III.- DE LA ESCUELA DEL CATECISMO A LA ESCUELA DEL SENTIDO
Hemos visto como la Escuela Vicenciana en sus orígenes está centrada en la enseñanza del catecismo y lo ha estado durante tres largos siglos de su historia. El mundo y la sociedad han cambiado. 1a Iglesia ha dado unas consignas para renovar y recrear la Escuela Católica. Urge en este momento estar a la escucha de los signos de los tiempos y de la misma sociedad que se expresa y opina también sobre la Escuela Católica.
El sociólogo D. Juan González Anleo en su libro «Religión y Sociedad», publicado por la Fundación Santa María, en Madrid (1991), advierte una cuestión muy reveladora para nosotros profesores de la escuela vicenciana. A la pregunta: ¿en qué grado crees que la Escuela Católica ofrece una formación integral?
Las contestaciones se agrupan así:
- formación humana en un 66%
- formación social en un 20%
- formación religiosa en un 53%
- formación académica en un 75%
Ante la pregunta: ¿cómo calificas el ambiente de orden, disciplina y regularidad de la escuela católica? La contestación del 100% es: sobresaliente.
Y yo me pregunto y os pregunto ¿qué es lo que está distinguiendo a la escuela católica?…
En el Congreso sobre «Educación en Valores» celebrado en Madrid, del 8 al 10 de noviembre de 1996, otro sociólogo D. Javier Elzo nos comunicaba el resultado de otra encuesta reveladora:
¿En qué lugares recibes las ideas más importantes que configuran decisivamente tu existencia?
Las respuestas se reparten así:
- Un 60% en mi familia
- Un 50% en el grupo de amigos
- Un 33 % en los medios de comunicación social
- Un 15% en la escuela
- Un 10% en los libros y comics
- Un 5% en la Iglesia
Además, el citado sociólogo afirmó: «Las encuestas que yo he realizado a muchos alumnos de escuelas católicas, reflejan que son los más conformistas y los menos críticos».
Estos datos son una llamada a revisar nuestros métodos y estilos educativos.
3.1. Comunidades abiertas y minorías activas
La renovación y recreación de la Escuela Católica, y nuestra Escuela Vicenciana lo es, se vincula a la apertura de la comunidad educativa ante la acción de minorías activas, movidas por la inspiración del Espíritu Santo, como Margarita Naseau, minorías creativas, audaces y comprometidas que transmiten la Fe y orientan su vida por el Evangelio de Jesús.
La comunidad educativa abierta se caracteriza por relaciones cálidas y gratificantes entre sus miembros: profesores-alumnos-padres-entidad titular; relaciones totales de personas con rostro concreto, conocidas por su sentir, pensar y vivir, no sólo por la foto de los «papeles».
En una comunidad así, es posible la animación de minorías activas que influyen en la sociedad por su «fuerza de contraste» en la vida, no por el poder, el dominio o el dinero.
Estas minorías activas formadas por pocos profesores cristianos comprometidos, son responsables de la animación constante de la «imagen fantástica» o utopía del futuro, motivando a trabajar con ilusión y entusiasmo por «recrear la escuela». Estas minorías activas se sitúan a la caza de cerebros y corazones de laicos comprometidos e ilusionados con la Escuela Católica, bien cada vez más escaso y cada día más necesario. Estas minorías activas se esfuerzan por ser casa abierta a los valores evangélicos: justicia, respeto, solidaridad, servicio, disponibilidad y compromiso en la liberación de los pobres, con el riesgo de ser tachados de «desviados sociales» como los primeros cristianos y la primera educadora vicenciana: Margarita Naseau.
3.2. La enseñanza de la religión y la pastoral
Todas nuestras escuelas gozan de la gratuidad en los niveles obligatorios. Están abiertas a toda clase de alumnos sin discriminaciones de ningún tipo. El Ministerio de Educación y Cultura subvenciona al profesorado y los gastos de funcionamiento y es frecuente oír las siguientes falacias en las puertas de nuestros centros:
- Desde la enseñanza concertada que pagamos todos no se debería ofrecer la enseñanza de la Religión por respeto al pluralismo religioso de la sociedad. Se trata de una acusación falsa porque la instrucción religiosa centrada en conocimientos y saberes proporciona cultura religiosa que satisface la dimensión transcendente del hombre. Sin esto, la educación no es integral.
- Una segunda falacia: «No se puede imponer la Fe y menos evaluarla». Efectivamente, no se puede imponer. La Fe es don de Dios. Las clases de religión no imponen la fe a nadie, ofertan contenidos sobre el hecho religioso cristiano para su conocimiento y sólo se evalúan los conocimientos adquiridos.
- El derecho a estudiar la Religión para unos alumnos se convierte en una carga para los demás, afirma otra de las falacias. La religión nunca es carga para quien no quiere estudiar. Tenemos la alternativa de la Ética, aunque en este momento está muy poco definida. Hemos de seguir reclamando la alternativa de Ética, definida y clara. Las alternativas de coleccionismo, juegos, etc. suponen una seria dificultad y una propuesta devaluadora del mismo hecho religioso.
- La asignatura de Religión degenera con frecuencia en catequesis; es mejor suprimirla, afirman otros. Debemos de cuidar que la clase de religión sea clase auténtica, seriamente planificada y preparada y dejar el aspecto catequético para los grupos de profundización en la Fe y compromiso cristiano.
Sin miedo a las acusaciones y en fidelidad a las llamadas de la Iglesia, revisemos y planifiquemos los ámbitos y agentes de la acción pastoral y evangelizadora de nuestros centros educativos.
- El proyecto curricular del centro, inspirado en el carácter propio y en el proyecto educativo evangelizador.
- Los programas de las diferentes áreas: el saber en función de la vida y de su misterio, con lectura humana y creyente de las distintas asignaturas para llegar al diálogo fe-cultura.
- La enseñanza Religiosa escolar (ERE) debe:
- Tener en cuenta el cambio cultural, no identificar el cristianismo con una cultura única, proporcionar diferente enfoque del estudio de la Religión, tener en cuenta el lenguaje desfasado y actualizado.
- Utilizar los nuevos y buenos lenguajes audiovisuales, las nuevas tecnologías educativas…
- Tener en cuenta que el reto de la nueva Evangelización supone la inculturación de la Fe y la evangelización de la cultura.
- Presentar los saberes sobre el hecho religioso cristiano de forma crítica y sistemática.
- Facilitar a los alumnos el diálogo fe-cultura.
- Educar el sentido religioso de cara a una síntesis de fe-vida.
- Propuestas de trabajo interdisciplinar para el profesorado.
- Programación del Equipo de Pastoral: valores a trabajar durante el curso, fiestas, celebraciones acompañamiento de los grupos, campañas, conexión con redes del entorno.
- El ambiente escolar, ámbito esencial de propuestas y realizaciones: escuelas de padres, asociaciones, grupos y movimientos de profesores, grupos de J.M.V., etc.
3.3. Transmisión de valores evangélicos: inspiración y profecía
Los que estamos día a día en la escuela sabemos bien y experimentamos la dificultad de conectar con el núcleo de la persona del alumno, donde germinan y crecen los frutos educativos. Muchos viven desde la superficie y la apariencia, otros sufren desestructuración familiar y personal, bastantes andan desorientados y sin motivación.
Además con frecuencia los educadores experimentamos falta de entusiasmo, serenidad y unidad personal, cansancio, estrés, y pérdida de la perspectiva educativa y vocacional. A ello se une la falta de apoyo por parte de las familias y del ambiente, también cierto sentido del fracaso ante los resultados obtenidos.
El exceso de «papeleo» nos convierte sobre todo al «principio» y al «final» de curso en «funcionarios burócratas»…, en algunos surge la tentación del abandono y del pesimismo.
Una escuela trasmisora de valores reclama una organización dominada por el sentido comunitario capaz de fortalecer y apoyar a los educadores para que puedan superar todas las tentaciones de abandono. Esta escuela debe tener las siguientes claves organizativas:
- Sentido de Comunidad Educativa.
- Atención a las clases populares y a los pobres.
- Elementos de integración interclasista.
- Criterios de acogida cordial y apertura a la zona.
- Sentido de la ciencia y del saber funcionales con aplicación a la vida.
- Sentido comunitario en los diferentes estamentos organizativos y relacionales.
- Márgenes de participación en la vida de la escuela con cauces concretos.
- Criterios interdisciplinares en la distribución de contenidos con atención especial al diálogo fe-cultura.
- Apertura a una evangelización misionera con proyección en la tarea diaria.
- Relación con el entorno de la escuela.
3.4. Echar las redes
Los seguidores de Jesús, evangelizadores por elección eran pescadores en su mayoría. Una vez estuvieron toda la noche pescando y no recogieron nada. Al amanecer Jesús se hizo presente, estaban desanimados y cansados. El les dijo: «echad las redes», y recogieron gran cantidad de peces (Jn 21, 4-6).
Hoy se habla mucho de la Escuela en red. Macesoli, en su libro «El tiempo de las tribus», propone un pentágono coordinado capaz de transformar paulatinamente la sociedad:
- La escuela.
- La familia.
- Las comunidades y asociaciones capaces de crear misterio a su alrededor.
- El clima cordial y fraterno.
- Las redes solidarias como: campañas de solidaridad, grupos pasajeros de ayuda humanitaria, fiestas, romerías, plataformas como la del 0.7, confluencias efímeras de personas en torno a una causa justa, manifestaciones, etc.
Echar las redes supone saber conectar con las personas implicadas en redes de solidaridad, paz, justicia para suscitar sensibilidad, colaboración o compromisos más fuertes como el de las minorías activas… Aprovechemos las redes del mundo y echemos las redes sin miedo. Aprendamos a pescar movidos por el viento del Espíritu. Así llegaremos a educar evangelizando:
- Por el ambiente participativo y solidario de nuestras escuelas. — Por la estructura directiva participativa y relacional.
- Por la transmisión de saberes articulados interdisciplinariamente en el diálogo fe-cultura, mediante las clases, conferencias, actividades complementarias y extraescolares, lecturas, teatro, deportes, talleres tecnológicos o artísticos.
- Por la opción concreta por los más débiles, en los programas de diversificación curricular, programas de garantía social. Educación y promoción permanente de adultos con analfabetismo práctico.
- Por las actuaciones de los pequeños gestos:
- Campaña del ayuno solidario
- Campaña de acogida al extranjero
- Campañas de boicot al consumo de marcas determinadas que provocan injusticias.
- Protesta solidaria contra la T.V: no ver determinados pro
- Vivir un mes toda la familia con el salario mínimo interpro
- Colaborar con una ONG.
- Campañas ecológicas: reducir, reciclar, reutilizar.
- Romper la seducción hacia el consumismo, con slogans: «no compres», «sé libre»…
- Campañas contra la manipulación de T.V: sentido crítico, «ponte otras gafas»…
- Campañas de tiempo para ayuda al otro necesitado. Campañas de interiorización y reflexión…
Echemos las redes y motivemos a compañeros nuestros a ser minoría activa de fermento en la masa.
En tu nombre Jesús maestro, y para continuar tu misión entre los pobres, queremos echar hoy y siempre nuestras redes.
Sor Ángeles Infante. CEME.