15 agosto 1628
Ilustrísimo señor y querido pariente:
El 21 de junio pasado envié a su señoría una súplica dirigida a su Ilustrísima por los sacerdotes de la Misión fundada por la marquesa de Joigny, esposa que fue del padre Gondi; dichos sacerdotes me han vuelto a entregar una nueva carta, que le adjunto, solicitando algunas otras gracias a Su Santidad, rogándome que no sólo se la envíe, sino que le recomiende cálidamente a la benignidad de su señoría ilustrísima. Acepto de buen grado este encargo, conociendo la gran utilidad que con certeza muy probable cabe esperar de esta congregación. Tocará a su señoría ilustrísima juzgar de la conveniencia de estas peticiones y procurar su pronta expedición para acelerar los trabajos de estos buenos sacerdotes por reducir a las almas al seno de la santa iglesia y limpiarlas de sus pecados. Termino besando humildemente las manos de su señoría.
Muy humilde y devoto servidor de su señoría ilustrísima Y reverendisima.
JUAN FRANCISCO, arzobispo-obispo de Cervia
Del campo bajo la Rochelle, 15 de agosto de 1628







