Luisa de Marillac, Pensamiento 018: Reglamento de la Caridad

Francisco Javier Fernández ChentoEscritos de Luisa de MarillacLeave a Comment

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Autor: Luisa de Marillac .
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El fin para el cual debe ser instituida la Cofradía de la Caridad

50. Quedará instituida en la Iglesia Parroquial, en la capilla del Santísimo Sacramento, lugar de unión, para honrar a Nuestro Señor Jesús, su Patrón, y a su Santa Madre; y para asistir a los pobres enfermos de dicha Parroquia, espiritualmente, procurando que los que mueran salgan de este mundo en buen estado y los que sanen formen resolución de no ofender ya jamás a Dios; y corporalmente, proporcionándoles lo que necesiten como alimento y medicinas, y finalmente, para dar cumplimiento al ardiente deseo que Nuestro Señor tiene de que nos amemos unos a otros.

Del Patrón de la Cofradía

Será Nuestro Señor Jesucristo que es la Caridad misma.

De qué personas estará compuesta

51. De un número fijo de honestas mujeres casadas y solteras, de las que aquéllas no serán admitidas sino con el consentimiento de su marido, y éstas con el de sus padres; llevarán el nombre de siervas de los pobres.

De las Oficialas (o miembros de la Junta)

Dichas siervas de los pobres elegirán a tres de ellas que llevarán la dirección de la Cofradía, siguiendo los consejos del señor Cura Párroco o de aquél a quien le plazca nombrar; una de las tres será Directora o Superiora y las otras dos, primera y segunda Asistenta

De la Directora

La Directora hará cuanto esté en su mano para que el presente Reglamento se observe en todas sus partes, que cada una de las siervas de los pobres cumplan con su deber y que los pobres enfermos estén bien atendidos, y procurará el aumento de los ingresos de dicha Cofradía recibirá a los pobres enfermos al cuidado de la Cofradía, después de qué hayan confesado y comulgado, y conservará en su poder una de las llaves de la arqueta en que se guardará el dinero de aquélla.

De las Asistentas

Servirán de consejeras a la Directora, una de ellas guardará el dinero corriente con la otra llave del arca, y la otra se hará cargo de los enseres de la Caridad y de que se lave la ropa.

Del deber de cada una de las siervas de los pobres

52. Mirarán a los pobres enfermos como a sus hijos, de los que Dios las ha constituido madres, los servirán como se dice a continuación, cada una en el día que le corresponda, asistirán a la Misa rezada de dicha Cofradía, que mandarán celebrar uno de los primeros días de cada mes, a saber, en el día (de la semana) en que haya caído en el año la fiesta de la Natividad de Nuestro Señor, con la intención de unirse todas en la Caridad de Nuestro Señor y las que puedan hacerlo cómodamente se confesarán y comulgarán en dicho día, y rogarán todas por cada una de las siervas de los pobres que fallezca como también por los pobres a los que hayan asistido, y rezarán todos los días, por la mañana y por la noche, un Padrenuestro y Avemaría por la conservación y crecimiento espiritual y material de dicha Cofradía y por los que la hayan favorecido; procurarán que les dirijan una predicación en los primeros días de fiesta del mes, tanto para moverlas a perseverar como para persuadir a quienes oigan dicha predicación a hacer el bien a la Cofradía.

De cómo se las habrán las siervas de los pobres para servirles

53. Cada una de las siervas de los pobres tendrán un día fijado para hacer el servicio de la manera siguiente; la que esté de turno, irá a recoger la carne a la carnicería, el pan a la panadería y el vino al mesón, 1. Tarja: tablita o chapa que sirve de contraseña para ir marcando lo que se saca o compra fiado. Lo usan para llevar cuentas las personas que no saben escribir (Dic. de la Real Academia, Ed. 1984).con tarjas 1 en las que se anotará lo que se lleve; preparará la comida y la llevará a los enfermos, dándoles de comer a las nueve de la mañana y haciendo lo mismo con la cena hacia las cinco de la tarde; una vez terminada su jornada, avisará a la que la sigue que le corresponde a ella servir a los pobres al día siguiente, le dará las tarjas y le comunicará el número y estado de los enfermos.

De cómo alimentar a los Enfermos

Cada enfermo recibirá de cuatro a cinco onzas de carne de cordero o de ternera en cada comida, tanta cantidad de pan como razonablemente pueda comer, y medio cuartillo de vino, según medida de París. Los días de vigilia tomarán dos huevos en cada comida, con caldo hecho con mantequilla y yema de huevo.

De la caridad mutua entre ellas

54. Se querrán entre sí como hermanas que hacen profesión de honrar a Nuestro Señor con un mismo espíritu, en la virtud que El practicó con mayor perfección y recomendó con mayor empeño, que es la Caridad; con tal fin, se visitarán mutuamente y se ayudarán mutuamente sanas y enfermas, orarán unas por otras, sobre todo en caso de enfermedad y de muerte, como ya queda dicho. En una palabra, harán cuanto esté de su parte para que salgan de este mundo en buen estado. No obstante, todo ello sin obligación de pecado ni mortal ni venial.

De la elección de las Oficialas (miembros de la Junta) y de la rendición de cuentas

55. La elección de dichas Oficialas se hará cada dos años, en el primer día laborable de cada uno, por las siervas de los pobres, a pluralidad de votos, o antes si fuere necesario, como sería si una de éstas falleciere o hubiere de ausentarse por mucho tiempo. Las cuentas se rendirán en el mismo día, en presencia del citado señor Cura o de aquel a quien le plazca nombrar; la Tesorera tendrá obligación (de entregar) en tal ocasión, en manos de la que ha de sustituirla, el dinero sobrante; y la segunda Asistenta hará otro tanto con los enseres, en manos de su reemplazante.

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