15 de enero de 1651
Su última carta, del mes de octubre, nos dio grandes sentimientos de ternura y de consuelo al ver que no le abandona la paciencia y que sigue usted soportando con mucha paciencia las penas presentes, dispuesto a aceptar también todas las que Dios le mande en el futuro. Ya le hemos dado gracias por tan grande favor y le seguiremos pidiendo insistentemente su libertad.
El rey ha estado ausente de París durante seis o siete meses . A su regreso, hemos hecho todo lo que hemos podido para procurar su libertad. Se ha decidido finalmente que escribirá a Constantinopla y que el rey se quejará ante la Gran Puerta por su encarcelamiento, exigiendo la ejecución de los artículos de paz y alianza acordados por Enrique IV con el Gran Señor en el año 1604, a fin de que además los turcos cesen en sus ataques corsarios contra los franceses y devuelvan los esclavos que tienen; si no, que Su Majestad se hará justicia. Insistiremos para que se expida esta carta, con la ayuda de Dios; le tocará a su providencia hacer lo restante; espero que todo irá bien, si nos abandonamos en sus manos con confianza y sumisión, como usted lo hace con su gracia. Quizás nos sea tan propicio que podamos sacarle de la prisión y de esos jaleos por un camino más corto que el de Constantinopla; pues o bien se amansará el pachá o habrá algún cambio o negociación que logre lo que todos deseamos.