Justificación
La Sociedad de San Vicente de Paúl de Medellín, consciente de la importancia que tiene la formación y promoción humana de los Socios para poder realizar su apostolado, creó en octubre de 2008 el Comité de formación y promoción humana con el fin de atender ese aspecto en el grupo de Socios y Socias Vicentinos.
La Sociedad ha atendido la formación por medio del Comité de Espiritualidad, los artículos del boletín, los Consejos Zonales y algunas charlas en las Asambleas, sin embargo aún se notan muchas carencias en el desarrollo de sus actuaciones, por eso se palpa la necesidad de profundizar en algunos temas y de actualizarlos en otros.
El comité ha creído conveniente publicar una segunda edición del curso semi-presencial FORMACIÓN PARA LA EXCELENCIA, corregida y con algunos apartes nuevos. La primera edición fue publicada en los años 1998–2000, tuvo gran acogida entre los Socios, esperamos que todos pongamos el mayor empeño, no sólo en leerla sino en profundizar su contenido para hacerlo vida y así conseguir que nuestro apostolado responda a nuestro carisma y a las expectativas de las nuevas pobrezas.
Objetivos
General
Lograr una formación integral del consocio en sus aspectos humano, cristiano, vicentino y técnico, reafirmando el compromiso y la identidad de los consocios, mediante un proceso educativo a distancia, que complemente su quehacer Vicentino.
Objetivos específicos
- Aprender a reconocer y analizar el fenómeno de la pobreza en Medellín, Colombia y América Latina, con estrategias participativas y autogestionarias que apunten a un cambio sistémico.
- Formar a los consocios capacitándolos, para promover y participar en los cambios sociales en los cuales es necesario reformar y vivir los valores de: solidaridad, participación, justicia y responsabilidad.
- Conocer y poner en práctica el proyecto de San Vicente de Paúl y Federico Ozanam EVANGELIZAR Y AYUDAR A LOS CARENTES.
- Brindar herramientas técnicas de trabajo con la comunidad y dar elementos básicos de administración y organización que cualifique el trabajo voluntario.
Público
El presente curso está dirigido a los consocios actuales y futuros que forman parte de la Sociedad de San Vicente de Paúl de Medellín.
Metodología
Se realiza en una forma semi-presencial, el curso consta de 18 módulos coleccionables, que se envían a las direcciones de quienes previamente se inscribieron (puede ser un socio particular o Conferencia).
Cada fascículo contiene información y un cuestionario sobre la lección que el inscrito (o la conferencia) debe responder y devolver a la oficina de la Vicepresidencia de Comunidad de la Sociedad, para ser evaluado y devuelto con las respectivas anotaciones. Este requisito es indispensable para continuar con el proceso, si no recibimos el cuestionario diligenciado, asumiremos que la persona o Conferencia no desea continuar con el curso y anularemos su matrícula.
Además se realizaran encuentros trimestrales presenciales de carácter obligatorio, con el objetivo de socializar, ampliar conceptos y resolver inquietudes en torno a los módulos.
Para que este curso cumpla su objetivo, cada participante debe estudiar con atención el contenido del módulo, analizar sus conceptos, memorizar sus principios básicos y aplicar a la vida diaria lo estudiado.
¡Bienvenidos y éxitos!
Introducción
La formación es un proceso mediante el cual la persona desarrolla sus potencialidades y habilidades, para hacer y para actuar conforme su misión en el mundo y de acuerdo a su vocación y al plan de Dios. Es permanente, en la cual los hombres crecen, se perfeccionan y maduran, por eso la formación nunca termina, cada vez recibimos más información. La ciencia y la tecnología descubren nuevos y mejores caminos y el hombre casi sin pensarlo se amolda a esos parámetros.
También el documento de Aparecida (publicado por la última conferencia del clero Latinoamericano, en el 2007) la definen de una forma específica «una formación que abarca varias dimensiones que deberán ser integradas armónicamente a lo largo de todo un proceso formativo. Se trata de la dimensión humana, comunitaria, espiritual, intelectual y pastoral misionera»1.
Esta formación ha de ser humana (desarrollo de actitudes y valores que impacten el crecimiento personal y social del individuo), cristiana (viviendo y conociendo la doctrina de la Iglesia para ejercer nuestro discipulado y ser evangelizadores), vicentina (formarnos en nuestro carisma, ver a Jesucristo en la persona del pobre) y técnico (conociendo los avances en las ciencias sociales para que nuestra acción sea exitosa).
Por lo dicho anteriormente, quiero invitarlos a que tengamos una actuación positiva donde aceptemos una FORMACIÓN ADECUADA a la acción emprendida, ya que «El trabajo de aficionados» (es decir improvisado) es muy peligroso, porque la acción se lleva a cabo con personas vulnerables, frágiles que necesitan un apoyo constante y adecuado para salir por si mismas de sus dificultades y poder a su vez ayudar a otros (Documento base Asociación internacional de Caridades).
Formación para la Excelencia significa entonces que debemos procurar ser cada vez mejores, más desarrollados, más maduros en un sentido integral: como personas, como cristianos como vicentinos y como técnicos.
Personas: conociendo nuestra personalidad, nuestros aspectos positivos y negativos.
Aprendiendo a conocernos a nosotros mismos identificaremos que podemos corregir, que debemos mantener e incrementar, que debemos cambiar y que debemos perfeccionar.
Cristianos: viviendo y conociendo la doctrina de Cristo, sus principios, sus enseñanzas y su filosofía, dejando atrás aquella fe de carbonero que nos legaba a una tradición y un nombre que sosteníamos toda una vida sin profundizar, sin conocer las razones, ni los conceptos básicos del Cristianismo.
Proponemos que la religión que practicamos no sea sólo la que nos toco vivir, sino, que sea la que practicamos porque la conocemos, vivimos y amamos, porque es la doctrina que Cristo nos dejo.
Vicentinos
La formación Vicentina nos debe preparar para nuestro servicio como Vicentino que se puede resumir en:
- Prestar cualquier clase de ayuda personal a cualquier persona necesitada.
- Adoptar iniciativas para encontrarse con la pobreza
- Adaptarse a los cambios del mundo
- Atención y estima por los pobres
- Confidencialidad y reserva
- Confianza y amistad
- Fomento de la autopromoción
- Interés por las necesidades más profundas y por la espiritualidad
- Servir en esperanza
- Nuestra gratitud para las personas que visitamos.
- Una vocación para cada momento de nuestra vida
Técnicos: para ser excelentes debemos conocer algunas técnicas que posibiliten y enriquezcan nuestra labor con los demás. Los avances en las ciencias sociales nos muestran mejores caminos para llegar al otro, las técnicas para manejar grupo, para actuar con familias, para planear, controlar y ejecutar programas sociales que produzcan frutos y sean exitosos, en fin nos preparan con elementos para enfrentarnos a ese apostolado que hemos decidido emprender como opción de vida.
¿Quién es un laico comprometido?
En el concilio Vaticano II la Iglesia tuvo presente, en muchos documentos, el quehacer cristiano del laico, elaboró un documento especial donde se fijan normas para orientar la vida y el apostolado de los laicos.
«El concilio Vaticano II dirige solícitamente, a los cristianos seglares y reconoce la importancia de su función especifica y absolutamente necesaria en la misión de la Iglesia, recordada también en otros documentos.
El apostolado seglar, que brota de la esencia misma de su vocación cristiana, nunca puede faltar en la Iglesia. La misma Sagrada Escritura demuestra, con abundancia, cuan espontáneo y fructuoso fue el dinamismo de los seglares en los orígenes de la Iglesia«, (A.A. No. 3) por lo tanto el Socio Vicentino es un laico comprometido y debe actuar como tal.






