18 septiembre 1642
Al señor Bailío de Sainte Genevieve o a su lugarteniente. El señor Clemente Deheuze, presbítero, que vino de su tierra, a más de 200 leguas de distancia, como capellán de un capitán de caballería, y quedó abandonado y sin ningún recurso en esta ciudad, acudió a la Misión de San Lázaro para acogerse a ella, lo que el señor Vicente, su Prior, le hubiese concedido, a condición de que vistiese sotana. Con este fin se habría dirigido al señor Enar, presbítero, de san Nicolás du Chardonnet, para procurársela. El señor Enar, tras haberle hecho esperar el espacio de tres semanas, le habría dado a entender que si el señor rector del colegio de Crassins hubiese regresado del campo, le podría suministrar una. A lo que el firmante habría ido a ver si el mencionado rector había regresado a dicho colegio. Entonces habrían tropezado sus pies con algo que no sabía a ciencia cierta qué era, pero que cree fuese el herreruelo de algún escolar que lo había abandonado en el patio. El firmante lo habría tomado en la mano y a tal punto habrían llegado dos muchachos diciendo que lo quería robar. El les habría dicho que no, pero ellos le habrían detenido y, con malos tratos y sin más causa, le habrían llevado a la cárcel. Considerado lo cual, señores, plégaos se ordene soltarme, en vista de mi miseria. y en ello haréis bien.
DEHEUZE. pbro.
Que se trasmita al procurador fiscal, dado este 18 de septiembre 1642.
E. CHAUVELIN
No objeto a que el peticionario provea a su persona, dado etc.
J. BOURDIN
Hágase como ordena el procurador fiscal, dado en el día y año arriba indicados.
E. CHAUVELIN







