Triduo para celebrar la beatificación de sor Margarita Rutan (Primer día)

Francisco Javier Fernández ChentoMargarita RutanLeave a Comment

CRÉDITOS
Autor: Desconocido · Año publicación original: 2011 · Fuente: Hijas de la Caridad - Perú.

La Beatificación de Sor Margarita Rután nos invita a conocer su vida de Hija de la Caridad, con su ejemplo, nos enseñará cómo debemos vivir el carisma vicentino siguiendo el camino de la SANTIDAD… y así gastar nuestra vida por el único tesoro: Jesucristo… y merecer el premio eterno.


Tiempo de lectura estimado:
Margarita Rutan, H.C.
Margarita Rutan, H.C.

Primer día: Oremos para que el Dueño de la Mies continúe enviando buenas y generosas vocaciones a la Compañía.

SÍMBOLO: ROSTRO DE JÓVENES.

MOTIVACIÓN: «Hijas mías, por una Hermana que reciba el martirio, vendrán otras muchas; su sangre será como una semilla que dará fruto y un fruto abundante. La sangre de nuestras Hermanas hará que vengan otras muchas y merecerá que Dios les conceda a las que quedan la gracia de santificarse» (S.V. t/IX, pg. 1088)

CANTO INICIAL

Urgidas por la Caridad de Cristo
Nos reunimos en nombre del Señor
Traemos el fuerte clamor de los pobres
y oramos en nombre de ellos a Dios.

Que tu espíritu nos una y nos de alma de siervas,
en humildad y sencillez.

PARA LA REFLEXIÓN:

Unas raíces cristianas: Margarita crece en un medio donde el nombre de San Vicente de Paúl es muy conocido. En esta familia tan cristiana, aprende a orientar sus esfuerzos, con las decisiones de cada día, por el amor de Jesús; de niña piensa ya en los demás, y más tarde, comprende que el amor es fuente de felicidad y de alegría. Cristo va ocupando progresivamente su lugar en ella. Al mismo tiempo, Margarita descubre en la ciudad las obras de las Hijas de la Caridad.

Un deseo de servir a Dios y a los Hermanos: A los dieciocho años su vida cristiana está marcada por el deseo de pertenecer a Dios: no se trata de huir de la tierra para aspirara al cielo, sino de participar en la construcción de un mundo más humano, más fraterno en el que los pobres sean amados y reconocidos. Margarita escribe su petición para entrar en al Compañía de las Hijas de la Caridad y tras una espera de tres años, puede al fin realizar su proyecto: comienza su Postulando.

Constitución 59: «Según lo recomendado por el mismo Cristo las Hijas de la Caridad oran, para que Dios envíe obreros a la mies. Cada una, al tratar de vivir con alegría y en plenitud su respuesta personal al Señor, fortalece la fidelidad de sus Hermanas y contribuye a la vez, al despertar de nuevas vocaciones. El testimonio evangélico de la Comunidad local es un signo todavía más patente de la presencia de Jesucristo amado y servido en los pobre».

CANTO…

Quiero anunciarte a ti señor con mi modo de vivir,
ser un testigo de tu amor viviendo en fidelidad.

No me dejes madre en mi caminar, llévame a Jesús.
Tú me conoces oh señor sabes mi limitación
pero mis manos aquí están, disponibles para ti.
sé que no me dejas, vives junto a mí. Yo te seguiré…

SALMO 137: Cantado

ANT: El Señor escucha a los justos, los buenos verán su rostro.

TE DOY GRACIAS SEÑOR, DE TODO CORAZÓN
DELANTE DE LOS ÁNGELES TAÑERÉ PARA TI.

Me postraré hacia tu santuario, daré gracias a tu nombre;
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama.

Que te den gracias Señor, los reyes de la tierra,
al escuchar el oráculo de tu boca, canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.

Cuando camino entre peligros, me conservas la vida.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.

Junto con María proclamemos la grandeza del Señor realizada en la vida de Sor Margarita Rutan y en nuestra propia vida.

MAGNIFICAT: Coros

ORACIÓN DEL AÑO VOCACIONAL

Oh Dios, Padre bueno y misericordioso, autor de nuestra vida y vocación. Estamos aquí reunidas en tu nombre, en este año de gracia vocacional, para alabarte y bendecirte por amarnos y elegirnos desde toda la eternidad, desde el fondo de nuestro corazón te decimos: ¡GRACIAS SEÑOR!

Fortalece nuestra fidelidad al Espíritu de Dios y al carisma vicentino, para que vivamos enamoradas de Ti y nuestra alegría sea auténtica. Haz de nuestras comunidades locales y familia vicentina, «semilleros vocacionales» donde germinen abundantes y santas vocaciones que respondan a tu llamado, con generosidad y valentía en el servicio a nuestros hermanos los Pobres.

Que nuestra Madre, la Virgen de la Medalla Milagrosa, Madre de los Pobres, la Consagrada por excelencia, bendiga nuestros esfuerzos en este año vocacional; entusiasme a quienes empiezan y sea el modelo de nuestra consagración y servicio.

Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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