LAS HIJAS DE LA CARIDAD DE SAN VICENTE DE PAÚL EN PORTUGAL (II)

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ARTÍCULO II: DIVERSOS ESTABLECIMIENTOS DE LAS HIJAS DE LA CARIDAD

En la enumeración de estas casas seguiremos el orden cronológico, indicaremos la fecha de la fundación del esta­blecimiento y daremos a conocer la naturaleza de la obra; extendernos más sería traspasar los límites que nos hemos fijado.

1.°—Lisboa.—.Hospicio de Santa Marta

Hoy Asilo de San Vicente de Paúl, calle de Santa Marta, 96. 1819.

Después de haber pedido sin resultado, a la Casa Central, cuatro Hermanas francesas para formar la Congregación en Portugal, se procuraron las reglas de las Hermanas de Barcelona, cuyo hábito y velo también se adoptó.

Autorizada la Congregación en 1819, comenzó a funcio­nar en 1822, bajo la dirección de los Sacerdotes de la Misión. En 1824 había siete Hermanas al servicio de las en­fermerías de la Casa-Pía, trece estaban empleadas en el Hospital de San José, pero hacían falta lo menos cuarenta y siete.

Las demás Hermanas vivían en la rua da Caridad, desde donde se distribuían por los diversos barrios de la población para cuidar y velar los enfermos a domicilio. En 1831 adquirieron con dinero propio el Hospicio de Santa Marta é instalaron en él el Noviciado. Hacían mucho bien y eran estimadas de todos. Por ciertas dificultades que so­brevinieron se pusieron bajo la inmediata obediencia del Ordinario, que era el Patriarca de Lisboa, quien les nombró un Director.

Cuando ocurrió la invasión de la fiebre amarilla apenas quedaban ya más Hermanas que algunas ancianas o enfer­mas. No se presentaba ninguna aspirante. Se renovaron entonces las instancias pidiendo Hermanas a París. Y, aprovechándose de la venida a Lisboa del Sr. Etienne, las Hermanas portuguesas pidieron ser de nuevo incorpora­das a la Comunidad. Se les dió por Superiora una de las cuatro que vinieron de París, y todas trabajaron de con­cierto.

La Escuela para los niños pobres del barrio duró hasta el mes de Junio de 1862. Las Hermanas portuguesas, a pesar de las invitaciones de que fueron objeto, prefirieron abandonar su patria a tener que separarse de nuevo del resto de la Congregación, y se marcharon a Francia, per­severando en la Compañía hasta la muerte.

La casa de Santa Marta estuvo cerrada por espacio de diez años, hasta el año 1872, que se abrió de nuevo a peti­ción de la colonia española para servir de hospital a la misma; pero este hospital duró poco tiempo. Sin embargo, las Hermanas permanecieron en la casa, aplicándose a las obras que poco a poco han ido desarrollándose y que exis­ten actualmente, a saber: visita a los pobres, cuna, asilo de huérfanos, niños pensionistas, señoras ancianas o enfer­mas, institutrices sin empleo.

Al presente son nueve las Hermanas destinadas al Asilo de San Vicente (1906).

2.°—Viana de Alemtejo.

Asilo. 1852.

Un decreto del Gobierno de 8 de Julio de 1852 autorizó el establecimiento de un Hospicio de Hermanas de la Ca­ridad, pertenecientes a la Casa de Lisboa, en Viana de Alemtejo. Esta Casa dejó de existir en 1868. Una señora caritativa se en­cargó entonces de las obras de que las Hermanas se ocu­paban, a saber: cuna, visita a los pobres, asilo de huérfa­nos, con la esperanza de devolverlas algún día a las Her­manas; pero aun cuando dicha señora sostuvo por mucho tiempo esta carga, la falta de personal impidió que se cum­plieran sus deseos.

En 1857, como se ha dicho más arriba, llegaron a Portu­gal las Hermanas francesas.

En un documento de 3o de Septiembre de 1858 (op. cit., pág. 138) hemos encontrado el siguiente resumen de las obras de las Hijas de la Caridad:

«Las Hermanas de la Caridad tienen a su cargo en Lisboa:

El Asilo de huérfanos pobres, establecido en Ajuda.

La Escuela particular de Oeiras.

El Asilo particular de Cardaes de Jesús.

La Escuela establecida en Santa Marta; y el Asilo dos Anjos.

Otro documento del 13 de Agosto anterior contiene es­tos otros datos: «Hay dieciocho Hermanas de la Caridad francesas, distribuidas en los Colegios de Ajuda, Santa Marta, Oeiras, Cardaes de Jesús.

Las Hermanas portuguesas residentes en Lisboa son trece, las cuales están también distribuidas en varios esta­blecimientos; sólo quedan cinco en la Casa de Santa Mar­ta, por demasiado ancianas, o enfermas é inhábiles para prestar ningún servicio

De la casa de Sta. Marta ya hemos hablado; hablaremos ahora de los demás establecimientos que acabamos de mencionar.

  • 3.°–Lisboa.—Asila de Ajuda.

1857.

Llamadas las Hermanas a Lisboa, según hemos referido, después de los estragos causados por el cólera y la fiebre amarilla, se les encomendó el cuidado de los huérfanos de las víctimas del azote, que fueron recogidos en el antiguo Palacio de Ajuda, bajo la protección del Rey Don Pedro y de la Reina Doña Estefanía, quienes frecuentemente los visitaban.

En un documento del 27 de Marzo de 1862 consta que había en el establecimiento de Ajuda trece Hermanas de la Caridad, de las cuales tres eran portuguesas y las demás francesas.

  • 4.»—Lisboa.–Colegio dos Cardaes de jesús.

1857.

El mismo día que las Hijas de la Caridad llegaron a Lis­boa, 23 de Octubre de 1857, la señora Dupire les cedió un Asilo de huérfanos que había fundado por caridad en la rua dos Cardaes, núm. 108, y que, gracias a la protección que le dispensó la señora Marquesa de Ficalho, prosperó hasta la partida de las Hermanas.

En el informe oficial del 3o de Septiembre de 1858 decía el Comisario D. José Lacerda: Sin que pretenda rebajar en lo más mínimo el mérito de otros establecimientos, diré que el de Cardaes de Yesús es un modelo en su género, porque no deja nada que desear.»

Según otro informe del mes de Marzo de 1862, seis Her­manas de la Caridad, francesas, dirigían la instrucción y educación de las niñas. Ayudando a estas maestras había dos niñas del establecimiento, que ya habían obtenido el título. Algunas de las niñas eran externas.

Cuando en 1862 las Hermanas se vieron obligadas a re­tirarse, hubo que despedir a las alumnas de las escuelas de Cardaes, privadas de sus maestras.

  • .5.»—Bemfica, cerca de Lisboa.

1858.

La Infanta Doña Isabel, protectora de la Congregación desde su establecimiento en Lisboa, compró un antiguo convento de Dominicos cerca de su Palacio de Bemfica y llamó a él a las Hermanas.

Allí se instaló la respetable sor Ville, primera Visitadora de la Provincia de Portugal con otras dos Hermanas, que estaban al cuidado de algunas huérfanas y de las postu­lantes. En Marzo de 1862 había en esta casa diez Herma­nas y treinta y una niñas.

En este establecimiento, Casa Central de entonces, fue donde se reunieron todas las Hermanas el 9 de Junio de 1862, para aguardar el momento de la partida.

Esta casa fue abierta de nuevo en Mayo de 1877, para Asilo de huérfanos, y en él viven las Hermanas practicando la santa pobreza.

Actualmente (1906) hay en Bemfica seis Hermanas.

  • 6.°—Lisboa.—Asila dos Anjos.

1858.

Su Majestad la Emperatriz era Presidenta en Lisboa de la Sociedad de Asilos para niños desde el año 1834.

«Una larga experiencia había demostrado a S. M. las grandes dificultades que había para encontrar maestras hábiles, y los resultados hasta entonces obtenidos en estos estableci­mientos tan útiles a la infancia eran poco satisfactorios. En vista de esto, reunió en 1858 el Consejo de la Dirección y propuso encomendar a las Hermanas el Asilo dos Anjos (de Ángeles), en el cual se hallaba vacante la plaza de maestra. Tratábase de ensayar en estos establecimientos, dirigidos por maestras seglares, el método seguido por las Herma­nas de la Caridad. S. M. la Emperatriz se ofreció a pagar todos los gastos del ‘viaje é instalación de las Hermanas.

«Aprobada esta proposición por unanimidad y aceptada con gratitud, S. M. la Emperatriz hizo venir a las Herma­nas inmediatamente; mas cuando se instalaron en el Asilo dos Anjos ya había empezado contra las Hermanas la gue­rra de los periódicos.

Sin embargo, tuvieron tiempo para plantear sus métodos de enseñanza y hacer ver los resultados. El inspector designado oficialmente por el Gobierno para estudiar los es­tablecimientos de las Hijas de la Caridad y dar cuenta de ellos, les da en su informe del 30 de Septiembre del mismo año, el siguiente testimonio: «El Asilo dos Anjos, en el es­tado en que le han puesto las Hijas de la Caridad, demues­tra con evidencia la necesidad que tienen otros estableci­mientos del mismo género existentes en Portugal de las mismas reformas, para producir, no solamente los frutos en que se ha puesto la mira al tiempo de fundarlos, sino tam­bién otros, que los harían mucho más útiles a la sociedad. En todos los Asilos, la enseñanza literaria, la disciplina y educación han dejado, hasta ahora, mucho que desear, pero en el Asilo dos Anjos todo ha cambiado desde que se encargaron de él las Hermanas de la Caridad.

Pero la consigna estaba ya dada. El partido hostil a las Hermanas de la Caridad obligó a la Emperatriz a presen­tar la dimisión de Presidenta de la Sociedad de Asilos de niños, y a las Hermanas de la Caridad a abandonar al fin del año la casa dos Anjos. fue la primera casa que se cerró en Lisboa.

7.°—Oeiras.

Escuelas. 1858.

Oeiras es una ciudad situada a orillas del Tajo, 12 kiló­metros al Oeste de Lisboa.

Oeiras se encuentra en la lista de los primeros estable­cimientos de las Hijas de la Caridad, después de su llegada en 1857, figurando como establecimiento privado, casa de educación y de enseñanza. En 1862, o poco más tarde, debió desaparecer, como desaparecieron los demás estable­cimientos de Hermanas.

  • 8.»—Porto.

Escuela y Hospital. 1858.

En la ciudad de Porto se habían abierto dos Casas: una en la rua do Villar, fundada por un Arcediano de Porto para Escuela de niñas pobres, y otra el Hospital de la Ter­cera Orden de San Francisco de Asís.

Los miembros de esta Tercera Orden pertenecían a la fracmasonería.

Cuando la persecución se encrudecía con las Hermanas en Lisboa, comenzaba en Porto. Las dificultades se fueron aumentando, y, al fin, el Presidente de la Mesa, o Junta de administración, escribió al Sr. Fougeray, Superior de las Hermanas de Lisboa, diciéndole: «Que la Asamblea de la Venerable Orden Tercera había resuelto anular el contrato hecho con la Congregación de Hijas de San Vicente, rela­tivo a seis Hermanas que prestaban sus servicios en el Hos­pital de la misma Tercera Orden»; y añadía: «la verdad exige que le manifieste que ningún motivo de queja, dado por las Hermanas, ha influido en esta resolución; pero como la opinión general de los Hermanos de la Tercera Orden no es favorable a las Hermanas, la Mesa, que tiene que obrar según la opinión de la mayoría, no puede menos de someterse a este acuerdo.-8 de Enero de 1862.

Las Hermanas se retiraron el día 25 del mismo mes y año, después de haber administrado el Hospital por espa­cio de cuatro años. Poco después se retiraron también las Hermanas de la Escuela de la calle de Villar.

  • 9.°—Lisboa.—Asilo San Luis; Casa provincial de Hijas de la Caridad

Actualmente calle de Luz Soriano, núm, 182.

El 28 de Agosto de 1860 el Sr. Miel, Misionero lazarista en Lisboa, de acuerdo con el representante de Francia y la colonia, abrió un Hospital para los franceses, cerca de la iglesia de San Louis de los Franceses, Largo S. Domin­gos, obra que, por disposición de la Providencia, había de conservar en Lisboa cuatro Hijas de la Caridad, cuando todas las demás se vieron obligadas a partir en 1862.

Resultando estrecho el primer local, se trasladó el Hos­pital a principios de 1863 a la antigua casa de Hermanas, Parroquia de Nuestra Señora de la Merced, calle dos Cardaes de Jesús, núm. 108, gracias a la generosidad de la Sra. Marquesa de Ficalho, que se encargó de pagar una parte del alquiler é hizo a la obra todo el bien que pudo. Allí se comenzaron a dar clases a las niñas de la colonia y a celebrar juntas de las Señoras de la Caridad y de las Hijas de María.

Por desgracia, al terminar el plazo del arrendamiento el propietario arrendó, sin advertirlo, a otros inquilinos la mitad de la casa; entonces, para evitar nuevos contratiem­pos, el Sr. Miel, de acuerdo con el representante de Fran­cia y la colonia, y, sobre todo, contando con la coopera­ción de las personas caritativas, compró en el mes de Agosto de 1866 la casa llamada Cunhal das Bollas, en la calle do Carvalho, núm. 182, hoy calle de Luz Soriano. Aquí se instaló desde luego el hospital de San Luis con las clases, hasta que, nombrada Visitadora en 1878 la Superio­ra Sor Lequette, el Asilo de San Luis vino a ser la Casa Central de la Provincia.

Las obras se han ido desarrollando poco a poco: el Hos­pital presta sus servicios; las clases son numerosas, y, ade­más, las Hermanas ayudan a las Señoras de la Asociación de la Caridad y del Vestuario.

Hay en el Asilo de San Luis catorce Hermanas.

  • 10.—Lisboa.—Hospital da Boa Morte.

186o.

La Sra. Duquesa de Palmella abrió (29 de Abril de 186o) y fundó a sus expensas un hospitalito para niños, que en­comendó al cuidado de las Hermanas y dió hasta el fin excelentes resultados. Con gran sentimiento se las vió ale­jarse en 1862, y la casa permaneció cerrada esperando su regreso.

  • II. —Sao Fiel. Asilos. 186o.

Un hombre respetable, el R. Fr. Agustín de la Anun­ciación, fundó un Asilo en Sao Fiel, cerca de Castello Branco, con el fin de recoger treinta o cuarenta huérfanos y enseñarles algún oficio, como herrero, carpintero, etc.

Fr. Agustín llamó a este Asilo a las Hijas de la Caridad, en 186o, para que se encargaran de la cocina y lencería.

Del proceso verbal de información del II de Marzo de 1862 consta lo siguiente: «Hace dos años que residen en este establecimiento cinco Hermanas de la Caridad, veni­das de Lisboa: tres francesas y dos portuguesas. Su Alteza Real la Infanta Isabel María, viendo que la presencia de las Hermanas en el establecimiento de Ajuda producía los más excelentes resultados, pensó en dotar a los huér­fanos de San Fidel del mismo beneficio.

Tres Hermanas están encargadas de la cocina y len­cería. Las otras dos han abierto un Asilo de externas para niñas pobres.

El establecimiento se sostiene con los recursos que le procura su fundador.» Las Hermanas tuvieron que retirarse en el mes de Febrero de 1862.

  • Funchal (isla de la Madera).

Hospicio de la Princesa Doña María Amelia, 186r.

La Emperatriz viuda del Brasil, que vivía en Lisboa, contribuyó mucho con su influencia y recursos pecuniarios al desarrollo de las obras de las Hijas de la Caridad, cuya venida a Portugal había procurado con toda eficacia. En memoria de su hija difunta Doña María Amelia, Su Majes­tad mandó edificar en Funchal, en la isla de la Madera, un Hospital, sólo para tuberculosos, cuyo cuidado encomendó después a las Hijas de la Caridad.

Todo marchaba conforme a sus deseos, proporcionando a su corazón verdaderos consuelos, cuando el 9 de Junio de 1862 recibió Su Majestad un terrible disgusto, al saber que las Hermanas se iban de Lisboa con sus compañeras. A fuerza de instancias y prudencia consiguió que en 1871 volvieran cuatro Hermanas a encargarse del servicio del Hospital de Funchal.

Muerta la Princesa, surgieron algunas dificultades; su hermana Josefina, Reina de Suecia, encargada de terminar todo lo concerniente a la fundación del Hospital, murió antes de efectuarlo, y hubo un momento en que las Her­manas estuvieron a punto de partir. Para asegurar la fun­dación fue necesario todo el celo, prudencia y constancia del Sr. Miel.

Actualmente la obra se halla en estado de mucha pros­peridad. Al Hospital se ha añadido un Asilo de huérfanos, varias clases muy frecuentadas, un refugio para pobres, la visita a los enfermos en su domicilio, y se ha establecido la Asociación de Hijas de María, que cuenta de trescientas a cuatrocientas asociadas.

Las Señoras de la Caridad celebran aquí sus reuniones, y en la Capilla se da una misión perpetua.

Al cuidado de estas obras hay diez y ocho Hermanas.

  • 1.3.—Santa Quiteria, cerca de Filgueiras., 1882.

En Enero de 1882 fueron enviadas tres Hermanas a Santa Quiteria, donde las deseaban desde hacía mucho tiempo. Al principio sólo se encargaron de la dirección de un Colegio, después al Colegio se añadió un Asilo de huérfanas y una Escuela para las niñas pobres del vecinda­rio. No faltan algunas dificultades materiales; pero, a pesar de todo, las Hermanas hacen mucho bien y se han con­quistado la confianza de la gente del país.

Actualmente son siete. las Hermanas de Santa Quiteria (1906).

  • 14.— Le Rego, cerca de Lisboa., clases, 1887.

El 2 de Febrero de 1887, tres Hermanas habían comen­zado, en los contornos de Lisboa, el Hospital del Rego, destinado a los niños enfermos. Muerta la fundadora, que fue la Sra. Condesa de Ficalho, la obra estuvo a pique de desaparecer; pero la Sra. Duquesa de Palmella, queriendo continuar la obra comenzada en otro tiempo por su digna madre en el Hospital de niños de la Boa-Morte, protegió el establecimiento, y Dios le bendijo.

Además de los enfermitos, que suelen ser ordinariamente un número de cuarenta, las Hermanas se ocupan de dar clase a las niñas pobres del barrio. Cuando éstas salen de la escuela, pueden pasar al taller de externas que existe en la misma casa. Las Hermanas son ocho.

  • 15.—Gandarinha, cerca de Oliveira de Azemeis,

Asilo, 1890.

En 1891 la Sra. Condesa de Penha Longa encomendó a las Hermanas un Asilo que ella misma había organizado y que ya funcionaba hacía mucho tiempo con la ayuda de segundas maestras.

Además de los ciento veinte niños escogidos por la fun­dadora entre los más pobres del país, las Hermanas se ocupan de cuidar los enfermos y heridos de los pueblos vecinos, y los domingos enseñan el Catecismo a los niños de los alrededores y se emplean en varias obras de celo que están al alcance de su capacidad. En todas estas obras se ocupan cuatro Hermanas residentes en Gandarinha.

  • 16.—Amarante.

Hospital civil y militar.

Amarante está situado al Norte .de Portugal, a 15 kiló­metros de Felgueiras.

Este Hospital, fundado hace mucho tiempo por la admi­nistración de la Santa Casa de Misericordia, estaba enco­mendado a seglares. En 1894, habiendo pedido con mucha instancia a las Hijas de la Caridad que se encargaran de él, fueron enviadas tres para satisfacer estos deseos. Ahora los enfermos vienen al Hospital de mejor gana y los resul­tados que se obtienen son satisfactorios. Hay cinco Her­manas empleadas en el Hospital de Amarante.

  • 17. — Mattasinhos, cerca de Porto.

Escuelas, 1899.

En Porto, donde hay tres Colegios religiosos para las personas que pueden pagar una pensión, apenas se en­cuentra un lugar donde puedan aprender algo los hijos de los pobres. Por eso fueron recibidas con mucho gozo las Hermanas, cuando el 10 de Octubre llegaron a Mattosinhos, cuya población se compone toda de pescadores y pescaderos.

Para que las Hermanas no careciesen de lo necesario, fue preciso juntar a las clases gratuitas las clases de paga; pero el 21 de Julio de 1901 se vieron obligadas a retirarse las cuatro Hermanas que allí había. Desde entonces se han recibido muchas instancias de Mattosinhos pidiendo la vuelta de las Hermanas; mas hasta ahora no ha sido po­sible satisfacer tales deseos.

  • 18.— Funekal (isla de la Madera).

Asilo para mendigos, 190o.

Viendo la Administración el bien. obrado por las Hijas de la Caridad, pidió a éstas se encargaran del cuidado de un Hospicio donde se recogen ancianos y niños abandona­dos. Las Hermanas aceptaron el encargo y entraron en el Hospicio en el mes de Agosto de 1900, consiguiendo en poco tiempo transformar su aspecto. Pero habiendo cam­biado la Administración, las Hermanas fueron despedidas en Julio de 1902 y el Hospicio fue confiado de nuevo a empleados seglares.

  • 19.— Parede, cerca de Lisboa.

Sanatorio Santa Ana, 1904.

Parede es una localidad sobre la orilla derecha del Tajo cerca de su desembocadura, a 43 kilómetros de Lisboa. En este lugar ha mandado edificar un Sanatorio D. Amelio Chamico, a fin de cumplir las intenciones de su sobrina. Nada se ha omitido para que reúna todas las condiciones higiénicas apetecibles.

Según el deseo de la fundadora, el establecimiento debe admitir sesenta niñas escrofulosas, veinte mujeres cancero­sas y veinte ancianos atacados de enfermedad al corazón.

Las Hermanas han tomado posesión del establecimiento el 25 de Julio de 1904, es decir, antes que el edificio estu­viese terminado. Todo es nuevo, por consiguiente, y la obra va poco a poco organizándose, dando motivo a lison­jeras esperanzas.

En este Sanatorio no hay más que doce Hermanas, aun­que la fundadora desea que haya más.

Tales son los establecimientos en que hasta ahora han prestado sus caritativos servicios las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.

***

Como la ley de 1901 prescribe a todas las Asociaciones religiosas en Portugal que pidan una autorización particu­lar, las Hijas de la Caridad han presentado una instancia, que ha sido despachada favorablemente por el Gobierno.

 

ANALES 1907

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