de la Congregación de la Misión el 15 de julio del mismo año.

Aunque la mayor parte de los estudiantes eran holandeses, ambas casas permanecieron siendo parte de la Provincia Francesa, y en todo seguían los programas y sistemas acostumbrados en Francia. Por aquel tiempo, la persecución a la Iglesia en Francia seguía con toda fuerza y los religiosos se veían obligados a abandonar seminarios, iglesias, casas, etc. Esto «facilitó» al Superior General el envío de profesores al Seminario de Panningen en Holanda. El 15 de julio las Hermanas de la Preciosa Sangre dejaban la propiedad y salían para Aarle Rixtel. Dos días más tarde el P. Henri Romans con dos Hermanos fueron a Panningen para tomar posesión de las primeras piezas de muebles y de otros enseres. Pocos días después llegó el primer superior de la casa, P. Hubert Meuffels, que desempeñaría ese cargo por espacio de 23 años. El 27 de septiembre la comunidad se componía de ocho sacerdotes, nueve estudiantes, nueve novicios y seis hermanos.

Por segunda vez la persecución a la Iglesia en Francia tuvo repercusión considerable en el desarrollo de esta casa fundada recientemente en Panningen. La situación llegó a tomar unas dimensiones sumamente difíciles en Francia de tal manera que se temía que el gobierno socialista de Francia pudiese llegar a suprimir totalmente las Congregaciones Religiosas. Ante esta amenaza, se pensó en el riesgo de los estudiantes y novicios de la Casa Madre de París. Por ello, en 1907, el Superior General, P. Antonio Fiat, mandó el siguiente escrito a los superiores de Panningen: «Mi confianza sigue firme, pero la Providencia nos pide que tomemos precauciones. Deseo que tengan lo antes posible una reunión con el arquitecto y constructor con el fin de que se diseñe y se construya una extensión de los edificios existentes». Afortunadamente la supresión tan temida no se llevó a cabo.

La colocación de la primera piedra tuvo lugar el 23 de abril y la construcción de la extensión del edificio de doble tamaño al existente se realizó a pasos agigantados. El 24 de junio de 1908 se celebró la ordenación de los cinco primeros nuevos sacerdotes. Seguiría una multitud de ordenaciones a través de los años hasta completar los 450 sacerdotes que según el registro oficial se han ordenado hasta la actualidad de esa casa. De todos estos sacerdotes, el 70% han trabajado en las misiones extranjeras, y el resto en distintos destinos dentro de los Países Bajos.

Hasta 1921, la Casa Madre de París era la que daba los destinos a los sacerdotes ordenados y la que les asignaba a las distintas misiones que dependían de ella. Estas misiones estaban extendidas por todo el mundo: China, Palestina, Siria, Turquía, Etiopía, Madagascar, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, América Central, Norteamérica, Alemania, Italia, Portugal, Madeira, Indonesia, Francia, Congo, Islandia y Curaçao.

Con ocasión de la Primera Guerra Mundial se erigió la nueva Provincia de Holanda. La Casa Madre de París no podía sobrellevar los gastos de mantenimiento y se pensó en cerrar las casas de los Países Bajos, a no ser que se encargasen ellas mismas de todos los gastos. Esto tuvo como resultado la erección de la Provincia de Holanda como Provincia independiente el 19 de marzo de 1921. El primer Superior Provincial fue el P. Henri Romans. Desde entonces Wermhoutsburg y Panningen perdieron su carácter internacional.

A partir de 1921, multitud de misioneros han ido a las Misiones Extranjeras que se identifican con nuestra Provincia: Brasil, China (más tarde Taiwán), Indonesia y Etiopía. Representantes de estas misiones estuvieron presentes en la celebración de nuestro primer centenario.

Para la celebración del centenario se ha invitado a la gente de Helden, Panningen y de los pueblos cercanos para expresarles nuestro agradecimiento por la ayuda que la Congregación ha recibido de ellos, sin contar los 37 candidatos a la Congregación oriundos de estos pueblos.

Es obligatoria una mirada retrospectiva de agradecimiento, si bien debe de estar marcada también por grandes sacrificios. Siete estudiantes jóvenes y un hermano encontraron la muerte en los primeros años. De los sacerdotes ordenados en Panningen, un buen número de misioneros perdió la vida por causa de accidentes, violencias y enfermedades antes de que cumpliesen los 50 años de edad: Frans van Meerendonk, de 39 años, murió de viruela en China (1913); Emile Roussez, de 31 años, de fiebre tifoidea en China (1913); Gerard Vester, de 32 años, volvió de China desahuciado por los médicos (1918) y dos meses más tarde su hermano Henri Vester, de 26 años, murió en el mar cuando viajaba a la misión de Guatemala (1918); Guillaume Janssen, de 33 años, murió ahogado en Bolivia (1918); Antoon Mommers, de 29 años, murió de tifus en China (1920); Johann Nass, de 30 años, en China (1922); Nico Suylen, de 47 años, en La Paz, Bolivia (1923); Johan Aben, de 32 años, murió de fiebre amarilla en Brasil (1923); Jeroen Litjens, de 31 años, (1924), y Jan Stevens, de 37 años (1929) murieron después de pocos años de vida misionera en los Países Bajos; Piet Romme, de 27 años, murió de disentería en China (1927); Laurens Vonk, de 23 años, murió de tifus en China (1930); Cornelis de Wit, de 49 años, en Etiopía (1934); Nico de Graaf, de 48 años, en El Salvador (1933); Johan Lamers, de 45 años, en China (1934); Kees van Hal, de 46 años, de malaria en Indonesia (1936); Jan Vonken, de 45 años, en Quito, Ecuador (1936); André Weda, de 29 años, de tifus en Indonesia (1937); Gerard Wouters, de 28 años, junto con Mons. Schraven y el Hermano Geerts, martirizados en China (1937); Kees Beekmans, de 29 años, de tifus en Brasil (1941); Willem van Dirven, de 47 años, en China (1941); Gerard van Rabenstevn, de 44 años, muerto en la batalla sobre el mar de Java (1942); Nico Dames, de 32 años, murió en un campo de concentración en China, (1943); Jacques Bruno, de 49 años, murió de un accidente de coche en Indonesia (1946), Harrie Boots, de 30 años, ahogado en la víspera de su salida de Taiwán (1961); Herman Vonk, de 41 años, en Congo (1969); Sjaak van Helden, de 45 años, en Etiopía (1974); Nico Corveleyn, de 46 años, en Curaçao (1978); Harrie Krechting, de 45 años, en Congo (1979); Fons van Bavel, de 44 años, en Etiopía (1979); Theo Hunnekens, de 43 años, en Etiopía (1987).

Mención especial para aquellos que perdieron la vida de forma violenta o por asesinato

  • Henri Vester, de 26 años de edad, murió en viaje a Guatemala cuando estaba para llegar el puerto de destino, probablemente por causa de robo (1918);
  • Gerard Wouters, de 28 años de edad, juntamente con Mons. Frans Schraven, con casi 68 años edad, y el Hno. Antoon Geerts, de 62 años, matados por soldados japoneses en China;
  • Gerard van Ravensteijn, de 44 años de edad, murió en un campo de batalla en el mar de Java contra los japoneses en 1942;
  • Nico Dames, de 32 años de edad, murió en un campo de concentración en China (1943);
  • Jos Theunissen, de 63 años de edad, asesinado en China (1950);
  • Nico van Kleef, de 52 años edad, asesinado por un soldado panameño en 1989.

2003. En la Casa Misión reina un profundo silencio. Donde multitud de jóvenes se preparaban un día en silencio y, en ocasiones, con gritos, para llevar a cabo su trabajo de apostolado ideal, más allá de los mares, en la actualidad un buen número de misioneros ancianos disfruta de un merecido descanso y de un esmerado cuidado de sus dolencias. Nos encontramos en imposibilidad de poder enviar misioneros a los campos de misión, pero al mismo tiempo podemos mirar con satisfacción a las provincias jóvenes de Indonesia, Brasil y Etiopía, donde los misioneros nativos realizan sus actividades apostólicas en sus propios países y según sus propias culturas, siempre bajo el lema que nos ha dejado San Vicente: El Señor me ha enviado a evangelizar a los pobres.

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