Las Hijas de la Caridad durante la Revolución Francesa

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CRÉDITOS
Autor: Elisabeth Charpy, H.C. · Año publicación original: 2011 · Fuente: Ecos de la Compañía, con informaciones extraídas de los Anales de la Congregación de la Misión.
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A partir del 27 de noviembre de 1790, todos los eclesiásticos deben prestar juramento a la Constitución civil del Clero. Las Hermanas se niegan a participar en las misas de los sacerdotes juramentados1.

Año 1791

9 de abril de 1791

En Saint-Malo, las Hermanas son expulsadas y se marchan con sus familias. Sor Louise Gamblinqui se esconde entre los pobres. Es detenida y encarcelada, y al cabo de nueve meses se pone enferma. Las vendedoras de pescado de Saint-Malo, advertidas de su estado de salud, con gritos y amenazas piden al Comité revolucionario su liberación. Sor Louise fue conducida al hogar de una de las vendedoras, que la cuidó con mucho cariño.

En Paris, numerosas casas religiosas son invadidas por una muchedumbre enloquecida. Las Hermanas son injuriadas, pegadas y algunas violadas. Tres Hijas de la Caridad de la Parroquia de Santa Margarita mueren por los malos tratos sufridos en la calle.

En la misma época, las Hermanas de la parroquia «Bonne Nouvelle» de Paris son llevadas a golpes a la parroquia del sacerdote juramentado. Al rechazar el juramento, los revolucionarios les tiran sillas a la cabeza, quedando como enterradas bajo un cúmulo de sillas. Luego pueden volver a su casa. Los revolucionarios las encerraron allí, pensando que morirían de hambre. Unos vecinos las hicieron huir por su propia casa.

Las Hermanas de la Parroquia de San Sulpicio son expulsadas, pero consiguen reagruparse en una casa de alquiler, viviendo así durante nueve años. Igualmente las Hermanas de San Nicolás de los Campos.

4 de junio de 1791

En Dijon, las Hijas de la Caridad son expulsadas de su escuela. Se les prohibió seguir instruyendo a los niños.

9 de julio de 1791

En Carcassonne, las Hermanas deben prestar juramento, las que se niegan tienen que oír «la narración aflige las costumbres, la religión y los verdaderos amigos del orden «.

13 de julio de 1791

En Troarn (Calvados), los soldados de la guardia nacional invaden el hospital: cogen a las Hermanas, las arrastran por las calles, las insultan, las tiran al suelo y las amenazan con hacerlas pedazos. Por la tarde regresan a su comunidad pensando en la Pasión de Cristo.

Durante el año 1791

En Burdeos, las Hermanas rechazan ir a la Misa de los sacerdotes juramentados. Dos hermanas son detenidas, maltratadas,  sumergidas dos veces en el río del que las retiran medio muertas. Regresan luego a su casa. Las Hermanas del hospital son condenadas a ir, dos horas al día a pavimentar las calles. Las Hermanas jóvenes son injuriadas, burladas.

En Versailles, las Hermanas que se niegan a acompañar a sus niños a la Misa de un sacerdote juramentado, son azotadas y conducidas a la Iglesia, luego son expulsadas de su casa.

En Cazoul, una Hermana de 28 años es arrastrada por un hombre que la quiere violar y matar. Con calma, pide un tiempo para encomendar su alma a Dios. Se arrodilla y reza un momento. Se levanta y le dice: «Estoy preparada, ya me puede matar». La tranquilidad de la Hermana desarma a su asesino que huye.

En Aumale, las Hermanas pasan tres días en la cárcel, luego vuelven a su trabajo. Siempre estuvieron en relación con los Superiores.

En Rennes, Sor Montagnier que trabajaba en la prisión desde hacía 41 años, rechaza el juramento. Es encarcelada durante largos meses con aquellas a las que servía; continuó confortándolas.

En Vannes, las Hermanas son entregadas al hazmerreír y a la burla de la población. Son paseadas en unos asnos llevando encima  letreros malintencionados.

En Morlaix, las cinco Hermanas son arrojadas a la cárcel, sin jergón, en el frío suelo con ratas.

Año 1792

1 de enero de 1792 

Circular de la Madre Deleau. » Sean generosas para soportar por amor de Dios, la diversidad de las penas que podrán sobrevenirnos, aunque sean las más mortificantes.»

21 de enero de 1792

Diecisiete miembros de las milicias nacionales invaden por la noche el Hôtel-Dieu de Morée, comen, beben, amenazan a las Hermanas. El día siguiente, después de haber registrado a las Hermanas sin miramiento, las hacen subir en una carreta y las conducen a la prisión de Châteaudun.

1 de febrero de 1792  

Circular de la Madre Deleau » Estén siempre muy atentas a las necesidades de los pobres, consuélenles de las privaciones que puedan experimentar, no  podrán aliviarles más que en la medida de las facultades que se os concedan. Manténganse en paz y en la santa unión que debe reinar entre ustedes. «

12 de febrero de 1792

Desde hacía varios meses, un sacerdote juramentado se ha instalado en la parroquia de Mitry. Las Hermanas se niegan a ir a misa y a llevar a los niños. Son expulsadas de su casa y acogidas por una persona de la parroquia.

Febrero de 1792

Las Hermanas de Yvré-l’Evêque (cerca de Le Mans), al rechazar el juramento, son expulsadas y encarceladas. Sor Ythier, Sor Godriot y Sor Longchamp, son llevadas, atadas, para ser guillotinadas. La llegada de los Vandeanos provoca la huida rápida de los Revolucionarios. Las Hermanas son liberadas. Los Vandeanos, también llamados Chuanes,  son campesinos monárquicos del oeste de Francia, que han tomado las armas para combatir a los revolucionarios. Están indignados por la magnitud de la persecución religiosa.

6 de abril de 1792, (Viernes Santo) El gobierno revolucionario vota la supresión de todo hábito religioso.

9 de abril de 1792 (Lunes de Pascua)

Circular de la Madre Deleau. » Para poder seguir el servicio de los pobres, préstense a todo lo que honestamente se les pueda exigir en las circunstancias actuales, con tal que no haya nada contra la religión, la iglesia y la conciencia…. Vístanse sencilla y modestamente. «.

El 14 de agosto de 1792, después del encarcelamiento del Rey, se instaura el juramento llamado Libertad-Igualdad. Se impone a todos los franceses que reciben una pensión del Estado. Los sacerdotes, las religiosas hospitalarias deben prestarlo.

3 de septiembre de 1792

En el Seminario «Saint-Firmin» de París, matanza de más de 70 sacerdotes, entre ellos dos padres Paúles: Louis-Joseph François (41 años) y Jean-Henri Gruyer (58 años)

Septiembre de 1792 

Guarniciones de soldados nacionales se establecen en la Casa-Madre, relegando a las Hermanas en un piso pequeño. Utilizan para su uso personal los bienes de la comunidad: cama, alimento, ropa, madera y velas.

27 de septiembre de 1792

Todos los bienes de la Casa-Madre son precintados por los Comisarios de la Revolución.

2 de octubre de 1792

Dos Comisarios vienen a la Casa-Madre de las Hijas de la Caridad para hacer el inventario de los inmuebles y de los bienes muebles precintados unos días antes.

10 de octubre de 1792

Los diversos contratos de las 420 casas en la provincia y de las parroquias de París son entregados a los Archiveros de la Municipalidad de Paris. Todos los documentos cogidos ese día, son considerados como Bienes Nacionales, son depositados en los Archivos de la Municipalidad de Paris. Actualmente es posible consultarlos en los Archivos Nacionales de Francia.

21 de noviembre de 1792

Última circular de la Madre Deleau: proseguir el servicio de los pobres, » mientras se considere bueno «, y no escribirle más.

Durante el año 1792                                        

En Avalon, las Hermanas son injuriadas, sufren malos tratos y son expulsadas.

En Saujon, después de numerosas vejaciones e injurias, las Hermanas son arrojadas en la cárcel, viviendo en condiciones muy difíciles.

En Lyon, la Hermana Sirviente, Sor Ollivier,  al rechazar el juramento, es arrastrada a la cárcel. Permanece durante 8 días en una celda sobre la paja, sin alimento. Las Hermanas obtienen su liberación.

En Saint Martin de Ré, las Hermanas, al negarse a hacer el juramento son echadas de su casa y enviadas a la Rochelle. Viven 18 meses en la cárcel del Fort de Brouage, oyendo sin cesar gritos de muerte. A la salida, pobres de todo, son recogidas por algunos vecinos de la Rochelle, luego vuelven a la Isla de Ré.

En Hennebont, las Hermanas rechazan el juramento. Para obligarlas a dejar su casa, ponen un cañón apuntando a la puerta de su casa, los revolucionarios se disponen a encender la mecha. Dos de las Hermanas son acogidas durante dos meses en casa de unos vecinos. Tratan de refugiarse en Belle-Isle en Mer, pero rápidamente son reconocidas y expulsadas al grito de: «La maldición deja la Isla «. Van a Vannes, pero no pueden quedarse. Perseguidas, llegan a Rennes y luego a París. Una de ellas es enviada a Turín con otras dos Hermanas y dos Padres Paúles. Escondido en un gran libro, llevan el corazón de san Vicente.

En Nancy, las Hermanas al rechazar el juramento, son sometidas a un interrogatorio individual, para evitar un rechazo colectivo. Los revolucionarios deciden comenzar por la más débil y tímida, para que se dejase influenciar. Sor Cecilia se presenta, habiendo orado intensamente. Responde con firmeza: «He hecho un primer juramento el día de mi Bautismo y otro, el día de mis votos. No haré ningún otro. Si quereis mi cabeza, aquí la teneis». Los revolucionarios desconcertados por su valentía, la envían a su casa y dejan a las demás Hermanas tranquilas.

En Saint-Aignan, las Hermanas son expulsadas, pero reciben muchas muestras de respeto.

En Agde, Sor Françoise es conducida a palos a la cárcel por haber rechazado el juramento. A su salida, tres meses más tarde, es acogida por los vecinos.

En Pau, las Hermanas son expulsadas del Hospital. Pero como los enfermos están totalmente abandonados, llaman a las Hermanas  y son «requisadas».

En Vichy, Sor Madeleine Besnard y sus compañeras rechazan el juramento. Son expulsadas del hospital.

En Châtillon sur Seine, las Hermanas son expulsadas. Sor Catherine Soucial al volver con su familia, se pierde y llega a Moutiers saint Jean. Unos años más tarde encontrará allí a Catalina Labouré.

Año 1793

9 de junio de 1793

En Castres, las Hermanas son amenazadas de expulsión porque perturban el orden público. Prestan juramento sin comprender bien el sentido. El 9 de junio, se retractan. Son expulsadas de su casa y encarceladas en Péronne. Vuelven a la comunidad en 1795. El hospital, devastado, ha permanecido cerrado durante su ausencia.

20 de octubre de 1793

Todas las Hermanas del Hospicio de Bazas son encarceladas por haber rechazado el juramento.

6 de noviembre de 1793

Otras dos Hermanas de Hennebont expulsadas en 1792, son reconocidas, detenidas y enviadas a la cárcel de Auray.

11 de noviembre de 1793

La mayor parte de las Hermanas dejan definitivamente los locales de la Casa Madre

13 de noviembre de 1793

La Madre Deleau deja Paris. Permanece con su familia en Bray, Picardia.

24 de diciembre de 1793

Sor Marguerite Rutan es encarcelada.

Durante este año 1793

En Auch, Sor Deschaux y sus compañeras, son expulsadas del hospital y acogidas en Marciac en una familia que las oculta durante un año.

En Cahors, las Hermanas son encerradas en una sala del Ayuntamiento, sin ninguna ayuda. Una joven del Hospital, arriesgando su vida, les lleva regularmente comida y algo de ropa.

En Montpellier, Sor Judith Moustier y sus compañeras son expulsadas del hospital porque rechazan el juramento.  Se refugian en su familia.

En Libourne, las Hermanas del hospital son encarceladas y liberadas en 1795.

En Narbonne, las Hermanas son perseguidas y expulsadas.

En Auray, las cinco Hermanas fueron enviadas a la cárcel de Vannes. Probablemente una de ellas muere en la cárcel.

En Bray-en-Somme, las Hermanas del Hospital, han sido expulsadas de su casa y encarceladas en Péronne. Regresan de nuevo en diciembre de 1797.

En Toulouse, las Hermanas del Hospital (más de 30) son encarceladas hasta el final del Terror.

Año 1794

1 de febrero de 1794

En Angers, Sor Marie-Anne Vaillot (60 años) y Sor Odile Baumgarten (44 años) son fusiladas por negarse a prestar un juramento que su conciencia condenaba. Diecinueve de sus compañeras son, por el mismo motivo, encarceladas desde el 10 de marzo. Las otras doce deciden prestar el juramento para quedarse junto a los pobres enfermos.

4 de febrero de 1794

En Alençon, la ocho Hermanas del hospital, para quedarse al servicio de los enfermos, prestan el juramento de la siguiente manera: «juro mantener con toda mi fuerza la libertad, la igualdad, la unidad y la indivisibilidad de la República o morir defendiéndola».

11 de marzo de 1794

Cinco Hermanas del Hospital de Dax son encarceladas. La sexta la dejan en el hospital porque está enferma. Muere al año siguiente a los 51 años.

El Padre Cayla de la Garde, Superior general, deja Francia para ir a Roma.

20 de marzo de 1794

Cinco Hermanas del  hospital de Saint Pons-de-Thomières, para quedarse junto a los pobres enfermos, prestan juramento. La sexta Hermana, Madeleine Barreau, como se niega a prestarlo, es encarcelada.

26 de mayo de 1794

Dos de las Hermanas  de Belle-Isle son detenidas y encarceladas.

miércoles 9 de abril de 1794 

En Dax, Sor Margarita Rutan (58 años y 37 de vocación), Hermana Sirviente del Hospital, detenida desde el 24 de diciembre de 1793. Su proceso tiene lugar ese mismo día y será seguido inmediatamente por su ejecución: Sor Rutan es guillotinada. Sus seis compañeras, detenidas el 1 de marzo 1794,  son liberadas en noviembre.

24 de junio de 1794

En Angers, numerosas religiosas, entre ellas diez y nueve Hijas de la Caridad del hospital, son embarcadas para ser deportadas a Cayenne. Después de trece días de viaje en carreta de bueyes, llegaron a Lorient donde son alojadas en el Arsenal de la marina. Con toda la naturalidad se ponen al servicio de los numerosos marineros afectados por el escorbuto. Cuando los revolucionarios fueron a buscarlas para llevarlas a Cayenne, el comandante de la marina se niega a liberarlas y manda cerrar las rejas del Arsenal.

26 de junio de 1794 

En Cambrai, cuatro Hijas de la Caridad son llevadas en carreta por las calles de la ciudad. Detenidas y encarceladas en Arras el 15 de febrero. Con calma, cantando el Ave Maris Stella, Sor Jeanne Gérard (42 años) Sor Thérèse Fantou (47 años), Sor Jeanne Lanel (49 años) suben al cadalso. Sor Marie Madeleine Fontaine (71 años), la Hermana Sirviente, pide ser guillotinada la última. Por el camino, consuela a la población, prediciéndoles que ellas serán las últimas víctimas del Terror.

A modo de conclusión

Durante la Revolución un buen número de Hermanas, sobre todo las más jóvenes, vuelven con sus familias. Otros encuentran un cuarto de alquiler en el pueblo  o en  la ciudad donde habitan y, vestidas de seglar, discretamente, prosiguen su servicio de los pobres. Algunas parten exiliadas a Bélgica, Italia, Polonia.

En otros lugares, las Hermanas, para mantenerse en el servicio de los pobres, prestan el juramento solicitado, juramento que no les parecía contra su conciencia.

En 1797, la Madre Deleau regresa a Paris. Poco a poco las Hermanas, con frecuencia llamadas por el pueblo, regresan a su casa y reanudan su servicio a los pobres. Algunas no volvieron: fallecidas, edad avanzada, casadas, abandono,…  En 1793, se contaba con 3.300 Hermanas y 461 casas; en 1805 no había más que 1487 Hermanas y 244 casas.

  1. Un sacerdote no juramentado es el que rechaza prestar juramento a la Nación durante la Revolución francesa.

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