Francisco Senjust un gran desconocido (III)

Mitxel OlabuénagaFormación VicencianaLeave a Comment

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  1. Primera dedicación

Terminados sus estudios fue ordenado sacer­dote. No sabemos más. Podemos imaginar su gozo espiritual, como todo joven estudiante, logrando finalizar su carrera, algo siempre deseado. Desco­nocemos también el año, el lugar, el cómo, la par­ticipación familiar…

Posiblemente fue en 1678, a sus 24 años, pues este año como veremos obtuvo un canonicato en la diócesis de Urgel, siendo obispo Pedro de Copons y de Teixidor (1670-1691). San José de Calasanz (1556-1648) había fundado en la Seo de Urgel el colegio de San Andrés, que confió a la Compañía de Jesús (1601-1767), donde se forma­ban los aspirantes al sacerdocio. ¿Estudiaría ahí nuestro joven estudiante?

Tampoco sabemos de sus comienzos en la pastoral sacerdotal. El Dr. Benigno Marqués, archivero de la diócesis de Urgel nos confirma que por lo que concierne a la ordenación, no tene­mos en el Archivo diocesano ningún registro general de órdenes del siglo XVII. También el libro

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de Ordenaciones sacerdotales de Barcelona de ese mismo tiempo, fue quemado por los revolu­cionarios en la guerra civil de 1936.

Torres afirma: Profundos y muy vastos debieron ser sus estudios y ocupaciones (primeras) a juz­gar por las excelentes dotes con que plugo al cielo adornar aquella alma, en la que debían mirarse tantos y tan doctos sacerdotes como le consultaron en Urgel y en Barcelona sobre las delicadas materias de la teología, y sobre todo por el incalculable bien que con sus conocimientos y suma doctrina produjo, primero en Urgel, después por espacio de muchos años en el Priorato de Santa Oliva, y finalmente en Barcelona.

Por lo que hace a sus ocupaciones solo pode­mos asegurar que estuvieron en armonía con sus virtudes; pues de otro modo ni hubiera sido pro­movido a las Órdenes sagradas, ni mucho menos se le hubiera conferido un canonicato en la Cate­dral de Urgel.

Atendiendo a lo que conocemos posteriormente, podemos afirmar que fue un joven inteligente, estu­dioso y responsable, que supo aprovechar sus años mozos dedicándose a sus deberes propios hasta coronar su carrera, la cual pronto comenzó a produ­cir sus buenos frutos apostólicos y sacerdotales.

Siendo de familia con posibilidades económi­cas, tal vez podemos pensar que practicaría su ministerio pastoral en alguna iglesia o parro

 

la ciudad de Urgel y que pronto lograría lo que él aspiraba o más bien su familia deseaba: un cano-nicato en la catedral, alguna abadía, o prebenda.

  1. Canónigo de Urgel

Parece que no se encuentra ningún dato en el Archivo, por cuanto, sobre las Actas Capitulares, hay una laguna desde 1608 a 1699. Pero gracias al actual archivero Dr. Benigno Marqués sabemos que: Sobre el período que ejerció su canonicato, no se conserva el correspondiente libro de Actas Capitulares. Afortunadamente conservamos de este período los libros de contaduría, y de ahí pode­mos sacar las noticias elementales, para saber cuando empieza y cuando presumiblemente termina su canonicato en la catedral de Urgel.

nos ofrece los siguientes datos, hasta el pre­sente desconocidos: Su toma de posesión de un canonicato en esta iglesia es el 13 de septiembre de 1678. Y unos meses más tarde, el 16 de marzo de 1679 recibe el acostumbrado «osculum pacis» (la bienvenida o saludo fraternal) dentro de la cor­poración capitular. También en el mismo folio nos dice que estuvo ausente del coro desde el 2 de septiembre de 1679 hasta el 30 del mismo mes y año, por convalecencia de una enfermedad. De hecho, muchos años más tarde, al testar a favor de la Congregación de la Misión, incluye las ren­tas o bienes que tiene en Urgel y Gerona.

Tenemos pues, que ordenado sacerdote, a sus 24 años, obtuvo ese beneficio; y su ausen­cia por enfermedad la pasaría con su familia en Barcelona.

Paradela escribe: Concluidos sus estudios y recibidas las sagradas órdenes fue nombrado canónigo de Urgel, distinguiéndose por su acen­drada piedad y el cumplimiento exacto de sus deberes20. Y en otro lugar: Por sus méritos y valer, fue nombrado Canónigo de Urgel, edificando a todos por el fervor con que rezaba las Horas Canónicas y por su asiduidad en el Coro.

Marqués nos regala más luces: En el f. 193r se dice que se fue a Barcelona, para ejercer allí las funciones de síndico ordinario del capítulo de Urgel, desde el 9 de mayo de 1683 al 11 de marzo de 1684. Durante un año, pues, (1683-84) pasó a la ciudad Condal como procurador representante defensor de los bienes y derechos de aquella igle­sia diocesana, elegido por el Consejo.

Y continúa: Luego vuelve a aparecer en la nómina de los años 1683, 1684 y 1685. En el f. 256v, que corresponde a septiembre de 1685 hay una nota que dice de él: «Permuta dit Sr. ab lo canonge Salvador». Y a partir de este momento, años 1686-1699, ya no hay ninguna anotación suya. ¿Pasaría a Barcelona?

Podemos afirmar que ejerció su apostolado sacerdotal y su servicio como canónigo en Urgel, por espacio de unos ocho años, desde 1678 a 1686. ¿Va camino de un mejor beneficio, y más cerca de su familia?

  1. Prior de Santa Oliva

En efecto sus biógrafos afirman su actuación en ese monasterio, pero nadie nos dice quién le concedió, cómo y por qué, la obtención de ese priorato.

El monasterio de Santa Oliva estaba en el «pla del Vendrell, baix Penedés», en Tarragona. Está pues relativamente cerca de Barcelona. En 1158, el obispo de Barcelona cedió la Iglesia del Casti­llo de Santa Oliva al Monasterio de San Cugat, para que fundara un monasterio, pero en el siglo xv ya no había monjes en sus propiedades.

Estando Sentjust en Barcelona, le resultaría más fácil lograr y atender a ese «beneficio eclesial», que hacerlo desde la lejana Urgel. Y aquí tuvo tiempo de cumplir con su misión de servicio sacerdotal y autoridad prioral. Sus contemporáneos se expli­can más.

 

En su Oración Fúnebre, el Dr. Garrigó afirma: Asistiendo (al Coro) todos los días indefectible­mente, sin que entibiasen su fervor, ni los calores del verano, ni los fríos del invierno Y el P. Torres añade: En este nuevo oficio dio pruebas evidentes de su amor al servicio de Dios y de la Iglesia24. Subrayemos esos dos aspectos importantes: su amor a Dios, sirviendo a la Iglesia y a los fieles.

Clemente XI en el Breve que autoriza la fun­dación de la Congregación en España, lo llama «sacerdote, Prior del Priorato de Santa Oliva y Canónigo de la Catedral de Urgel».

La escritura de fundación de la Congregación de la Misión señala ese orden: «Prior de Santa Oliva, después canónigo de la Seo de Urgel, y, por último, Arcediano Mayor de la Catedral de Barcelona».

¿Quién puede referir las conversiones que obró en el Priorato, la caridad y solicitud con que acogió a los pecadores, alivió las necesidades de los infortunados y atendió a toda suerte de nece­sidades corporales y espirituales?… A todo aten­dió la solicitud del pastor, y merced a sus cuida­dos y vigilancia, conservó en la fe la porción del rebaño a su celo encomendado… Diez y ocho años trabajó en esa santa empresa….

Y Garrigó nos lo describe así: El trabajo fatigadísimo en el Priorato de S. Oliva, catequizando, predicando y confesando, no solamente a sus feligreses, sino también a todos los de aquella comarca, sin que le ayudase a llevar aquella pesa­da cruz otro Ministro26.

Se cuenta que, Francisco, como responsable del lugar, exigía moralidad y costumbres sanas, prohibiendo los bailes públicos. Un soldado hizo burla de ello despreciando sus decisiones, inclu­so dentro del mismo templo. El Prior se le acercó y díjole tales razones, tan dulces y tan edificantes, que el pobre soldado desistió de sus pretensiones públicas y escandalosas; pidió perdón y fue uno de sus incondicionales27. No sin razón exclama el mismo E Garrigó: ¡Qué ángel de guarda tan solí­cito fue nuestro Prior de sus ovejas de Santa Oliva mientras estuvieron a su cargo.

 

 

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