Leandro Daydí, C.M., en 1920 escribe la obra «La Bienaventurada Luisa de Marillac y Las Hijas de la Caridad»
En la segunda parte, «Las Hijas de la Caridad», introduce una advertencia en su segundo punto: … todo hombre es susceptible de equivocarse, … si en alguna cuestión he incurrido en error, pronto estoy a rectificarlo con el mayor agrado.
Un poco tarde es para hablar con él. Seguro que está en la Gloria.
¿Por qué, otra vez insistir sobre el asunto? Porque se ha llegado a estos años leyendo y copiando dicha obra, y me siento obligada a presentar, de nuevo, documentos que pueden subsanar algunos o bastantes errores cometidos por nuestro buen Padre. Los menos trascendentes considero que son las variaciones en los nombres de las primeras aspirantes, de España, a Hijas de la Caridad. Pueden comprobar.1
En los documentos que copia del archivo del hospital Santa Cruz y San Pablo, de Barcelona, también introduce variaciones y omisiones. Tuve acceso a ellos y los transcribí fielmente.2
Están muy confusos los establecimientos de Lérida y Barbastro. La Municipalidad no cedió ninguna casa para las escuelas de Barbastro.3
Tampoco está bien la llegada de las Hijas de la Caridad a Reus.
Al fallecer Sor Juana David, el 17 de julio de 1793, el Visitador P. Rafael Pi, envía la patente de superiora del Hospital de Reus, a sor Lucía Reventós.4 No es nombrada superiora de todas las hijas de la Caridad de España como da a entender el P. Daydí. Más adelante veremos que es Sor Manuela Lecina la Superiora de las Hijas de la Caridad de España.
Daydí escribe que la Condesa de Montijo solicita Hijas de la Caridad para la Inclusa de Madrid.
«Dña. Francisca María Dávila y Carrillo de Albornoz, Condesa de Trullás y Torrepalma, Vda. Del General Ricardos, hijo de Barbastro, es la Presidenta de la Junta de Sras. de honor y mérito, encargadas de gobernar Inclusa» .5 A esta Sra. Escribe el P. Sobies, desde Barbastro, el 20 de agosto de 1800, para anunciarle el envío de las Hijas de la Caridad.6 La Condesa de Montijo era la secretaria de dicha junta.
Sigue diciendo que en 1805, de la Inclusa de Madrid salieron algunas hermanas para instalar en la Inclusa de Pamplona el mismo régimen … que habían implantado en la corte.
Aclararé algunos asuntos: En 1804, firman la «Escritura de concordia» de Pamplona, D. Joaquín Xavier Uriz; Felipe Sobies, Visitador; Sor Manuela Lecina; Antonio de los Ríos.7
Hasta 1805 no consiguen Hijas de la Caridad para la Inclusa de Pamplona. El P. Sobies envía dos Hermanas de la Inclusa de Lérida, sor Magdalena Piguillén, destinada para Superiora, sor María Teresa Martí, y una de Barbastro: sor Josefa de Lafón.8
Sigue escribiendo el P. Daydí que dos años más tarde de 1805, se decide establecer un Seminario en Madrid (continúan los errores). Más adelante dice que se inaugura en 1804. Transcribe una carta de Sor Deleau manifestando que un Grande de España le ha solicitado hermanas para formar el Seminario en Madrid, mas no pone la contestación de Sor Deleau, al Cardenal Consalvi, que había intercedido ante el Sr. Brunet, Vicario Gral., para que a su vez, éste escribiera a la Superiora General de París y enviara Hijas de la Caridad francesas para cooperar en la instalación del Seminario. Contesta Sor Deleau: … para darle pruebas de nuestra buena voluntad, hemos enviado una breve circular relativa a ese asunto, a las Hermanas de diferentes Provincias. Ninguna nos ha mostrado deseos de salir de la nación. Cuando se trata de salir de Francia, es costumbre en nuestra Compañía, dejar a nuestras hermanas totalmente libres en este particular. …París 16 de febrero de 1803.9
El Seminario de Madrid se inaugura el 3 de marzo de 1803.10
Otra aseveración de Daydí, p. 294: «Si al menos, ya que la Casa madre no podía en aquel momento venir en ayuda de las Hermanas españolas, hubieran podido contar con el apoyo y la dirección de los Misioneros, la pobre Sor Lecina no habría tenido que sufrir tantos disgustos … y se habrían evitado las funestas divisiones que se suscitaren más tarde …»
Hay numerosos documentos para demostrar que tanto el Visitador Sr. Sobies, como el P. Murillo no dejaron abandonadas a las Hermanas:
«D. Felipe Sobies, Visitador General de la Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl, en estos Reinos, y Sor Manuela Lecina Superiora de las Hijas de la Caridad siervas de los pobres enfermos, con el más profundo respeto … exponen:
Que por una copia que se los ha comunicado de la minuta de la Escritura de fundación de la Casa Noviciado o Seminario de la expresada Congregación … han observado que al mismo tiempo que en ella se declara … ser la voluntad de V. M. que en esta y las demás fundaciones se observen inviolablemente la regla y orden de su fundador San Vicente de Paúl … lo que dispone en la misma Escritura en el C. 4, tratando de las obligaciones de los dos Capellanes que ha de haber en la Casa Noviciado, y en el 8, donde los declara confesores fijos de las Hermanas, es enteramente contrario a las reglas de su Instituto y por consiguiente a las piadosas intenciones de V. M. y a los fines que se ha propuesto en tan útil establecimiento.
El Santo Fundador así en las reglas que prescribió a las Hijas de la caridad, como a las que dio a los Misioneros de su Congregación, ordenó expresamente que el cuidado y dirección espiritual de aquéllas, corriese a cargo de éstos … Felipe Sobies Visitador
Sor Manuela Lecina Superiora
Madrid 7 de Abril de 1804″11
Es mucho más largo el oficio dirigido al Rey Carlos IV, y muy interesante para demostrar que las Hermanas no estaban abandonadas de los Padres Paúles.
Por mandato del Sr. Sobies el Padre Murillo escribe:
«Dn. Felipe Sobies Sacerdote y Visitador General de la Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl en las Casas de España, y como tal, Superior de las hijas de la Caridad…
Habiendo pedido la Superiora de estas Casas de España, Sor Manuela Lecina a nombre de todas las demás Hermanas, el permiso y licencia para poderla aceptar [la escritura del Noviciado] y admitir, y otorgar en su razón la Escritura o Escrituras, que sean necesarias por los tres tratados acostumbrados … Madrid a 21 de Julio de 1804.
Felipe Sobies Visitador
Por mandato de dicho Señor Visitador Josef Murillo Secretario»12
Es Cevallos, primer Ministro de Estado, el que ordena que se mande todo lo concerniente al noviciado, al Cardenal de Toledo Luis María de Borbón y Vallabriga para que decida lo que es más útil.13
El P. Murillo informa al Cardenal Borbón, contando con detalle y argumentos contundentes, el asunto Noviciado. En este informe constata que el P. Sobies fue a Madrid para ver personalmente, el estado del Noviciado.14
Luis de Borbon Cardenal de Scala, -así firma en sus cartas- escribe el 11 de febrero de 1805, al primer ministro, Pedro Cevallos para que S.M. expulse de Madrid al P. Murillo y a D. Tomás Alfageme, confesores de las Hermanas, de las de la Inclusa, el primero y de las del Noviciado el segundo, que habían puesto, en contra de la voluntad de los Paúles, de confesor en el Noviciado.15
El Primer ministro, Cevallos ordena, poniendo al Rey, como siempre, por delante, que S.M. aprueba la salida de Madrid de los dos confesores. Y escribe L. de Borbón:
…Enterado … de lo resuelto … sobre la salida de esta Corte de los dos confesores actuales de las Hijas de la Caridad, el Padre D. José Murillo y D. Tomás Alfageme, bien que con pretexto honroso …Madrid 20 de Febrero de 1805″16
Vienen ahora las consultas del Cardenal de Toledo, L. de Borbón, al Obispo de Lérida, para hacer unas nuevas reglas, pero no consigue el beneplácito. El Obispo de Lérida, el 24 de noviembre de 1805, contesta diciendo que es contrario a transformar las reglas de San Vicente.17 La Duquesa de Osuna, miembro de la Junta de la Inclusa, también es del mismo parecer: No hay que innovar nada.18
Las Hermanas dejan el Noviciado y se trasladan a la Inclusa como también el Colegio de la Paz. Solamente Sor Lucía Reventós, dos Hermanas con votos y cinco novicias, quedan en el Noviciado, separadas de la obediencia al Superior General.
El 25 de octubre de 1806 escriben las Sras. de la Junta de la Inclusa: … no puede acertar la Junta los fundamentos de queja que puedan haberse expuesto a S. M. para extrañar la traslación de las niñas,[desde las dependencias contiguas al Noviciado] verificada en 4 de este mes … sorprendiéndola aún más lo que V. E. le manifiesta relativo a las Hermanas de la Caridad sobre cuyo punto, desde la contrata celebrada en 25 de noviembre de 1803 con la Superiora gral. y el Visitador de los Padres de la Misión, no ha tenido orden ni prevención alguna que anule aquélla, ni declare bajo la jurisdicción de S. Emma. Las 12 o 14 que vinieron de orden de S. M. … no ha sido mucho error en la Junta disponer que fueran las chicas con las mismas 6 Hermanas de las 12 o 14 indicadas que las asistían, cuidaban y enseñaban … Madrid…19 Las otras Hermanas ya estaban en la Inclusa.
Dice el P. Daydí: Es innegable que gran número de ellas se adhirió al Arzobispo de Toledo …
Pues no señor, es negable. En 1807 Escribe Sor Reventós, al Arzobispo de Toledo, Luis de Borbon y Vallabriga, pidiendo permiso para renovar los votos. Y en 1808, Sor Lucía escribe: Emmo. Sr. Cardenal …
Suplico … me conceda el permiso para Renovar los votos el día de la Anunciación de Ntra. Sra., según la práctica de nuestro instituto, e igualmente los pido para las dos Hermanas profesas ….20
Durante la Guerra de la Independencia no salieron a ninguna fundación.
Tampoco se dio el caso raro, como dice Daydí, de que las Hermanas de una misma casa se hallaban sometidas a dos obediencias distintas, pues ya hemos visto que las Hermanas del Colegio de la Paz se marcharon, con las niñas, al edificio de la Inclusa.
Nada más terminar la Guerra de la Independencia, aún no había llegado Fernando VII a Madrid, sin haber tenido tiempo de reorganizarse los Padres Paúles, de los desastres pasados, el P. Salvador Codina se da prisa a llegar a la Corte en ayuda de las Hermanas fieles a su vocación.
«Comisionado … por el general de la Misión, acompañado de cinco Hermanas que se le pidieron para la Inclusa, el P. D. Salvador Codina, el que hizo a S. M. en 1814 una representación exponiendo en ella los motivos que tenía la Congregación , tanto de los Padres como de las Hermanas, para desconocer la nueva fundación del Noviciado … puesto que se hallaban separadas del Instituto de su Santo Fundador …»21
En agosto. De 1814, Sor Lucía Reventós escribe al Prelado de Toledo: «El Padre de la Misión permanece en esta Corte, y según tengo entendido pretenden minorar nuestra renta y agregar parte de ella a las Hermanas de la Inclusa que están sujetas a dichos Padres, siendo así que la asignación se dio solamente para el Noviciado, pues en el día alegan que somos pocas; y por lo tanto suplico rendidamente a V Emma. nos dé licencia para admitir hermanas porque en el presente tenemos un trabajo inmenso, con el motivo de tener varias educandas de personas de carácter…como son la Srta. del Sr. D. Pedro Cevallos, dos hermanas del Sr. Conde de Ibargrande y otras de este tenor …22
El 30 de agosto, de 1814, Rafael Hernández, uno de los confesores del Noviciado escribe al Sr. Arzobispo de Toledo: privadas, las ocho Hermanas que en el día residen en el Noviciado, por las funestas ocurrencias que han precedido, de las rentas … han pasado una vida la más lastimosa… No tiene fundamento alguno lo que dicen las Hermanas acerca del Padre de la Misión que se ha presentado en esta Corte, ni sería asequible pretensión alguna…» Explica que no atenderán las reclamaciones de Salvador Codina y de las Hermanas de la Inclusa, para percibir las pensiones asignadas al Noviciado pues las separadas cuentan con poderosos apoyos.23
El capítulo VII, el P. Daydí lo titula: «El gran cisma» y escribe: «El rey Fernando VII ocupó de nuevo el trono de España…
Era Patriarca de las Indias el Cardenal Francisco Antonio Lorenzana … que había renunciado en 1800 la mitra de Toledo … y conservaba el título de Patriarca de las Indias y Arzobispo … informó al rey que las Hijas de la Caridad… Añadió el Cardenal que, el rey Carlos IV, su padre…»
Fernando VII llega a Madrid en 1814, ya no tiene que ver nada, en el asunto, el Patriarca Lorenzana, que había fallecido en Roma en 1804.24
Sigue el P. Daydí diciendo que el Rey Fernando VII pide al Papa Pío VII apruebe una bula con unas nuevas constituciones para la Hijas de la Caridad. Y continúa: «He aquí algunas disposiciones de las nuevas constituciones de las Hermanas españolas.»
«Las Hermanas españolas», nunca tuvieron esas nuevas constituciones. Es Francisco Antonio Cebrian y Valda, Patriarca de las Indias, el que elabora unas nuevas constituciones para las Hijas de la Caridad del Noviciado, con intención de hacerlas extensivas al resto de casas de España.
Escribe Cevallos, 26 de febrero de 1815: Las Hermanas del Noviciado, por Rl. voluntad quedan sujetas al Patriarca pues el Sr. Arzobispo de Toledo está rodeado de demasiados negocios» 25 De nuevo, Sor Lucía se vale del Primer Ministro, Cevallos para que sea el Sr. Patriarca el que se encargue del Noviciado.
El 7 de marzo contesta el Patriarca, Cebrián y Valda: «Agradezco tanta consideración. Me apresuro a examinar las preces para impetrar la Bula de aprobación de este como instituto con sujeción inmediata a mi jurisdicción patriarcal»26
El Duque del Infantado, el 3 de junio de 1818, escribe al primer secretario de estado y del despacho: El expresado Visitador general [Camprodón] remitió las [Reglas] que tenía y representó los inconvenientes que ofrecía la novedad de otras constituciones y la de quitar la subordinación que deben tener al Superior General de la Congregación…27
No es mi deseo el ser repetitiva, ya que hemos tratado el asunto en otras ocasiones, pero expondré, para terminar, dos escritos del Capellán de Honor y confesor de la Reina, Antonio Allué y Sessé, para que los lectores/as juzguen si fue verdad lo del «Gran cisma» como escribió Daydí.
«31 de Agosto de 1818. Por lo que respecta a las dos exposiciones del Emmo. Cardenal Patriarca; no puede menos de alabarse su celo y buenos deseos de la conservación y prosperidad de las Hermanas que se han creído de su jurisdicción sin haberlo sido en realidad por falta de aprobación de la Bula de 26 de marzo de 1816 …»28
«19 de septiembre de 1818. Al Visitador Gral. de la Misión, Instituto de San Vicente de Paul, D. Francisco Camprodón.
En el año 1816, …S. Santidad expidió una Bula aprobando las constituciones formadas por el Emmo. Patriarca … S. Santidad expidió en 26 de Marzo del mismo año la Bula solicitada, la que remitida al Consejo Real para su pase .., permaneció muy cerca de dos años sin obtenerlo…«29
El Consejo concede el pase a la Bula «Postquam Superiori», de 27 de noviembre de 1818, derogando la de 1816 que nunca entró en vigor, porque el Consejo la detuvo.
Sobre el asunto de las Bulas fue tratado en Anales.30 Y sobre el hábito, se trata en un estudio sobre los Directores de las Hijas de la Caridad, que dice quién fue la causante del modo de vestir de las Hijas de la Caridad de España.
Fundación de las Hijas de la Caridad en España
También en la obra «Fundación de las Hijas de la caridad en España» escrita por Nicolás Mas, C.M., podemos comprobar bastantes equivocaciones.
Se puede empezar por la lista de las primeras aspirantes a Hijas de la Caridad, de España. Se puede confrontar, donde hemos dicho al corregir a Daydí.
El P. Mas, cita a Daydí en los documentos del Hospital de la Santa Cruz de Barcelona y copia las inexactitudes.
Respecto a la fundación de Barbastro, hace una introducción «histórica» que no concuerda con la historia: Lo que escribe de Ramiro el Monje no es así, según historiadores.31
Confunde al Gral. Francisco Javier Mina (El Mozo) con D. Francisco Espoz y Mina, tío del anterior.
Está equivocado el origen de la diócesis de Barbastro. – Los Obispados de Barbatro y Lérida tienen origen en el Obispado de Roda, Huesca: Obispo Adulfo (887-822).
Bula de erección del Obispado de Barbastro por el Papa Pascual II el año 1100. Primer Obispo de Barbastro: Poncio Dalmacio. Pedro I manda consagrar la Iglesia Catedral el año 1101.32
A Barbastro llegan las Hijas de la caridad en el año 1792, e inmediatamente se pusieron a enseñar.33
También en la ubicación del actual colegio de las Hijas de la Caridad, decimos que el camino con el que linda es el Camino Real de Zaragoza.
En la lista de Superioras del colegio, hay equivocaciones y omisiones. En cuanto a la comunidad que existía cuando escribe su obra, puedo decir que no he comprobado más que los datos que se refieren a mi persona. Escribe que nací cuatro años más tarde (1937) y la fecha de vocación, también me la retrasó un año. Nací en 1933 y mi fecha de vocación es en 1957. Es la equivocación de menor importancia.
Establecimiento de las Hermanas en Reus
La fecha de fallecimiento de sor Juana David está equivocada. Fallece el 17 de julio de 1793.34
Cuando cambian de hábito las de Reus, está de hermana sirviente, sor Reventós. No es «quizá» como dice el Padre. Es la verdadera promotora, y amonestada por el Visitador.35
He escrito y demostrado, en otras ocasiones, que los Padres Paúles no abandonan Reus durante la Guerra de la Independencia. En cuanto a lo que sigue diciendo el P. Mas de que «quizás aconsejadas …» Nada de eso; la que escribe al rey, de parte de las de Reus, es Sor Reventós, que ya estaba en Madrid.36
Hay erratas en el nombre del Obispo de Tarragona. Su nombre y apellidos son: Romualdo Antonio Mon y Velarde, (1804-1816)
Con el siguiente arzobispo, Antonio Bergosa y Jordán (1818-1819) vuelven a la obediencia del Visitador, las de Reus: Sor Gertrudis Cusidó, Sor Carmelo Adzerías, Sor Rita Pascual, profesas. Sor Rosario Figueras, Sor Vicente Sagimón, Sor Teresa Aixalá y Sor Luisa Leopart, novicias.
Se retiran: Sor Josefa Casasas, superiora, Sor Antonia Ferrer, Sor Lucía Campmayor y Sor Francisca Sagués, profesas.37
En la obra de Mas se lee: «Sor Vicenta Molner y Sagimón llega a la Inclusa de Pamplona hacia el año1820.»
Presento documentos: «Habiéndose solicitado nuevas Hermanas para el cuidado y asistencia a los en el Sto. Hospital, el día 11 de Septiembre de 1815, llegaron siete a esta Ciudad, y por no estar dispuesta en él la habitación correspondiente, se recibieron y mantuvieron en esta Inclusa … hasta el día 4 de Octubre siguiente en que pasaron al Santo Hospital ocho hermanas, que fueron Sor Vicenta Molner de Superiora…»38
El tres de octubre de 1815 se firma la contrata y en ella consta como Superiora, Sor Vicenta Molner.39El P. Gros no la nombró Visitadora, como dice el P. Mas; la nombró Superiora en el primer consejo constituido en España, en 1841.
El P. Buenaventura Codina, el 25 de septiembre de 1844, escribe a las Hermanas una circular con varios artículos; en el 3º dice: En la casa principal o Noviciado de Madrid habrá una Superiora, a quien corresponde el título de Visitadora, la que recibirá el nombramiento del Superior General, quien enviará la correspondiente Patente. …»40
El P. Codina manda otra circular en 1847 en la que dice: El 2º objeto es anunciaros el fin del trienio de la primera Visitadora de esta Provincia de España, la Sra. Sor María Vicenta Molner, y el principio del 2º trienio en el que por disposición de nuestro muy honorabilísimo Padre Superior General, de acuerdo con la Casa Matriz de París, tendrá vuestra Congregación de España e Indias por Superiora del Noviciado principal y Visitadora de todas las Casas, a la Sra. Sor Valentina Culla …
Desde que vuestra Congregación de España ha sido erigida formalmente en Provincia, esto es, desde tres años a esta parte…41 Hemos tratado este asunto en el trabajo, Por los Padres de la Misión.
También afirma el P. Nicolás Mas, que «el Visitador, de acuerdo con la duquesa de Trullás persuadieron al Cardenal de Borbón que se constituyera en Superior del Real Noviciado …»
El Visitador luchó denodadamente y nunca estuvo de acuerdo, en este asunto, con la Trullás. Sor Reventós se separa de sus legítimos superiores apoyada por la duquesa y el primer ministro Cevallos, quienes influyen para que el Cardenal se haga cargo del Noviciado.42
Las afirmaciones siguientes, del P. Mas, son a mi parecer tanto o más graves que las anteriores: «Sor Lucía Reventós … aparece como responsable o Visitadora a partir del año 1806, según los datos de la Casa Madre de París.»
Si es verdad que existen esos datos, (Yo no los vi cuando estuve en el archivo de la Casa Madre) ¿quién los mandó? Esos datos están muy lejos de la realidad.43
De nuevo en su obra, p. 96 dice: Cardenal de Toledo el Sr. D. Antonio Cebrián, Patriarca de las Indias…
Ya hemos deslindado, en las confusiones de Daydí, que copia el P. Mas, que uno era el Cardenal Lorezana, otro el Cardenal de Toledo Luis María de Borbón y otro el Patriarca de las Indias Francisco Antonio Cebrián y Valda.
De la fundación de la Inclusa de Pamplona dice que el arcediano se llama Joaquín Javier Uris y Lusaga.
El arcediano de la Catedral de Pamplona, según él firmaba, es Joaquín Xavier Uriz y Lasaga. También el Visitador firmaba siempre con el apellido Sobies, no como dicen los Padres Daydí y Mas que siempre ponen Subíes.
La fecha de llegada de las Hijas de la caridad a Pamplona, para la Inclusa, es el 11 de junio de 1805.44
Desde la fundación de Tortosa, p. 97 hasta la página 135 está sin comprobar por no tener datos.
En las pp. 136, 137 escribe sobre sor Manuela y la Madre Rafols. No está demostrado que eso fuera verdad. Es más, hay documentos que por ahora demuestran que eso es falso. Martín Descalzo J. L. en su obra El verdadero rostro de María Rafols, p. 10, confirma la falsificación de documentos por la Madre Naya. También existen declaraciones juradas de las Hijas de la Caridad que fueron a Zaragoza, a la exhumación de unos restos que no pueden asegurar que fueran los restos de Sor Lecina. Se trató el tema en Anales.45
Tampoco he cotejado desde lo anterior hasta la p. 169, por falta de documentos.
En la p. 170, en la biografía de Sor Lecina hay error en la fecha cuando empiezan a enseñar en Barbastro. Es en 1792.46
En la pp. 172, 173, no informa bien sobre sor Lecina.
No consta que Sor Manuela quedara en Barbastro.47
A Sor Grau la nombra Superiora del Noviciado el P. Gros.48
La lista de Visitadoras que escribe el P. Mas, en la p. 183, no creo que está bien documentada. Pone de Visitadora a Sor Reventós cuando estaba separada de la Compañía. Además desde el principio no eran Visitadoras.
En 1841, el P. Juan Roca forma el primer consejo de las Hijas de la Caridad, en el Seminario de Madrid. Nombra Superiora a Sor Vicenta Molner. No dice Visitadora49
Hasta el nombramiento de la primera Visitadora, se denominaban Superioras, que en orden de lista fueron:
Superioras de todas las Hijas de la Caridad de España
- Sor Juana David (1890-1893)
- Sor Manuela Lecina (1893-1817)50
- Sor Mª Esperanza Blanc (1817-1822)51
- Sor Rosa Grau (1822-1837)52
- Sor María Peñasco (1837-1841)53
- Sor Maria Vicenta Molner (1841-1844)54
Visitadoras de la primera provincia de España
- Sor Maria Vicenta Molner (1844-1847)55
- Sor Valentina Culla (1847-1856)56
- Sor Asunción Azcona (1856-1861)
- Sor Ángela Ochoa (1861-1862)
- Sor Vicenta Valle (1862-1866)
- Sor Juliana Mestres (1866-1878)
- Sor Fermina Arguiñáriz (1878-1884)
- Sor Casimira Astiz (1884-1890)
- Sor Francisca Mier (1890-1894)
- Sor Tomasa Cristina Jovellar (1894-1900)
- Sor Cayetana Sota y Rada (1900-1910)
- Sor Josefa Bengoechea Arguiñena (1910-1923)
- Sor Purificación Samitier (1923-1926)
- Sor Antonia Alvira Belzunce (1926-1929)
- Sor Teresa Sánchez González (1929-1932)
- Sor Justa Domínguez de Vidaurreta (1932-1958)
- Sor Maria Sanz Uruburu (1958-1964)57
Desde la página 183 hasta el final está sin revisar.
También creo que debo tratar algún asunto de la obra: Acción educativa de las hijas de la Caridad en España 1783/ 1893 escrita por Isabel Florido Florido.
Comprendo que, las urgencias, a veces, hacen caer en algún error, y que se producen erratas de imprenta.
En la página 32 de dicha obra se dice refiriéndose a la llegada de las primeras Hijas de la caridad a Barcelona, en 1790: «Entre las personas que salieron al puerto se encontraba el padre Sanz; este sacerdote Paúl sería testigo muy cercano del desarrollo de la vida de la Compañía en España a lo largo de medio siglo; su obra ‘Compendio de la vida de San Vicente de Paúl y de las Hijas de la Caridad’ es un testimonio valiosísimo para el estudio de esta primera etapa.»
Encontramos:
«Liber Ingresus et Professionis Individuorum Congregationis Missionis anno 1704.» [sin foliar]
Hº Sanz
Die 25 Julii an 1816 fuit admisussus in seminaris Domus Concregationis Missionis Barcinonensis Raymundus Sanz clericus natus die 1 Martii et baptizatus die 2 an 1799 en Parrochiali Eclesial Pozanis Diocs. Barbastrensis.
Hº Sanz. Ego Raymundus Sanz indignus Clericus Congregationis Missionis natus die 1 et Baptizatus die 2. Martii anni 1799 in Parrochiali Eclesiae Pozanensis, fui admissus in Seminarii Congregationis Missionis Domus Barcinonensis die 25 Julii anni 1816, et vota eiusdem Congregationis iuxta Brevis Alexandrii VII, et Clementis X a me probe intelecta emissi die 26 Julii anni 1818 coram D. Francisco Camprodon Directore Seminarii et Visitatore eiusdem Congregationis.
Raymundus Sanz indignus
Clericus Congregs. Missionis58
Se comprueba que el P. Ramón Sanz nace 9 años más tarde de la llegada de las Hijas de la caridad a Barcelona.
En la página 33 dice, refiriéndose a la fundación del colego de Barbastro: …la iniciativa de fundación partió del canónigo don Antonio Ximénez …
La iniciativa parte del P. José Durán, superior en el seminario de Barbastro: …Sea a todos manifiesto: Que Nosotros D. Rafael Pi y Josef Duran Pbros. Sacerdotes de la Casa Misión de San Vicente de Paul que existe en esta Ciudad de Barbastro, el primero con la calidad de Superior actual de aquella, y el segundo con la de haberlo sido en el año pasad de mil setecientos ochenta y dos … Mariano Talón …vendió a mí, dicho D. Josef Durán … una porción de sus casas …
Y que el dinero del precio de la compra … se entregó a mí dicho D. Josef Durán por algunos Devotos …
…darles el destino entonces reservado, que es el de que sirvan para Fundación y Dotación de la Casa de las Hijas con el título de la Caridad y Siervas de los Pobres que está para fundarse en esta Ciudad …Barbastro 9 de Julio de 1783.59
En la página 32 dice que Sor Lecina muere en la Inclusa de Madrid; en la p. 33 afirma que murió en Zaragoza. Ya he dicho en otras ocasiones que los documentos más fiables sobre el lugar del fallecimiento, son los catálogos de París y otro que cita sor Florido en la p. 32.
También dice, en la página 39, que antes de la revolución francesa existían 300.000 Hijas de la Caridad. En esa época eran unas 3.000 las Hijas de la Caridad.
También creo, que hace una afirmación un tanto ligera, en las pp. 39 y 40, sobre los motivos de la venida a España, en 1856, de las Hermanas francesas.
Da por hecho, en la p. 39, que las Hermanas españolas actuaron en solitario y por su cuenta.
Tenemos bastantes documentos para demostrar que ya desde el hospital de Barcelona, el Superior General, P. Cayla, escribe el 28 de octubre de 1790, contestando sobre lo que pretendían los administradores del hospital: …renuncio gobernarles inmediatamente, dejando al Visitador de España, de acuerdo con sus superiores, todo lo que pueda conducirles; y no de otra suerte que bajo esta condición se dejaron partir de Francia…60
Aparecen errores o erratas en nombres. En la p. 41 escribe «Galería Vieja». Debe decir Galera Vieja. En p. 43 dice «Pamás». Es Pamias. También pone «Vasor». Es Vascur.
Apunta, en la p. 32, que sor Lucía Reventós fallece en 1811. En realidad murió en 1841, según el mismo catálogo que cita.
En la p. 40 asegura que el P. Segura da el título de Superiora a la Reina. Este Padre dejó de ser Visitador en 1817. Aún no había llegado la Bula «Postquam Superiori».
Trataré de mostrar algún documento que indica quién se arroga ese título por indicación de su confesor. Escribe el confesor de la Reina Antonio Allué y Sesé a José Pizarro Primer Ministro de Estado, el 31 de agosto de 1818: «Cosa cierta es que habiéndose dignado S.M. la Reina … tomar bajo su soberana protección a la Congregación de las Hijas de la Caridad de España y tenido la edificante humildad de admitir el título de Superiora General de las mismas, será puntualísimamente obedecida … no solo de las Hermanas en particular sino también de las Superioras locales, de los Administradores o Juntas de las Casas respectivas y del mismo General de la Misión, mas no siendo razón distraer su soberana atención continuamente con las pequeñeces y particularidades que ocurren en las Comunidades, bastará, en mi juicio, enunciar simplemente (con el fin de que los Superiores respectivos inmediatos no se embarquen en sus providencias) que S.M. es la Protectora y Superiora Gral. del Establecimiento en toda España a quien en casos arduos y de grave importancia se deberá recurrir por medio de la Tenienta«61 [Este nombre de Tenienta lo pone Allué a la Superiora de todas las Hijas de la Caridad de España, que en ese momento era sor María Esperanza Blanc]
Al Visitador. Sr. Camprodón, le comunican de la secretaría de Estado, el día 19 de septiembre de 1818: «… siendo además su Rl. Voluntad que mediante a que la Reina Ntra. Sra. se ha dignado declararse Protectora y Superiora Gral. de la Congregación sea reconocida como tal y puedan las Hijas de la Caridad acudir a S.M. en los casos arduos y de grave importancia… De Rl orden lo comunico a V…62
Más tarde se desharía este entuerto aunque no pasara de ser un mero título para que nadie se entrometiera a formar otras reglas, como había sucedido.
El Sup. Gral. Sr Dewailly escribe al Visitador, Sr. Feu: París 7 de agosto de 1827.
«Su Majestad la Reina de España, no puede ser generala ni tomar el título de superiora general de las Hijas de la Caridad establecidas en España….
Porque la Congregación de las Hijas de la Caridad jamás tuvo generala; y si alguna vez se da este nombre a la superiora de la casa madre, no es más que un modo de hablar y pura cortesía. Es cierto que dicha superiora es nombrada por una diputación de Hijas de la Caridad que forman asamblea; pero preside esta asamblea el Superior General …Él mismo designa dos, a fin de que cada individuo de la asamblea nombre a la que le parece más apta.
En seguida, la elegida recibe del Superior general …todos los poderes … y cada año pide una prórroga de poderes en señal de su dependencia.»
Indica los medios para que hagan saber a la Reina que esto no debe ser así. Cita el Breve de Pio VII y el Breve de León XII. Sigue escribiendo indicando lo que debe decir a la Reina:
«… que ruega a S.M. que para la conservación y prosperidad de esta sociedad establecida en España y que ha hecho ya tanto bien en muchas provincias del reino, y en testimonio de vuestra sumisión a la Santa Sede, quiera permitir que las Hijas de la Caridad de España estén exclusivamente sometidas a su superior legítimo. Suplicando también muy humildemente a su Majestad la Reina que continúe siendo su protectora. …
P. S. Si V pudiera venir a París, o enviarnos al Sr. Codina, tendríamos una gran satisfacción: nuestras comunicaciones verbales serían interesantes.»63
En la p. 47, sor Florido cita: Carta del Superior General Padre Willy.
Ya hemos visto que escribió, el Sup. Gral. Sr. Dewailly.
Haremos un recorrido, lo más breve posible, por documentos que confirman la comunicación de las Hijas de la Caridad de España, con los superiores de París, por medio del Visitador:
Salen de Barcelona. El P. Pi, Visitador y Sor Juan David, en noviembre de 1792, extienden poderes para que el P. Murillo y Sor Mª Esperanza Blanc puedan firmar los pactos para el establecimiento en el hospital de Lérida.64
Es Vicario General el Sr. Brunet, y Visitador el Sr. Sobies. Escribe el Sr. Brunet: «…por lo que hace a las Hijas de la Caridad, ciertamente no merezco el reproche que me ha hecho el Sr. Sobies de poner obstáculos a la ejecución de sus órdenes en Reus …he dicho que debían conformarse a las órdenes del Sr. Visitador… 19 de septiembre de 1801.»65
La condesa de Trullás por medio de Cevallos, primer secretario de estado, se dirige al embajador de España en Roma; éste habla con el cardenal Consalvi para que a su vez hable con el Vicario Sr. Brunet, y éste escriba a Sor Deleau, superiora general, en París, que mande Hermanas de Francia para el establecimiento de un seminario para formar Hijas de la Caridad, en Madrid.66
Escribe la condesa a Cevallos, de acuerdo con el Visitador de España, Sr. Sobies.: «Por la carta que remito a V. E. del Visitador de los Paules, verá que tengo ya dos Profesas y una Postulante para, con alguna de las que hay en la Inclusa …dar principio al establecimiento …[del Noviciado] 16 de Octubre de 1802″67
Cevallos notifica a la condesa: «…El Ministro… de S. M. en Roma a quien había yo prevenido de orden del Rey, hiciese las más vivas diligencias para inducir a la Superiora del Instituto de las Hijas de la Caridad en París, por medio del Cardenal Secretario de Estado de S.S., y del Superior de San Vicente de Paul, para que enviase a España algunas de las que profesan el referido Instituto, acaba de darme parte de que todas las tentativas han sido inútiles, no hallando ninguna que quiera expatriarse …»68
Vamos viendo que se contaba con los Superiores. Se prepara la escritura del noviciado. El Visitador y sor Lecina no están de acuerdo con algunos puntos y escriben:
«D. Felipe Sobies, Visitador General de la Congregación de la Misión… y Sor Manuela Lecina Superiora de las Hijas de la caridad …desde su primera institución siempre estuvo a cargo de los Superiores de la Congregación de la Misión, no solo el admitir a los votos a las Hijas de la Caridad, sino también el gobernarlas, dirigirlas y señalarles confesores. …en la Casa del Noviciado de París que era el único para toda la Francia, como el de Madrid quiere S.M. que sea el único y general para todos sus Reinos, quiso el Santo a así lo hizo en su vida y así se ha conservado hasta los últimos tiempos, que la dirección espiritual de las Novicias, estuviese al cuidado de los Sacerdotes de la Congregación … Madrid 7 de Abril de 1804. Felipe Sobies y Sor Manuela Lecina.»69
Hemos explicado el giro que tomó el Noviciado y la lucha esforzada del Visitador y Hermanas fieles a sus reglas, hasta conseguir la Bula «Postquam Superiori» En ella se establece bien claro a quién deben obedecer las Hijas de la Caridad de España:
«27 de noviembre de 1818
… pocos meses hace nos movieron a sujetar otra vez toda la Congregación o Sociedad de las Hijas de la Caridad que existen en los Reynos de España, a la entera jurisdicción del Vicario General de la Congregación de San Vicente de Paul … todas y cada una, ahora y en lo sucesivo perpetuamente, observen solamente aquella regla que San Vicente de Paul Fundador instituyó …»
Aún no ha llegado la total reorganización de la C. M bajo un solo Superior General.
El P. Baccari, desde Roma se dirige a las Hijas de la Caridad de España:
…Debiera en verdad haberos escrito esta carta mucho tiempo antes … desde que Nuestro Santísimo Padre el Papa Pio VII, por las circunstancias de los presentes malos tiempos, nombrando como por fuerza, y después de varios ruegos, por muerte del Sr. Ververt, Vicario General por solo la Francia al Sr. Bouyard, quedando en Roma el mismo vicario General, dispuso que también vuestra Congregación que se encuentra instituida en cualquiera parte de mundo fuera de Francia, esté sujeta al gobierno del mismo Vicario General que existe en Roma, y por tanto conocierais que todas vosotras estáis sujetas a él. …
En 22 del próximo Mayo recibí las Letras de la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares, en las cuales el Sumo Pontífice, …me manda continuar en el mismo oficio de Vicario General, y gobernar como de antes toda la Congregación, a excepción de la de Francia, y por consiguiente la de las hermanas o Hijas de la Caridad que existe fuera de Francia. …me veo constituido Padre y Cabeza de todas vosotras, mejor diré siervo de todas …
Por lo que mira a la obediencia que me debéis a mí, declaro que por la sobrada distancia, debéis considerar en mi lugar a nuestro Visitador de la Provincia y Reino en que estáis establecidas; a él queremos instituir, y efectivamente declaramos instituido, como comisionado nuestro para vuestro gobierno y dirección …ruego mayormente a las superioras y a los visitadores que a lo menos una o dos veces en el año, brevemente me escriban del estado de sus casas, y si ocurre alguna cosa que convenga comunicar al Superior General y que necesite remedio …
Soy sinceramente con todo el amor y de todo corazón, carísimas Hermanas e hijas dilectísimas vuestro seguro servidor. Roma 27 de Junio de 1821.
Francisco Antonio Baccari indigno Sacerdote de la Congregación de la Misión.»70
Es Director de las Hijas de la Caridad el P. Fortunato Feu (1825-1829): Visitador hasta 1833.
París 6 de Julio de 1827. Escribe a las Hermanas el Sr. Dewailly: «…las funciones de la Congregación de la Misión eran un origen de gloria para la Iglesia …Mas como todo lo bueno fue el objeto del furor de una revolución no menos impía que bárbara, nuestra cara Congregación fue presto la víctima de la irreligión y de la anarquía. Perseguida y reprobada, muchos de sus miembros fueron mártires de la fe, …
El Sr. Cayla … que entonces era Superior General, se refugió en Roma … murió, habiendo antes escogido y designado al Sr. Brunet para el cargo de vicario General.
No permitiendo el deplorable estado de la Francia tomar en esta época las medidas acostumbradas para la elección de un superior gral., confirmó el Soberano Pontífice al Sr. Brunet. Previendo … SS. que las turbulencias de la Francia estaban todavía lejos de su término, concibió y ejecutó el intento de establecer un poder provisional, al cual deberían dirigirse los Misioneros y las Hijas de la caridad hasta que fuese posible restablecer las cosas a su esto primitivo …
El vicario de Jesucristo, que anhelaba por este momento favorable … nombró e instituyó un superior gral. por un breve apostólico dado en Roma a 16 de enero de 1827, aprobando y promulgando por Real orden de 1º del corriente Julio, …
Quiero haceros, amadas Hermanas, el sacrificio de mi reposo, y consagraros las fuerzas y vida que me restan … Vuestro muy humilde y obediente servidor
Dewailly I.S.D.L.C.D.L.M. Sup. Gen.»71
También escribe, dirigiéndose a las Hijas de la Caridad de España, Sor Antoinette Beaucourt Sup. Gral.: «…Veo también el deseo que todas manifiestan de ser contadas en el número de nuestras Hermanas, asegurándome su sumisión a todo lo que yo les ordenare compartiendo como tal los trabajos y solicitudes de Nuestro Muy Honorable padre para nuestra compañía.
Mandaré de cuerdo con Ntr. M.H.P., por mediación del P. Feu, vuestro Visitador, las instrucciones necesarias … París 26 Octubre 1827.»72
Pasamos a 1833. Es Visitador el P. Juan Roca. Informa a las Hermanas de la paternal providencia que …D. Domingo Salhogne, Sup Gral. de la Congregación de la Misión, y de las Hijas de la Caridad ha tenido a bien tomar para que conserve entre nosotros el espíritu de nuestra vocación. Comunica que desde hace un año el mismo Sup. Gral. se había enterado por medio de los dos directores, Sres. Feu y Codina, del gran número de fundaciones que ya tenían las Hijas de la Caridad en España, por lo que mandaba unas normas para dichos directores.
Y termina el Sr. Roca: «Yo bendigo a nuestro buen Dios por la pronta y rendida obediencia con habéis recibido la paternal providencia de nuestro común Padre … Sup. Gral. pues de todas las casas de las Hijas de la Caridad de España he recibido el homenaje del más profundo respeto, de la sumisión más perfecta y del afecto más tierno … Juan Roca …»73
Como en el trabajo, Por los Padres de la Misión, hacemos un recorrido de las atenciones y desvelos de los directores, en favor de las Hijas de la Caridad de España, me limito a mostrar algún testimonio más para reafirmar que las Hijas de la Caridad de España estaban fuertemente vinculadas y apoyadas por los Superiores Generales. También la Superiora Gral. envía sus cartas circulares:
«París 1º de febrero de 1833.
Mis carísimas Hermanas: La gracia …Nuestro Muy Honorable Padre, el Superior General, acaba de concedernos el permiso de renovar los Votos en 25 de Marzo, …
¿Se atiende bien a los intereses de los pobres y a los de la Comunidad cuando por motivos frívolos se pide y aun se quiere obligar a mudar de lugares …?
Suplicamos asimismo a las Hermanas Sirvientes que nos informen acerca de los verdaderos motivos que pueden exigir las mudanzas …
Sor Antonieta Beaucourt …»74
En 1834 escribe la nueva Superiora General Sor María Boulet. Comunica que está concedida la renovación de votos. Da unas advertencias y consejos. Habla sobre el amor mutuo, la caridad fraterna, la misericordia, combatir el amor desordenado de nosotras mismas del que nacen el orgullo y la envidia. Hay que trabajar constantemente en los sentimientos de caridad, paz y mutua concordia.75
En España, en los años1933 y 1934, se sufre la epidemia del cólera morbo. Las ciudades de Badajoz, Valencia, Játiva, Valladolid, Vitoria, Pamplona y la misma capital del reino, son testigos del celo y caridad evangélica de las Hijas de la Caridad. Acudían a los lugares donde el contagio era más peligroso para asistir a los enfermos. También hicieron los sacrificios más heroicos asistiendo a los militares heridos, en los hospitales de Vitoria y Pamplona, durante las guerras Carlistas.76
En febrero de 1835 escribe Sor María Boulet, Sup. Gral.: En este tiempo de prueba es cuado debemos recordar … las palabras de San Pablo: La paciencia os es necesaria a fin de que os hagáis dignos de conseguir la recompensa de los bienes eternos…77
El Sr. Nozo Sup. Gral escribe el 1 de enero de 1836: … Ya sabéis los males que han afligido a nuestra provincia de España. Son pocos los hermanos nuestros que residen allí actualmente; la mayor parte tuvieron que huir…78
(Período de las Guerras Carlistas, expulsión de los Jesuitas, destrucción de conventos, matanzas de frailes…)
El Sr. Roca, desde París, dirige a las hermanas de España, pero a causa de sus achaques deja la dirección. Es nombrado el nuevo director Sr. Gros, a finales de 1839. Este año regresa a España el Sr. Roca que restablece su salud en Sangüesa. De nuevo toma el cargo de director de las Hijas de la Caridad por orden del Sup. Gral. Juan Bautista Nozo.79
En los primeros meses de 1840, el Sr. Gros visita las casas d Madrid y pone de superiora del noviciado a Sor María Vicenta Molner.80
En los años siguientes, hasta 1844, sigue guiando, dando instrucciones a las Hijas de la Caridad. En ese año vuelve del exilio de Francia, Buenaventura Codina y es nombrado director por el Sup. Gral. Sr. Juan Bautista Etienne. Ha tenido numerosos contactos con Superiores Generales, y trae instrucciones concretas para dirigir, en nombre de ellos, a las Hijas de la Caridad de España.81
Ya hemos escrito en «Por los Padres de la Misión», lo muchísimo que el P. Codina trabajó por las Hijas de la Caridad, fiel a las indicaciones de los Superiores Generales.
El 31 de mayo de 1848 escribe el P. Etienne: …en una época en que quizás están reservadas las mayores pruebas a la Iglesia y a nosotros, que acaso también mayores misericordias…Dios ha creído… sellar nuestra confianza…dos curaciones extraordinarias se han obrado este año delante de la urna del Santo durante la novena de la traslación de sus reliquias…82
En España, en el período 1835-1848, además de lo antes citado se añade el cierre de la Nunciatura, prohibición de conferir órdenes sagradas (1837), cierre de todos los monasterios y conventos, con algunas excepciones, entre ellas las Hijas de la Caridad.
El 23 de junio de 1852, se restablece la Congregación de la Misión.
Hemos escrito el tiempo azaroso vivido durante la dirección del P. Armengol y las intrigas del Sr. Madám.
Atendiendo a los deseos de la mayor parte de los Misioneros españoles, el P. Etienne llega a Madrid el 30 de mayo de 1856. Fue recibido con las mayores muestras de alegría y afecto por los Hijos e Hijas de S. Vicente. Estuvo en Madrid hasta el 19 de junio del mismo año. Marchó muy satisfecho por las atenciones recibidas durante su permanencia.83
En 1866 El P. Etienne nombra director de las Hijas de la Caridad de España al P. Mariano J. Maller. Sigue fielmente las indicaciones de los Superiores Mayores, para dirigir a las Hermanas. Desempeña su cargo hasta 1890.
Durante su dirección a las Hermanas, se suscitan recelos por parte de las mismas porque piensan que se las quiere transformar al estilo francés, en el hábito y algunas costumbres. Acuden a la Santa sede y en 1877, la Sagrada Congregación de Negocios Eclesiásticos autoriza a las Hermanas llevar el hábito como se usa en España. El Visitador será el órgano intermediario de toda la Provincia ante el Superior Gral., al que cada año dará cuenta exacta de la Provincia, tanto de la parte moral como de la económica. Las Hnas. Sirvientes y todas las demás respetarán a la Visitadora y Director.
La Visitadora, Sor Mestres y Oficialas deben presentar la renuncia en manos del Sup. Gral.
El Nuncio Mons. Santiago, comunica a las Hijas de la Caridad españolas las resoluciones de la Santa Sede, el 31 de diciembre de 1877.
El 14 de enero de 1878 Francisco Enrique Lotteri, C.M. Visitador extraordinario de las Hermanas, les dice:
«Encargado por nuestro Honorable Padre General, Eugenio Boré, de tratar cerca de la Santa Sede Apostólica la solución de las dificultades suscitadas entre el Consejo de las hermanas de vuestra provincia de España, y los Superiores Mayores de vuestra Compañía, …
Me he puesto en relación, en Roma, con los Eminentísimos Cardenales de la Comisión, a quienes el Santo Padre había confiado el examen del asunto…
Por otra parte espero que nuestro Venerable Superior General os escribirá, él mismo para expresaros el gozo que experimenta por el feliz éxito de las negociaciones, y para manifestaros su afecto, e indicaros lo que de vosotras desea.
El 31 de Diciembre próximo pasado las prescripciones de la Santa Sede se leyeron públicamente en la Casa Central de Madrid por su Excia. El Nuncio Apostólico en presencia de toda la Comunidad reunida para ese objeto.
Después de ese acto la Hermana Sor Mestres, Visitadora de la Provincia, y las Oficialas que formaban su Consejo, han dado su dimisión.
Dejo ahora a la disposición de nuestro muy Honorable Padre General el anunciaros la nueva Visitadora …84
El P. Boré fallece en 1878, después de haber nombrado Visitadora de España a Sor Fermina Arguiñáriz.
Los siguientes fragmentos de cartas fueron publicados en Anales franceses, números 479-480, año 1956, por el P. Eduardo Robert, y trascrito en Anales españoles en el mismo año.
De una carta del P. Fiat dirigida al P. Maller, Visitador de la provincia de España:
«Pienso salir de Bayona el 23 de octubre y llegar a su casa de Madrid el 24 …Mi intención es bajar a su Casa y establecer en ella mi residencia durante mi permanencia en Madrid.
El P. Carles, Director de las hermanas de corneta y sor Kieffer, su Visitadora, no llevarán a mal que yo dé mi preferencia a los españoles y a las españolas, ya que ellos son el principal objetivo de mi visita. …Le agradeceré que usted fuera el único que viniera a recibirme a la estación de Madrid. Conmigo irá el P. Stella.»
El P. Fiat había escrito también al P. Charles: «Entiéndase usted con el P. Maller para determinar las Casas que hemos de visitar. Yo me hospedaré en casa del Visitador. Sin embargo le concederé a usted, al menos, un día, y cuento con que usted me sirva de secretario.»
El P. General fue recibido en Madrid y en toda España con extraordinarias muestras de júbilo. De la correspondencia enviada por el P. Fiat, después de su visita a España, escogemos algunos puntos:
A sor Rouy de Lila: «Las hermanas de [original:‘voile’, literal: velo] manto me han recibido con la devoción filial. Las que más empeño tienen por conservar su traje me han dicho ‘Padre mío, nosotras no queremos la corneta. Sin embargo, si usted lo manda, la tomamos inmediatamente, pues ante todo queremos permanecer fieles a nuestra vocación, a San Vicente y a nuestros Superiores.’ …»
Al P. Nicolaux de S. Flour: «Las hermanas españolas me han recibido como al Mesías, con demostraciones de alegría, de piedad filial y de sumisión. Mas habiéndolas permitido el Soberano Pontífice, llevar el manto, tengo atadas las manos sobre este particular. En todo lo demás me han prometido ser de las más obedientes. Son cerca de cuatro mil, y sus obras se desenvuelven con prosperidad.»
Al P. Lotteri: «En mi viaje oímos hablar frecuentemente de usted. Le felicito y le agradezco la elección de la Visitadora y Directora. Son muy buenas hermanas. Los miembros del antiguo Consejo me vinieron a besar la mano. Solamente he encontrado un Obispo que fuera favorable a la corneta, que es el de Sevilla.»
Al P. Pereymond le escribe: «El viaje a España me ha hecho mucho bien.»
El 12 de diciembre anuncia a la Visitadora sor Argiñáriz, una carta circular a las hermanas de España y añade: «Entre ustedes y las otras hermanas –las de corneta- no hay más diferencia que el traje. Que la Directora del Seminario enseñe todas las prácticas de la Comunidad. Que cada casa tenga el formulario de las oraciones. He quedado muy edificado por el espíritu de pobreza que reina entre vosotras. Sin embargo, en la sala del Consejo las sillas no son conformes con la sencillez. En París, la muy reverenda madre y las oficialas no tienen más que sillas de paja.»
Al P. Carles: «Gracias por la molestia que se tomó a mi cuenta y por la agradabilísima, suavísima y edificantísima compañía que ha hecho durante el viaje.»85
Comenta el articulista de Anales españoles, (no consta su nombre) que el P. Fiat concede al traje de las hermanas, una importancia secundaria, teniendo en cambio, como esencial la observancia de las Reglas, la práctica de la obediencia, de la caridad fraterna y el servicio de los pobres, y que por lo tanto, tenía a las hermanas españolas por tan Hijas de la Caridad y en la misma línea que las de corneta. Tampoco fue tan exigente en la uniformidad absoluta que prefirieran el P. Etienne, el P. Verdier y la M. Lepicard. …
Cuando el P. Fiat vino a Madrid, estaba reciente el cuarto fallo pontificio a favor de mantener el traje que usaban las hermanas españolas. Era el cuarto intento de imponer la corneta. Los tres primeros intentos los hizo el P. Etienne. El cuarto fue realizado por el P. Boré.86
La nueva Visitadora, sor Fermina, en una carta datada en Madrid, 8 de febrero de 1879, incluye la circular anunciada, del Superior General P. Fiat (1878-1914): «… Desde mucho tiempo Ntro. Señor me ha dado un amor muy grande por las hermanas de la Provincia de España. …87 Omito lo que sigue porque ya está expuesto en el artículo «Por los Padres de la Misión»
Y otra vez, me atrevo a decir que la historia nos da muchas lecciones que debemos aprender.
Tal vez deba continuar adquiriendo más datos de nuestra historia porque, tozudamente, se repite.
Apéndice
En 1957, apareció en el gran salón del Seminario donde estábamos cerca de quinientas seminaristas, el Visitador Apostólico, enviado por la Sagrada Congregación de Religiosos, Rvdo. P. Hilario Albers, de la orden de Predicadores. En esos días, el Padre Mariano Bartolmé, en su sermón dominical puso mucho énfasis al decir que estábamos unidas a nuestros Superiores Generales. Me extrañó el hecho de que viniese a pasar visita el muy Rvdo. y que el P. Mariano nos dijera lo que yo pensaba era obvio. Pregunté en una de las clases de religión sobre el asunto, a sor Nieves Nuin Mendinueta. Me respondió con evasivas. Aún conservo el interés por averiguar lo ocurrido en esa época. ¿Por qué los Superiores nombraron Visitadora a sor Elisa de Larroder y no se llevó a efecto? ¿Por qué desaparecieron la mayor parte de las Hermanas de oficio, del Seminario? ¿Es que otra vez caímos en la misma piedra del hábito? ¿Es que las de la «provincia española» no éramos universales? Al salir de Seminario fui al destino de Arucas, Gran Canaria. Algo se comentaba sobre el asunto, que me hizo exclamar espontáneamente: «Con tal de estar unida a los Superiores Mayores, me pondría si fuera necesario, un cuerno en la frente». Siguieron las consecuencias.
Archivos consultados:
- AHSCSP, Hospital Santa Cruz y San Pablo, Barcelona
- AHHCB, Hijas de Caridad, Barcelona
- ADBA, Diocesano, Barcelona
- ACA, Corona de Aragón, Barcelona
- ASVB, Colegio San Vicente, Barbastro
- AHPH, Histórico de Protocolos, Huesca
- ADL, Diocesano, Lérida
- AMCM, Matritense Congregación Misión, Madrid
- APR, Palacio Real, Madrid
- AHN, Histórico Nacional, Madrid
- AMAE, Ministerio de Asuntos Exteriores, Madrid
- APAB, Parroquia de la Asunción (Catedral), Barbastro
- APSA, Parroquia San Antonio Abad, Villanueva y Geltrú
- ARGN, Real y General de Navarra, Pamplona
- ADT, Diocesano, Toledo
- ADU, Diocesano- Seo de Urgel
Bibliografía
- Anales de la C.M. y de las HH. C.
- Annales C.M. (franceses)
- Compendio de la historia de San Vicente de Paúl y de las Hijas de la Caridad, Sanz, Ramón. Madrid 1844.
- Historia de Barbastro de López Novoa, Saturnino. Imprenta Pablo Riera, Barcelona 1861.
- Las Hijas de la Caridad en España, 1782-1856 Hernández Z. Mª C. Editorial CEME 1988.
- Diccionario de la Historia Eclesiástica de España. Instituto Enrique Flórez. Madrid 1972.
- AMCM, Copia de fe de bautismo de Sor Manuela Lecina.- Biblioteca Lazaristas. París. Campos, F. Vicentinos… H. 19 y 20.- APAB, Libro de bautizos t. 16, f. 51. – APSAV, Libro de bautizos t. 7, f. 64. ADU. Libro de bautizos, t. 1, f. 232.
- AHSCSP. Libro Historial de la Pía Fundación…; Leg. Llupiá, sig. 2001. Serie Causas Pías; Libro de deliberaciones.
- H. Z. Mª C. Las Hijas de la Caridad en España 1782-1856. pp. 21-24.
- AMR, Leg. Fundación
- APR. Cª 1046/25 y AMB, Actas, 8 enero 1796, f. 3v.
- AMCM. Leg. Inclusa.
- ARGN, Beneficencia. S. H. Libros IV. (Dentro del Libro de Correspondencia 1841-1854).
- Ibid. Inclusa, 4.
- AHN, Estado. Leg. 5747. Carta de Sor Deleau dirigida al Cardenal Consalvi, que a su vez se la envía al embajador de España en Roma. Éste se la manda al primer ministro Cevallos, a Madrid.
- AMCM, Leg. Hª HH de la C. Manuscrito de 1830.
- Ibid, Leg. Inclusa. Copia de 1817.
- ACA, Monacales-Universidad, Leg. 96.
- AMJ, Religiosas. Leg. 3754. Exp. 12.351
- AMCM, Leg. Hª HH. De la C. Informe del P. Murillo
- Ibid.
- AMJ. Religiosas, Leg. 3754. Exp. 12.351.
- ADL, Obispo Torres. Leg. 64.
- ACA. Monacales-Universidad. Leg. 101
- AGA. Leg. 6.122 (Gobernación) AMJ. Leg. 3724. Exp. 12.350.
- ADT. Leg. Hijas de la Caridad.
- AMCM, Leg. Inclusa. Informe de las Sras. al Fiscal del consejo.
- ADT, Leg. Hijas de la Caridad.
- ADT. Ibid.
- Fancisco Antonio de Lorenzana y Butrón (León, 22 de septiembre de 1722. Roma 17 de abril de 1804. Diccionario de la Historia Eclesiástica de España, pág. 1.346. Instituto Enrique Flórez. Madrid 1972
- AMJ, Religiosas, Leg. 3754, Exp. 12.352
- Ibid.
- AMAE, Santa Sede. Política del Vaticano. Leg. 2653
- AMJ, Religiosas. Leg. 3754. Exp. 12.357.
- Ibid.
- Anales de la Congregación de la Misión y de las Hijas de la Caridad, año 2009, pp. 302-302
- López Novoa, Saturnino, [Fundador de las Hermanitas de los pobres desamparados] Historia de Barbastro, T. I. Imprenta Pablo Riera, Barcelona 1861, p. 135.
- Ibid. pp. 44 -57
- Hernández Z. Mª C. o. c. pp. 68 y siguientes
- AMR, Leg. Fundación
- H. Z. Mª C. o. c. pp. 137, 138
- Ibid. pp. 152, 153
- Ibid. pp. 143-159
- ARGN, Libro Magistral para notar los capitales y bienes … (Inclusa) f. 57.
- Ibid. ,f. 59
- AMCM, Circulares Visitadores y Visitadoras
- Ibid.
- H. Z. Mª C. o.c. pp. 194 y siguientes.
- Ibid. p. 191 y siguientes
- ARGN, Inclusa 4.
- Anales de la Congregación de la Misión y de las Hijas de la Caridad, año 2009, pp. 185-190.
- ASVB, Libro donde están copiados todos los documentos interesantes …
- H. Z. Mª C. o. c. pp. 88, 89.
- Ibid 312, 313
- Ibid. p. 352
- Ibid.. pp. 179 y 195
- Ibid. pp 252. y 299
- AMCM, Circulaires … Notices des défuntes II, pp. 898,899.
- ASVB, Catálogo de las Hijas de la Caridad, de 1842.
- H. Z. Mª C. o. c. pp. 352 y 399
- Ibid. p. 399
- Ibid. p. 399
- AMCM, Visitadoras
- ACA, Monacales Universidad. Libros, Signatura 293. Documentos incautados a los Padres Paúles.
- AHPH, nº 4.947. Notario Espulga y Costa José, t. año 1782 fs 13-14v. «Vendición con cargo» y 1783, fs. 111v.-112v.
- ADBA, Leg. Hijas de la caridad. Carta del Sup. Gral. traducida por Sobies.
- AMJ, Religiosas. Leg. 3754. Exp. 12.357.
- Ibid.
- AMCM, Leg. Historia Hijas de la Caridad SS. XVIII y XIX.
- A HHCB, Escritura del Hospital de Lérida.
- ANNALES CM, t.XLIII, nº 1, pp. 465-467.
- AMJ, Religiosas, Leg. 3.754, exp. 12.350
- Ibid.
- AHN, Estado. Leg. 5747 y AMJ, Religiosas, Leg. 3754, Exp. 55.
- AMCM, Leg. Inclusa. Copia de 1817.
- AHHCB, Libro Inclusa.
- AMCM, Leg. Inclusa de Madrid.
- Ibid, Leg. HH.C. SS. XVIII y XIX
- Ibid, Circulares Visitadores y Visitadoras, sin foliar
- Ibid. Circulares de las Superioras Generales 1672-1914. p. 110
- Ibid., pp.112-114
- Ramón Sanz, Compendio …, pp. 113-117.
- AMCM, Circulares de los Superiores y Superioras Generales
- Ibid. Circulaires, t. II, p. 478
- Ibid, Circulares visitadores
- Paradela, Los Visitadores …, t. I, pp225, 226
- AMCM, Circulares y Libro de Inclusa de Lérida, empezado en 1819.
- AHHCB, Carpeta de circulares.
- Paradela, Resumen histórico … p. 408
- AMCM. Libro donde se guardan circulares y otros documentos impresos y manuscritos.
- Anales españoles, T. LXIV. Septiembre 1956. pp. 428-434.
- Ibid.
- AMCM, Cartas circulares de las Visitadoras