Epifanía del Señor (reflexión de la S.S.V.P. en Estados Unidos)

Francisco Javier Fernández ChentoHomilías y reflexiones, Año CLeave a Comment

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Author: Sor Kieran Kneaves, H.C. · Year of first publication: 2016 · Source: Sociedad de San Vicente de Paúl, Consejo Nacional Estadounidense .
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Evangelio: (San Mateo 2:1-12)

Jesús había nacido en Belén de Judá durante el reinado de Herodes. Unos Magos que venían de Oriente llegaron a Jerusalén preguntando: “¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo.” Herodes y toda Jerusalén quedaron muy alborotados al oír esto…. Entonces Herodes llamó en privado a los Magos, y les dijo “Vayan y averigüen bien todo lo que se refiere a ese niño, y apenas lo encuentren, avísenme, porque yo también iré a rendirle homenaje. Después de esta entrevista con el rey, los Magos se pusieron encamino; y fíjense: la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. ¡Que alegría más grande: habían visto otra vez la estrella! Al entrar en la casa vieron al niño con María, su madre; se arrodillaron y le adoraron. Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra. Luego se les avisó en sueños que no volvieran donde Herodes, así que regresaron a su país por otro camino.

Reflexión:

Los tres reyes Magos del Oriente, por lo visto, deben haber sido hombres de manera; viajaron una distancia extensa para encontrar al “recién nacido Rey de los Judíos” para ofrecerle regalos de mucho valor, confiando en solo ser guiados por la estrella. Sin duda tendrían que haber reconocido la generosidad de Dios, porque habían respondido inicialmente a la búsqueda del Niño para “hacerle homenaje.” El significado simbólico de sus tesoros es: dando el oro fue la respuesta de compartir sus bienes; dando el incienso fue su respuesta a la reverencia y gratitud por los regalos de Dios a ellos; y dando la mirra fue su respuesta de compartir obediencia en seguir la revelación de Dios en la estrella (Liturgia Viviente))

Meditación Vicentina:

Los Magos vinieron a adorar al Rey recién nacido. ¿Seriamos nosotros capaces de eso? ¿Estamos dispuestos a inclinarnos frente al Señor y hacerle homenaje? ¿Somos capaces de hacer de Cristo el centro absoluto de nuestras vidas? ¿O nos abrazamos de dioses ajenos como lo hizo Herodes? Estos se manifiestan como: poder, popularidad, seguridad, confort, para nombrar solo unos cuantos. La mayoría de estos dioses son reflexiones de nosotros mismos. Reflejan hacia adelante nuestro deseo de ser el centro del universo. No como Herodes, los Reyes Magos se inclinaron ante el Niño y lo adoraron. Que nosotros también nos inclinemos ante Él en la persona de los pobres, quien son – en una frase que usamos tan seguido hasta perder su significado – nuestros “Señores y Dueños” como dijo San Vicente. (Maloney, ¡Ve! En la Espiritualidad Misionaria de San Vicente de Paúl)

Discusión: (Compartan ideas sobre estas lecturas después de un momento de silencio)

¿Cómo podemos servir mejor a “nuestros Señores y Dueños,” los pobres?

Oración de Clausura:                                                                                

Oh Señor, da luz a las tinieblas mientras Te buscamos,

-Deja que Tú luz nos ilumine.

Así como los Magos se inclinaron en homenaje,

-Que Tú seas el centro absoluto de nuestras vidas.

Que nosotros, como los Magos, Te ofrezcamos regalos cada día,

-Mientras Te descubrimos en las vidas de los pobres.

¡Amén!

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