Hija de la Caridad sierva de los pobres enfermos
París
(11 de agosto de 1646)
Querida Hermana:
Estoy muy sorprendida de no haber recibido más cartas de usted que la que nos escribió el sábado1 siguiente al jueves en que marchamos y en la que no me daba muchas noticias porque tampoco las tenía. Espero de un día a otro que me haga usted más sabedora. Diga, por favor, a nuestras queridas Hermanas que le pregunten por nuestro regreso que nuestros asuntos van bastante adelantados y que les ruego a todas den gracias a Dios por las bendiciones que su bondad está otorgando a este establecimiento. Si nos continúa sus gracias, pronto nos verán ustedes; pero hemos estado catorce días por los caminos2 y mucho me temo que tengamos que emplear otros tantos a la vuelta. Que se cumpla la santa voluntad de Dios. Me he encontrado tan bien de salud, que ya no tengo por qué temer emprender grandes viajes ni nada de lo que la voluntad de Dios me haga emprender para su servicio en el de los pobres. Son sus oraciones, queridas Hermanas, las que atraen de la bondad de Dios todos estos favores, estén por ello muy agradecidas y trabajen todas por adquirir la perfección y la fidelidad que Dios pide de ustedes. ¡Ah! ¡qué miserables e indignas de Dios seríamos si nuestra flojedad nos hiciera faltar a ello! Si ven ustedes a mi hijo, les ruego le digan que estoy sor rendida de que no me dé noticias suyas; si no fuera por el Hermano Ducourneau, hubiera estado muy preocupada. Ruego a Dios le conserve, y a todas ustedes, mis queridas Hermanas, de quienes soy, en el amor de Jesús Crucificado, su obediente hermana y servidora.
P. D Saludo a todas nuestras Hermanas, en general y en particular y las abrazo de todo corazón; he escrito a Sor Hellot,3 a Sor Juana Delacroix4 y a alguna más… que ha sido Sor Tourneton5 y me he quejado a Sor Ana6 de que no me ha escrito nada. Estoy segura de que Sor Luisa7 querrá escribirme, y unas letritas de su mano me darán mucho consuelo. Y Sor Anita8 podría añadir algo de palabra. Y Sor Margarita de Vienne… voy a renunciar a ella si no me escribe también unas letras. Hoy mismo hubiera deseado poder enviarle una buena ración de melón para su Comunidad. Y usted, Sor Francisca, ¿ha recibido Sor Ana toda la arena que le han enviado para sus palomas?9
- El sábado 28 de julio de 1646.
- Ver el relato del viaje a Nantes, C. 171.
- Isabel Hellot una de las asistentas (ver C. 164 n. 1).
- Juana Delacroix (ver C. 350 n. 5).
- Margarita Tourneton, acaba de regresar de Angers a donde había sido enviada en 1644 En 1647, salió bruscamente de la Comunidad.
- Ana Hardemont (ver C. 120 n. 2).
- Luisa Cristina Rideau, de Saché estaba en la Casa Madre desde 1642. En 1655, será enviada a Montmirail; en 1660, elegida tesorera.
- Ana Rosa (ver C. 155 n. 13).
- Francisca Fanchon, la jardinera (ver C. 653 n. 1). Esta última frase de difícil interpretación, el Padre Castañares la traduce: «Sor Francisca quería saber si Sor Ana la pequeña ha recibido toda la arena que le ha enviado para su palomas». En ese caso, la Sor Francisca aludida sería Francisca Noret, que viajaba en compañía de Luisa de Marillac (ver Castñ. C. 190, p 318, 1).