Vino al mundo en Torelló (Barcelona) el 13 de febrero de 1771, ingresando en la Congregación el 16 de mayo de 1788, y haciendo los votos dos años después, el 17 de dicho mes. Se reveló desde el principio como hombre trabajador, ordenado y metódico. Estuvo en la Comunidad de Barcelona y durante la guerra de la Independencia, se refugió, como tantos otros, en Mallorca. Desde 1813 hasta 1824 fue Superior de la casa de Barbastro. Puso en orden lo que la guerra había trastornado y salvó con su acertada gestión los cuantiosos intereses de aquel importante Seminario. Nombrado Visitador de la Provincia el 24 de diciembre de 1824, desplegó gran celo y actividad en el gobierno de la misma, y fundó, a petición de Fernando VII, la casa de Madrid, en 1828, que se convirtió en central de la Provincia y de la que fue primer Superior. Cesó en el cargo de Visitador en 1829, quedándose con la dirección de las Hijas de la Caridad. Es uno de los hombres a quien más deben éstas en nuestra patria. Se interesó de modo especial por su aumento y más que nada por su buena formación y por el mejor orden en su gobierno. Murió en Madrid el 27 de noviembre de 1833. Era un «varón sencillo, afable, bondadoso, amante de la observancia y de la rectitud. Vivió y murió lleno de buenas obras». (Los Visitadores, t. I, págs. 233-273.)