También el segundo sucesor de Vicente de Paúl era de familia de cierto relieve social. Su padre era fiscal real en la diócesis de Meaux, allí fue donde nació el hijo en 1622.
Con 19 años y después de haber estudiado filosofía y teología formó parte del séquito del Embajador de Francia en Roma que era el marqués de Fontenay de Mareuil donde tuvo cargos de importante relevancia. Luego entró como oficial en la Correspondencia Apostólica.
Unos ejercicios realizados en la casa de la Misión de Roma despertaron en él la vocación en la Congregación. Ingresó en el seminario interno en 1646 y se ordenó de sacerdote en 1649.
Desempeñó los servicios de Superior de Roma, como tal, acababa de gestionar con éxito y a plena satisfacción la aprobación de los votos de la C.M., mediante el breve Ex commissa Nobis, de 22 de septiembre de 1655, de Alejandro VII. En 1661 es nombrado Visitador de Italia; luego, Visitador extraordinario de Francia y Asistente general de Alméras. Este le designa a su muerte Vicario general y le propone, junto con Berthe, como candidato a su sucesión. En efecto, es elegido Superior general el 5 de enero de 1673. Murió al cabo de 24 años en el oficio, el 26 de marzo de 1697.
Era hombre de carácter firme, inflexible, galicano y poco acomodado. De hecho su biógrafo afirma que «fue suave sin debilidad, firme sin dureza, […] aunque su gobierno haya parecido a algunos un poco más admirable por su firmeza que recomendable por su suavidad» . Decididamente, era bastante distinto de Alméras.
En su tiempo se celebraron tres Asambleas generales (1673, 1685 y 1692) y una sexenal (1679).
Logros y preocupaciones
La CM ya tenía recorrido conseguido en la historia, por lo tanto, había un relajamiento en la vida comunitaria, por eso, Jolly tuvo que dar varios toques de atención sobre el peligro de las nuevas ideas: el quietismo, la lectura de las Gacetas (es la época de las guerras de Luis XIV) y sobre los que abandonan la C.M. Además se insistió mucho sobre la uniformidad en el vestido, los confesores de los nuestros, los modos de vivir y predicar, la dirección de parroquias y seminarios y en el acompañamiento a los obispos en sus visitas pastorales.
Fue defensor del nacionalismo francés alegando al peligro del nacionalismo italiano.
Debido a las fuertes presiones regalistas se comenzó con la desviación ministerial en la Congregación con la aceptación de capellanías y parroquias reales.
Contexto de la Congregación de la Misión
El pequeño instituto empezaba a verse tranquilo y relajado, pues iba creciendo en casas y personal y veía como las autoridades, tanto nacionales como eclesiásticas, lo tenían en consideración. Esto sucedía sobre todo en Francia, pues, en otros lugares los misioneros tuvieron que defender su fe y ministerio misionero por medio del martirio (en Argel, China y Polonia).
Contexto histórico y social
Es la época del rey sol, Luis XIV, donde imperaba el regalismo francés (galicanismo) y el absolutismo se hizo, si aún cabe, más fuerte y firme.