París, 22 de enero de 1640.
Señorita:
¡La gracia de nuestro Señor sea siempre con nosotros!
Volví ayer por la tarde del campo y me encontré con la que usted escribió al padre Dehorgny el 14 de este mes. Esta carta me hace pensar que no ha recibido usted las mías. Le he escrito todas las semanas, la última vez hace sólo tres días. Me parece que no le han entregado mis cartas.
He aquí la respuesta a las cosas principales que me escribía. En primer lugar, sobre las cláusulas [de] los señores del hospital, me parece que hará usted bien en firmarlas con su nombre, como directora de las pobres Hijas de la Caridad, bajo el beneplácito del superior general de la compañía de sacerdotes de la Misión, director de dichas hermanas. En cuanto a las condiciones, no sé qué decirle sin haberlas visto, a no ser que, si quieren que sean según los artículos de su reglamento y a su costa, creo que necesitarán al menos cien francos o veinticinco escudos para cada una.
Sobre su regreso, le ruego que sea lo antes posible y que tome usted una camilla y que alquile para ello dos buenos caballos. Le habría enviado una litera, si hubiera sabido qué es lo que necesitaba, una litera o una camilla. Me parece que esta última será más cómoda. Le ruego, señorita, que no piense en gastos y que, cueste lo que cueste, tome lo que sea más cómodo.
Un señor de condición me quita la pluma de la mano y me obliga a decirle que la espero con el corazón que saben nuestro Señor y su santa Madre. Soy, en su amor, s. s.
V. DEPAUL
Dirección: A la señorita Le Gras, directora de las Hijas de la Caridad, actualmente en el hospital de Angers, en Angers.