1. La Familia Vicenciana en el mundo de hoy: algunas situaciones y experiencias
En el año 2006 estuve muy ocupado, visitando a varios países donde está la Familia Vicenciana. Al empezar esta conferencia quiero compartir con ustedes la experiencia, la felicidad, y sobre todo la inspiración que tomé de estos viajes.
Brasil (Marzo 2006)
En Fortaleza, al norte del país, la Familia Vicenciana estableció en 2001 la «Casa San Juan Gabriel Perboyre» para los pobres transeúntes que vienen a la ciudad por motivos médicos y también por buscar empleo. Colaboran en este proyecto las varias ramas de la FV.
En Curitiba, la FV se reúne cada mes para un encuentro de formación. El tema sugerido por la FV Internacional se desarrolla bien en los meses del año.
En todo el país, se ve claramente la organización estupenda de la FV, a nivel nacional, regional, y local. Con la reunión anual de la FV, se promueven la formación de líderes y la coordinación de proyectos.
Nigeria (Abril 2006):
La FV es relativamente nueva. Los mayores son los de la SSVP. La AIC está para establecer. Estuve en el encuentro de la FV en la diócesis de Warri (que es cerca de Port Harcourt donde ocurrió la última noticia de rehén).
La JMV es recientemente fundada, pero ya tiene más de 70 miembros. En su primer encuentro en la ciudad de Ikot Ekpene, estuvieron grupos de Lagos, la capital de Nigeria, Enugu, Calabar y Warri.
Los jóvenes trataban de asuntos diversos, como por ejemplo, la relación entre la JMV y las comunidades cristianas de base, y las maneras cómo establecer proyectos de micro-crédito. Pero de lo que se preocupaban mucho era de cómo ser protagonistas del desarrollo del país y cómo combatir los abusos del gobierno y de los militares.
Ayudándoles en su formación están los padres vicentinos y las Hijas de la Caridad.
Camboya (Mayo 2006)
Los miembros de la SSVP que son estudiantes jóvenes trabajan con las Hijas, el Señor Obispo de Phnom Penh, y algunos padres de otra congregación. Por medio del soporte que viene de la SSVP de Singapore y de Hongkong, establecieron una escuela para niños, algunos ayudan a los pobres que sobreviven rebuscando en las basuras de la capital.
Algunos de estos jóvenes viajan más de una hora en sus bicicletas para enseñar catequesis a los niños.
Irlanda (Junio 2006)
Las Hijas de la Caridad, los miembros de la SSVP, y algunos Padres colaboran en un centro que se llama, Vincentian Partnership for Justice (Asociación/Alianza Vicenciana para la Justicia). Este centro, bajo la dirección de una Hija, se preocupa de empoderar a los pobres en asuntos políticos, les ayudan en poner en frente de la legislación los intereses de los pobres, haciendo encuestas entre estos de cosas que les pertenecen, etc. Usando los enlaces con algunos miembros del parlamento, la FV en este centro asegura que las leyes establecidas tengan en cuenta la situación de los pobres.
Ucrania (Septiembre 2006)
En dos lugares, colaboran los Padres, las Hijas, las de AIC, y otros grupos de la FV. En Storozynice, por ejemplo, tienen un comedor en el cual algunas de la AIC preparan la comida para los abuelos que no pueden salir de su casa , las Hijas y Voluntarias ofrecen enseñanza a los niños, etc. En un caso, lograron de construir un puente para una aldea, y con la ayuda de algunas de AIC Europa proporcionaron zapatos a los estudiantes pobres.
En Kharkhiv, con la asistencia de De Paul Trust (una fundación vicenciana de Londres), establecieron un comedor ambulante para la gente en la calle, muchos de ellos jóvenes, y escuela de párvulos. Con ellos trabaja una vez a la semana una hermana de otra congregación.
Estos son cinc o países que he tenido la fortuna de visitar el año pasado, 2006. Estoy seguro que en muchas otras naciones y continentes, trabajan y sirven los miembros de nuestra familia. Ciertamente, aquí en España, donde las Hijas de la Caridad ya se reconocieron recientemente por sus obras sociales por medio del Premio Príncipe de Asturias, y también en las diversas partes de América Latina donde la FV ya está bien organizada.
Ahora, podemos reflexionar un poco sobre estos acontecimientos. Por mi parte, quiero preguntar, ¿qué cosa nos revelan estos datos sobre nuestra Familia, y qué significación tienen estos?
2. Datos significativos sobre la Familia vicenciana
2.1 La FV es verdaderamente misionera, pues vive y está en todo el mundo: es numerosa; incluye toda clase de personas
En primer lugar, no tenemos nada que temer. En muchas partes del mundo, hay gente que verdaderamente cree en el carisma vicenciano y tiene en su corazón la misión de Cristo que San Vicente mismo tomó. Se ve en las cifras que nuestra Familia va aumentando poco a poco. Consideren los datos:
Países: 140+
Continentes: Europa, África, América del Norte, América Latina, Australia y Asia
Además, la FV es numerosa: los grupos/asociaciones/institutos son 305 (2006), con mas de un millón de miembros. Por ejemplo, entre las ramas que se
reúnen cada año, las cifras siguientes presentan una mirada muy agradable:
- AIC (1617): 250,000+
- CM (1625): 3,400+
- HHCC (1633):21,000+
- SSVP (1833): 1,000,000+
- RSV (1845): 236
- JMV (1847): 123,000+
- AMM (1909): 1,000,000+
- MISEVI (1999): 30+
Al mismo tiempo, podemos decir que la FV incluye toda clase de personas: varones y mujeres, jóvenes y adultos, religiosos (consagrados) y laicos, católicos y no-católicos, etc. Es decir, se representan los varios sectores de la iglesia y de la sociedad en nuestra Familia. El carisma de S. Vicente no es una cosa ajena a las experiencias de nuestros contemporáneos. Y lo reciben muchos como una verdadera familia.
Además de inspirarnos y darnos confianza en el futuro de la FV, estos datos también implican el potencial enorme que tiene la FV para el trabajo con los pobres, potencial que hace nada menos que favorecer a los pobres.
2.2 Está animada del carisma de S. Vicente de Paúl
La segunda cosa que los datos nos presentan es que todas estas asociaciones están animadas del carisma de San Vicente de Paúl, un carisma misionero. Nuestra misión es llevar el evangelio a todos, especialmente a los pobres. Como ya sabemos, el carisma vicenciano se manifiesta principalmente en tres maneras:
- Amor y servicio a los pobres: «nuestra herencia» desde SV. «Dios nos llama a servir y quiere que lo hagamos unidos.»
- Espiritualidad vicentina, estilo de vida, en el cual se vive la sencillez y la humildad como actitudes fundamentales de vida y servicio para con el pobre.
- Metodología pastoral: proyectos directos, concretos, creativos e inventivos.
Este carisma se encarna en varias situaciones, en nuevos lugares. En verdad, podemos decir que nuestro carisma es universal. Tiene una pertenencia concreta en la vida de los pobres y al mismo tiempo la cualidad de sobrepasar las limitaciones de una situación concreta y particular. Cada vez más en estas visitas, me siento feliz de pertenecer a nuestra Familia.
Asimismo, podemos afirmar que el carisma vicenciano nos hace como una familia verdaderamente misionera. No nos preocupamos de nosotros mismos, ni de nuestros intereses, sino de ellos de los más vulnerables, más oprimidos, más necesitados. Participamos en la misión que Jesucristo mismo recibió de su Padre eterno. Los proyectos mencionados tienen por finalidad el llevar a cabo esta misma misión.
2.3 Existe una red de colaboración y coordinación entre varios grupos en la Familia y con otros grupos en la iglesia y la sociedad en general, con los cuales compartimos nuestra misión.
Colaboración a varios niveles: local, nacional, regional, internacional, y de cada rama. Así también en los grupos coordinadores de la FV. El ejemplo de Brasil en este caso nos inspira.
La colaboración existe en proyectos concretos para con los pobres: proyectos tradicionales y no-tradicionales. Sólo mencionamos dos proyectos internacionales que ahora algunas ramas de la FV están soportando: DREAM (SIDA), y «Think Tank» Cambio Sistémico. En unos pocos meses nos van a hablar más de estos dos proyectos de los cuales se trató en el encuentro que tuvimos en febrero, de los responsables internacionales de algunas ramas de la FV.
En muchas partes del mundo, hay sesiones de formación para todos, laicos y religiosos, jóvenes y adultos. El encuentro de Venezuela en octubre pasado, programado por CLAPVI y JMV, es un ejemplo particular de estas sesiones.
Esta conciencia de colabora ción se basa, muy claramente, en la convicción de que no estamos solos; otras ramas en nuestra familia nos pueden ayudar. Más aún, existen otros grupos que quieren y trabajan para los pobres: grupos dentro de la Iglesia – muchas congregaciones religiosas, institutos de vida apostólica, asociaciones laicales, etc.; también grupos civiles, nacionales e internacionales, Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), etc. La Organización de Naciones Unidas (ONU), por ejemplo, no solamente tiene varios organismos para los asuntos económicos y sociales, sino también el primer objetivo de desarrollo del Milenio la erradicación de la pobreza extrema y hambre.
Con estos grupos y asociaciones debemos colaborar, y así aseguramos el mejor éxito de nuestros proyectos. Es importante subrayar el hecho de que los pobres son los que reúnen grupos que en principio no tienen que ver unos con otros.
3. Retos y desafíos para la Familia Vicenciana en el mundo de hoy
3.1 La Globalización y los pobres
No podemos negar que hoy día vivimos en un mundo globalizado, en el cual estamos más y más cerca unos de otros. Como ya he dicho en Valencia, la imagen que persiste en este mundo de globalización es de una aldea global donde se encuentra todos los medios tecnológicos, el Internet o la Web, y donde, algunos dicen, no existe nada que el hombre globalizado no puede alcanzar y/o superar. Como un fenómeno contemporáneo, la globalización ha producido un cierto número de consecuencias, entre ellas, el sentido de una humanidad común, la cercanía de las naciones, la pronta búsqueda de información, pero también la prioridad del mercado y sus valores, y la presión sobre instituciones fundamentales.
Al frente de esta realidad, muchas veces los pobres son los que se desplazan y sus intereses los que se sacrifican a favor de los más potentes y de las naciones más desarrolladas. A mi parecer, hay varios retos que nos enfrentan como Familia Vicenciana.
- Tener siempre la situación de los pobres como punto de vista en nuestros proyectos para con ellos. Esto no es fácil especialmente si uno se confronta con presiones muy fuertes, multinacionales y burocráticas.
- La globalización ocasiona también otras formas de pobreza. Como Familia de San Vicente, nos apremia a buscar las causas verdaderas de esta pobreza. No basta continuar con nuestros servicios caritativos, sin despreciar estos, mas aún debemos estar prontos a analizar la situación y tener la voz profética de denunciar, si es necesario, las injusticias y opresiones bajo las cuales viven los pobres. Una pregunta que destaca: ¿con todos los sucesos de globalización, por qué el nivel de pobreza mundial crece sin parar?
- Al desear embarcar lo grande y lo internacional, muchas veces la globalización no nos permite retener valores y expresiones propiamente culturales. Los vínculos sociales sufren como las relaciones familiares de modo que cuánto más nos acercamos hacia otros de diferente cultura, tanto más nos alejamos de nuestra propia identidad cultural. El desafío aquí es el tratar de conservar lo bueno en la cultura de los pobres, al mismo tiempo rechazar toda clase de presión y amenaza política.
3.2 Tendencia secularizante, filantropía y la espiritualidad vicenciana
Vivimos en un mundo globalizado, sí, pero también, muchos añaden, un mundo cada vez más secularizado o secularizante, que aparece más autosuficiente e independiente de la historia, valores de una human idad universal, y un mundo para el cual no hace falta un Dios. Pero, a pesar de esto, existe todavía en muchos el sentido de religiosidad, quizás expresada en una manera no-tradicional. Se expresa, por ejemplo, en la búsqueda del significado de la vida y de integración personal. A mi modo de ver muchos quieren creer en un Dios, cualquiera que sea. Y este deseo es lo que debemos reconocer porque con esto nos ligamos a la humanidad entera.
Al mismo tiempo, es verdad que el egoísmo reina en muchas partes de nuestra vida. Pero no cabe negar también el deseo en muchos de ayudar a los necesitados y a los pobres. Esta filantropía ya se ve no solamente en personas particulares. Se ve también en fundaciones que favorecen el desarrollo de partes del mundo tercero. Para mí, es importante reconocer esta actitud, porque está en la base también de nuestro carisma.
Sin embargo, es importantísimo colocar bien el punto que distingue nuestro carisma y la filantropía puramente humana. Para nosotros en la Familia de San Vicente, acercamos a los pobres no solamente para llevarles el evangelio de Jesucristo, sino también para descubrir en la vida y experiencia de los pobres la voluntad de Dios, el beneplácito y providencia del Creador de todos nosotros. Sí, nos sentimos mucho más satisfacción si hacemos algo para aliviar la situación de pobreza y necesidad. Pero, para mí lo que dice San Vicente siempre es válido en nuestra relación con los pobres, que son «nuestros maestros.» No es por nada que Dios mismo escogió esta clase de vida cuando quería, en Jesucristo, hacerse conocer muy profundamente en la experiencia humana.
Siguiendo este punto, podemos pues expresar los siguientes retos:
- Reconocer la buena voluntad, la filantropía, la religiosidad en nuestro mundo, y no solamente en los que pertenecen a nuestra iglesia, nuestra sociedad, nuestra cultura.
- Profundizar en nosotros el entendimiento de nuestro carisma, nuestra espiritualidad vicenciana, su base evangélica y cristológica, y lo específicamente vicenciano en la interpretación de la misión cristiana hacia los pobres.
- Hacer conocer y compartir nuestro carisma con los que colaboran con nosotros o con los cuales colaboramos.
3.3 Individualismo y Colaboración
Ciertamente, es mucho más fácil trabajar solo o como una rama que trabajar en conjunto con otras ramas u otros grupos y asociaciones. Para muchos, este modo de trabajar evita muchos problemas estructurales, burocracia, y pérdida de tiempo y recursos. En un mundo que valora más al individualismo, esto se puede entender muy bien.
Sin embargo, si uno estudia bien lo que hizo San Vicente en su tiempo, no podemos negar el valor de colaboración. Desde el inicio, es una estrategia vicentina: colaboración entre los misioneros y los laicos, colaboración entre los ricos y los pobres, entre los poderosos y los indigentes.
La colaboración según San Vicente está fundamentada en una visión de la Iglesia que considera todos, sacerdotes y laicos, como pueblo de Dios. Una eclesiología de comunión. Todos están llamados a continuar la misma misión de Jesucristo: la evangelización de los pobres.
La Familia Vicentina sirve a los pobres de una manera organizada, en comunidad o equipo y en contacto directo con ellos. Uno de los deseos del P. General es la formación mas intense de grupos coordinadores a nivel nacional de la FV.
La colaboración, también, es una exigencia de nuestro mundo y tiempo. La ONU considera la colaboración como uno de los objetivos del nuevo milenio: el fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
Los retos para la FV, en este punto, me parece son los siguientes:
- Fomentar este sentido de colaboración y profundizar el fundamento de esta estrategia pastoral vicentina.
- Crear estructuras para la colaboración, sea en proyectos para los pobres, sea en cursos de formación, sea en encuentros regulares, sea en actividades de celebraciones y liturgias. Todas estas ayudan y promueven el carisma vicenciano para que tenga raíces profundas y para que crezca en otras partes del mundo.
- Especialmente, colaborar en buscar nuevos miembros para nuestra familia, trabajar con los jóvenes y compartir con ellos nuestro carisma.
3.4 Medios de información / comunicación y animación
Vivimos en un mundo de comunicación rápida y efectiva. En este tiempo tenemos muchos recursos . Pero el más fuerte de estos recursos es la posibilidad de comunicar con otros muy rápidamente e incluso muy efectivamente. Uno puede pensar qué hubiera hecho San Vicente si tuviera estos recursos de comunicación tan pronta e instantánea!
La red de comunicación favorece nuestra solidaridad, formación y servicio a los más vulnerables. Al mismo tiempo, la comunicación nos hace dar cuenta de las nuevas situaciones de pobreza en nuestro tiempo.
En este contexto, los desafíos son evidentes:
- Utilizar los medios de comunicación para conocer a otras ramas de la FV. Asimismo para difundir, compartir nuestras experiencias con los pobres. De este modo nos animamos unos a otros y damos testimonio de la relevancia de nuestro carisma.
- Utilizar estos medios para colaborar mucho más, informar a otros sobre programas posibles, compartir programas de formación, etc.
- Sobre todo, utilizar estos medios para que no se olviden las agendas de los pobres.
Conclusión
Al concluir esta conferencia, me parece que no hay nada más que nos puede inspirar que las palabras mismas de San Vicente. Estas nos recuerdan lo esencial en nuestro carisma. Nos dirige estas palabras como una Familia.
«Dios ama a los pobres, y por consiguiente ama a quienes aman a los pobres… Pues bien, esta (familia) procura dedicarse con afecto a servir a los pobres, que son los preferidos de Dios… Así, pues, hermanos míos, vayamos y ocupémonos con un amor nuevo en el servicio de los pobres, y busquemos incluso a los más pobres y abandonados; reconozcamos delante de Dios que son ellos nuestros señores y nuestros amos.» (Enero, 1657, SV, XI, 273).
1 Comments on “La Familia Vicenciana en el mundo, una familia misionera: situación y retos”
FELIZ PASCUA DE RESURRECCION.
Gracias por todo el material que comparten sobre espiritualidad vicentina. tengo una pregunta en relación a este artículo, cuyo crédito es del P. Ginete C.M., desearía que me ayuden aclarándome el significado de las siglas RSV MIL GRACIAS