Jean-Joseph Testori (???-1785)

Mitxel OlabuénagaBiografías de Misioneros PaúlesLeave a Comment

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Author: Desconocido · Translator: Máximo Agustín, C.M.. · Year of first publication: 1903 · Source: Notices, IV.
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En su circular del 1º de enero de 1787, el Superior general, el Sr. Jacquier hace el elogio de  tres muy estimables Misioneros, los Srs.  Jean-Joseph Testori, Jacques Davelu y Honoré-Nicolas Brocquevielle. – Esto es lo que dice de cada uno de ellos.

«No debo diferir más hablaros de los tres sujetos cuya pérdida nos ha afligido singularmente. El Sr. Testori, uno de mis asistentes, y que lo había sido también del Sr. de Bras, mi predecesor, ha muerto, como sabéis, a sus ochenta y seis años.

» Dos años antes, su cuerpo comenzó a tambalearse. Su abatimiento, que aumentaba día tras día, nos hizo prever que su muerte no estaría lejos. Sin embargo, lleno de valor, continuó diciendo la santa misa, confesando a sus penitentes y hallándose en todos los empleos. Conservó la presencia de espíritu casi hasta el último momento. Dos días antes de morir, dijo la misa, y confesó aún a algunas personas. Sus fuerzas  abandonándole de repente, cayó en una especie de letargo que le procuró una muerte muy dulce.

«Antes de venir a San Lázaro, había ocupado puestos muy importantes, cuyos deberes había cumplido con honor y con mucha sabiduría. Una piedad amable, que no tenía nada de triste y de silvestre ; una actividad que no aguantaba los retrasos en los asuntos de los que estaba encargado, un celo infatigable y una dulzura encantadora le atraían los corazones  de los que le conocían, y le habían  atraído a una gran cantidad de penitentes. Los sabios, los ignorantes, los grandes, los ricos, los artesanos, la gente de la hez del pueblo, los pobres, los jóvenes, los viejos, los que eran escrupulosos y los que no lo eran, todos estaban seguros de ser recibidos por él con la mayor afabilidad. Aunque fuera muy vivo por naturaleza, su vivacidad desaparecía en el momento que estaba en el tribunal de la penitencia ;  escuchaba con una paciencia de ángel, no se veía en él más que a un padre, a un ministro de Jesucristo. Había recibido de Dios un alma buena, consolaba a los afligidos, se enternecía por la suerte de los desdichados. Les hacía y procuraba liberalidades. No podemos saber hasta dónde se extendían. Instruido que la mano izquierda no debe saber lo que da la derecha, empleaba medio s para esquivar el conocimiento mientras fuera posible, pero Dios, que ve lo que pasa en secreto, le habrá dado la recompensa por sus buenas obras «. – Circulaires, t. II, p. 180.  El Sr. Testori, nacido en  París el  14 de febrero de 1700, fue recibido  en la Congregación de la Misión en Génova, el 14 de octubre de 1716. Fue nombrado visitador de la provincia de Lombardía en 1751, y asistente del Superior general en 1756. Fue el 23 de junio de 1785 cuando murió en París.

 

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