(hacia 1630)
43. Traer lo más que pueda el espíritu ocupado en honrar la gloria que la humanidad santa de Nuestro Señor recibe en el Cielo, con el recuerdo del camino que siguió en la tierra, y desear imitarle, mirando a la Santísima Virgen, cómo acepta la privación de su Hijo, quedándose Ella en la tierra por el bien de los cristianos, con el deseo de permanecer aquí tanto tiempo como sea del agrado de Dios, para cumplir su santísima voluntad. Me acordaré también con frecuencia de las disposiciones de los Santos Apóstoles para recibir al Espíritu Santo, principalmente su serenidad tranquila en la espera.
Mortificarme interior y exteriormente en todo lo que pueda.
Ofrecer todos los días a Dios, varias veces, la caridad que El puso en el corazón del Bienaventurado Francisco de Sales, y pedir la intercesión de este Santo para que se cumplan en mí los designios de Dios.
Lectura de los Libros 8.° y 9.° 1. El Tratado del Amor de Dios. del Obispo Monseñor Francisco de Sales.del Amor de Dios 1, con espíritu de mansedumbre, haciéndola con calma y atención.
Pedir me adviertan de mis faltas, acusarme de ellas y pedir penitencia.







