¡Oh Salvador mío!
¡Oh Virgen Nazarena!
Concede a la Compañía
el espíritu que necesita.
Señor,
Tú que has congregado
estas mujeres
para seguir tus huellas,
concédeles:
modestia,
castidad
y uniformidad.
Virgen María,
Tú que fuiste
modesta y pura,
haz que nuestras hermanas
practiquen tus virtudes.
S.V.P. IX/2, p.954