Luisa de Marillac, Pensamiento 050: Reglamento para las Hermanas enviadas a Le Mans

Francisco Javier Fernández ChentoEscritos de Luisa de MarillacLeave a Comment

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Author: Luisa de Marillac .
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[i]E. 50 (L. 134)         Reglamento para las Hermanas [ii]enviadas a Le Mans 1. pp.753-754

(Miércoles, 2 de mayo de 1646)

169. Sor 2. Ver c. 75, n. 1Juana Lepintre 2 llevará a Le Mans un corazón lleno de caridad, tanto hacia los pobres enfermos como hacia las Hermanas a las que acompaña y a las que allí encuentre.

Tendrá gran cuidado de tolerar y edificar a las Hermanas primeras que (encontrará) en el Hospital y tratará con suavidad de inclinarlas a la práctica de sus reglas, según 3. Ver c. 117. n. 1se lo ordene el señor Portail 3, teniendo para con ellas un respeto cordial. (Las Hermanas) respetarán profundamente a los señores Administradores y obedecerán al Superior de la Misión.

Nos comunicarán noticias suyas lo más a menudo que puedan, haciéndonos saber lo que ocurra entre ellas y otras cosas de las que sea necesario avisarnos.

Aunque haya un boticario, ellas se encargarán, de todas formas, de administrar a las mujeres y jóvenes solteras las lavativas.

Se acordarán de las enseñanzas del señor Vicente, en especial de la de no tener comunicación alguna con hombres, aun eclesiásticos, sin necesidad y no en otro lugar que en la iglesia o en el hospital.

No olvidarán que han de tener entre ellas una gran dulzura y tolerancia con apertura de corazón y gran confianza en la Hermana Sirviente para todas sus necesidades.

Saludarán de mi parte a todos los señores de la Misión, a quienes respetarán mucho y no abusarán de su bondad y paciencia, y observarán con ellos el mismo trato que se tiene en la Casa.

Yendo por los caminos (durante el viaje) se acordarán de cumplir lo más exactamente que puedan sus reglas; en los lugares en que se detenga la diligencia, irán a la iglesia a adorar al Santísimo Sacramento, excepto la que se encargue de ir a la posada para las provisiones y demás cosas necesarias; y si tienen tiempo, irán al hospital, si lo hay en el lugar, a visitar a algunos pobres enfermos, acordándose de que no están en el mundo más que para amar y servir a Dios y al prójimo.


[i]E. 50 Rc 3 lt 134. Original.

[ii]1. Texto manuscrito sin firmar. No es autógrafo de Luisa de Marillac. Está catalogado entre las Cartas (Nota de la traductora)

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