Lectio Divina para 6º Domingo de Pascua (preparada por Chuno Chávez Alva, C.M.)

Francisco Javier Fernández ChentoHomilías y reflexiones, Año CLeave a Comment

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LA PALABRA HOY: Hechos 15,1-2.22-29; Salmo 66; Apocalipsis 21, 10-14.22-23; Juan 14,23-29.

Ambientación: Cirio pascual, adornado con flores blancas. Frase: Les dejo la paz, les doy mi paz

Cantos sugeridos: A Dios den gracias los pueblos (salmo 66);

Ambientación

El Espíritu Santo, prometido por Jesús a sus discípulos, ofrece a quienes lo acogen la gracia de la comunión de vida con Dios y de la paz, en el sentido bíblico de dicha en plenitud. Motivados por estas promesas, caminemos hacia la nueva ciudad de Dios, donde habita el Cordero y donde tienen cabida todos los pueblos.

Oración inicial

Señor Jesús,
Tú nos prometes un defensor,
Alguien que nos recordará y aclarará
todo lo que Tú nos has dicho.
Ahora que vamos a reflexionar tu Palabra,
te pedimos que infundas en nosotros
ese Espíritu que nos prometes,
para que comprendamos
toda la dimensión y el sentido
de tus enseñanzas
para que siendo conscientes
de lo que nos dices,
vivamos en plenitud nuestra fe en ti,
siguiéndote y experimentando en nosotros,
tu presencia viva y transformadora.
Ven Señor, ven y llénanos de tu Espíritu
para vivir tu Palabra y así asumir
tu estilo de vida,
siendo y actuando como Tú.
Que así sea.

I. Lectio: ¿Qué dice el texto? – Juan 14, 23-29

Motivación: Para que la comunidad no se quede sola, Jesús promete enviarle su Espíritu, así se podrá evitar el peligro de olvidar o tergiversar la auténtica palabra de Jesús; palabra cuyo cumplimiento es la única garantía de estar viviendo como verdadero discípulo suyo. Escuchemos.

Forma de leerlo:

  1. Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
  2. Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención (sentados).

Preguntas para la lectura:

  • ¿Cuáles son las recomendaciones que Jesús ofrece en este pasaje a sus seguidores?
  • ¿Cómo pueden los discípulos amar y mantenerse fieles a las palabras del Hijo?
  • ¿Quién les recordará y explicará todo cuando falte Jesús?
  • Jesús entregará a la comunidad otro don. ¿De qué don se trata? ¿Qué tiene de especial?

Otros textos bíblicos para confrontar: Lucas 24,36; Juan 16,33; Efesios 2,14.

II. Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?

Motivación: Como un día hizo con sus discípulos, también el Señor hoy nos recuerda que no estamos solos. El Espíritu continúa ayudándonos a comprender en profundidad sus enseñanzas para que la presencia del Padre y de Jesús sea plena en quienes los aman y en todo nuestro mundo.

  • ¿Qué importancia le doy a la Palabra de Dios en mi vida?, ¿la tomo como alimento de mi vida y sustento de mi fe?
  • En nuestros problemas: ¿Dejamos al Espíritu Santo que nos recuerde lo que Jesús nos enseñó? ¿De qué manera podemos hacer eso?
  • ¿Cómo es la PAZ de Jesús? ¿Cómo es la PAZ del mundo?
  • En nuestra vida concreta de cristianos: ¿Sabemos vivir con la paz de Jesús? ¿Cómo podemos ofrecerla en los ambientes en que nos movemos?

Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.

III. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?

Motivación: El Evangelio nos ha asegurado que el Espíritu Santo nos recordará y explicará todo. En ambiente de oración, nos dejamos enseñar por él, porque amamos a Jesús y queremos mantenernos fieles a sus palabras.

  • Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada.
  • Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo (Salmo 66).

IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?

Motivación: Para Vicente, el amor efectivo consiste en hacer las cosas que la persona amada manda o desea; de este amor es del que habla nuestro Señor, en el texto que hoy hemos meditado:

Amar a alguien, propiamente hablando, es querer su bien. Según esto, amar a nuestro Señor es querer que su nombre sea conocido y manifestado a todo el mundo, que reine en la tierra, que se haga su voluntad en la tierra como en el cielo…

La señal de este amor, el efecto o el sello de este amor, hermanos míos, es lo que dice nuestro Señor, que los que le aman cumplirán su palabra. Pues bien la palabra de Dios consiste en sus enseñanzas y en sus consejos. Daremos una señal de nuestro amor si amamos su doctrina y hacemos profesión de enseñarla a los demás. Según esto, el estado de la Misión es un estado de amor, ya que de suyo se refiere a la doctrina y a los consejos de Jesucristo; y no sólo esto, sino que hace profesión de llevar al mundo a la estima y al amor de nuestro Señor. (XI, 736)

  • Compromiso personal y comunitario: Ser dóciles a la enseñanza del Espíritu Santo para edificar nuestra vida familiar, comunitaria, parroquial… según el deseo de Dios.

Oración final

Señor Jesús,
Tú que nos invitas a vivir tu Palabra,
a hacer nuestras tus actitudes y sentimientos,
derrama tu gracia en nosotros,
para que el Espíritu Santo
venga en nosotros y nos transforme interiormente,
ayudándonos a vivir más plenamente
nuestro seguimiento y adhesión a ti.
Ven Señor. Ven a nosotros
y danos tu Espíritu Santo
para que nos aclare todo lo referente a ti,
para que nos ayude a comprender
tu vida y tus enseñanzas,
y nos lleve a unirnos vivencialmente a ti,
asumiendo tus mismas actitudes
y tu misma disposición,
viviendo como Tú,
siendo como Tú,
actuando como Tú,
siendo Tú todo para nosotros.
AMÉN

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