En este articulo nos referiremos especificamente a los que la doctrina de la Iglesia llama Fieles laicos o Laicos comprometidos pero recordemos que son laicos, también el vecino que nunca va a la misa, la comadre que solamente va a los nueve días de la novena de los difuntos, matrimonios y bautizos, el compañero que de vez en cuando invoca a Dios. Todos ellos son laicos, porque no son del clero o consagrados en alguna comunidad religiosa, son laicos en la Iglesia.

Siendo el Vicentino ante todo un laico comprometido trataremos sobre su formación.

Los fieles laicos

«HOMBRES DE LA IGLESIA EN EL CORAZÓN DEL MUNDO Y HOMBRES DEL MUNDO EN EL CORAZÓN DE LA IGLESIA» (Conf. documento de Puebla 7160)

Cuando el documento de Aparecida en el Número 209 habla «de los fieles laicos y laicas discipulos y misioneros de Jesús en luz del mundo’ nos remite a la Constitución Luz de los pueblos del Vaticano segundo’

Los fieles laicos son

Los cristianos que están incorporados a Cristo por el bautismo, que forman el pueblo de Dios y participan de las funciones de Cristo: sacerdote profeta y rey. Ellos realizan según su condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el Mundo Cf. LG (luz de los pueblos) 31

Los campos de apostolado de los laicos son múltiples

1. Las comunidades de la Iglesia

Su obra dentro de las comunidades de la Iglesia es tan necesaria que sin ella el mismo apostolado de los pastores muchas veces no puede conseguir plenamente su efecto. Acostumbrense los laicos a trabajar en la parroquia, a presentar a las comunidad de la Iglesia los problemas propios y del mundo . Hagan sobretodo labor misionera, prestando auxilios materiales e incluso personales a la comunidad

2. La familia

El apostolado de los esposos y de las familias tienen una importancia trascendental. Entre las diversas obras de apostolado están adoptar como hijos a los niños abandonados, recibir con gusto a los abandonados, prestar ayuda en los régimenes de las escuelas, ayudar a los jóvenes con su consejo y medios económicos, ayudar a los novios a prepararse mejor para el matrimonio, prestar ayuda a la catequesis, sostener a los matrimonios y familias que están en peligro material o moral, proveer a los ancianos no sólo de lo indispensable, sino procurarles los justos beneficios del progreso económico.

3. La juventud

Los jóvenes ejercen en la sociedad moderna un influjo de grandísima importancia. No se deben sentir en el ejecicio de su apostolado como separados y abandonados de los mayores.

4. El medio social

El apostolado en el medio social es el esfuerzo por llenar de espíritu cristiano el pensamiento, las costumbres, las leyes y las esructuras de la comunidad en que uno vive. En este campo los seglares pueden ejercer el apostolado de igual a igual en el campo del trabajo, de la profesión, del estudio, de la vivienda, del descanso, de la convivencia son muy aptos para ayudar a los hermanos. Recuerden que muchos hombres no pueden escuchar el evangelio ni conocer a Cristo más que por sus vecinos.

Los Laicos también están llamados a participar en la acción pastoral de la Iglesia, primero con el testimonio de su vida, y en segundo lugar con acciones en el campo de la evangelización, la vida litúrgica y otras formas de apostolado, según las necesidades locales bajo la guía de sus pastores. Cf. Apostolado de los seglares 211.

Espiritualidad laical

Es necesario entender la espiritualidad laical desde lo que es la identidad y la misión del laico.

Si hemos dicho, que la misión del laico se desenvuelve en los ámbitos del «mundo» y de la «Iglesia», tendremos que decir también, que su espiritualidad tendrá que tener estas dos dimensiones y esto es importante

Nuestras oraciones, celebraciones eucarísticas, rosarios, peregrinaciones y toda la gama de expresiones litúrgicas de nuestra fe laical tienen que ser nutridas de nuestra vivencia y nuestras experiencias como cristianos en el mundo. No podemos ir a rezar para olvidarnos de nuestros problemas, sino para pedir a Dios que nos ayude a solucionarlos. Entonces, estas oraciones serán realmente un alimento para nuestra vida, no se puede prescindir de los espacios dedicados a la oración, necesitamos la oración diaria, la celebración comunitaria de la Eucaristía, las expresiones vivas, rituales y comunitarias de una fe que nos debe guiar en todo momento de nuestra vida, nuestra espiritualidad necesita un equilibrio entre ambas partes: entre oración y vida, entre actividad y contemplación.

De esta manera nos daremos cuenta, que no solamente la oración es un lugar de encuentro con Dios, sino también nuestra vida diaria, si entrelazamos la oración con la realidad, empezaremos a sentir la presencia de Dios en nuestras actividades más cotidianas, y al final actuaremos orando y oraremos actuando, ya no diremos a Dios cualquier cosa, solamente porque está en el libro de oraciones, sino conversaremos con él sobre nuestra vida y trataremos de descubrir su presencia en ella.

Para concluir, la espiritualidad no es para los laicos una cosa adicional a su vida seglar, es la vida misma. La oración es parte de la vida como el lavado de ropa y la educación de los hijos. Al final de cuentas, toda la vida se puede volver oración encuentro con Dios, este encuentro es el alimento de nuestra vida de laicos.

Vayamos al encuentro de todas las personas de buena voluntad, para transformar junto con ellas este mundo y hacerlo más semejante a lo que Dios quiere para él.

Pero para cumplir con este mandato de la Iglesia nos tenemos que formar primero como laicos comprometidos y después como vicentinos sería interesante que tratáramos de profundizar en los documentos de la Iglesia que nos hablan específicamente de los seglares o laicos comprometidos como son:

• La constitución Luz de los pueblos (Lumen Gentium) Capitulo 4 del Vaticano II
• Decreto sobre el apostolado de los seglares ( Apostolicam Actuasitatem) del Vaticano II.
• Cristifidelis laici Juan Pablo II

Ejercicio de reflexión

Completar con cada letra una palabra que tenga que ver en su propio criterio con la persona o la misión del LAICO COMPROMETIDO.

• L
• A
• I
• C
• O

• C
• O
• M
• P
• R
• O
• M
• E
• T
• I
• D
• O