La Congregación de la Misión en Austria (II)

Mitxel OlabuénagaHistoria de la Congregación de la MisiónLeave a Comment

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Author: Desconocido · Year of first publication: 1903 · Source: Anales Madrid.
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austriaCASA DE SALZBURGO. 1883
Esta casita de la Congregación fundóse casi exclusivamente para ocuparse en Salzburgo de la dirección de las Hijas de la Caridad. Dio a ello motivo la unión de las Hijas de la Caridad de la Archidiócesis de Salzburgo con las de la Casa Madre de París. Vencidas algunas dificultades, gracias a los sacrificios del S. G., el Ilmo. Sr. Francisco de Paula Eder, entonces Arzobispo, y del Sr. Isidoro Pertl, Superior, se realizó felizmente esta unión.
Como el Sr. Arzobispo deseaba que las Hijas de la Caridad de su diócesis constituyesen Provincia especial, se les dio como Director uno de los Misioneros, y confiaron los Superiores este cargo al Sr. Domingo Wobbe, nombrándole al mismo tiempo Superior de la casa de los Misioneros que se iba a fundar. A fines de Septiembre de 1882 llegó a Salzburgo el Sr. Wobbe, acompañado del señor Agustín Wolf, Sacerdote de la casa de Viena. Allí trabajaron juntos en una misión, dada en la Catedral con motivo del Jubileo del 1300.° aniversario de San Ruperto, Apóstol y primer Obispo de Salzburgo. Concluida la misión, se dirigió el Sr. Wobbe a Salzburgo el 3 de Octubre a la casa de las Hijas de la Caridad, en la que estuvo algún tiempo con el Sr. Francisco Weissenbacher. Al comenzar la segunda semana de Octubre se pusieron a construir una modesta casa para los Misioneros, terminándola a la llegada del invierno, y fueron a habitarla el 14 de Octubre de 1883.
Cuando se unieron las Hijas de la Caridad, no tenían los Misioneros más que una capillita, muy rica y adornada, sí, pero muy pequeña. En la primavera de 1885 se destruyó la capilla, construyéndose una iglesia para reemplazarla.
Tan rápido fue este trabajo, que el 22 de Septiembre de 1888 pudo el Sr. Arzobispo Francisco Alberto Eder consagrar la nueva construcción. Poco después de la ceremonia ofrecieron el Santo Sacrificio de la Misa, a la vez, el mismo Sr. Arzobispo en el altar mayor, y el Canónigo Haesteiner y el Sr. Wobbe, Superior, en los altares late-rales, dedicados a San José y a San Vicente.
El Sr. Weissenbacher, después de un continuo trabajo de cinco años, fue trasladado a Schwarzach. De aquí volvió para desempeñar el cargo de Director de las Hermanas y de Superior, en lugar del Sr. Domingo Wobbe, a la muerte de éste, muerto piadosamente en el Señor el 6 de febrero de 1891.
Como se dijo antes, esta casa se fundó casi exclusivamente para la dirección de las Hijas de la Caridad; por tinto, excepto en algunas circunstancias en que han tenido que ayudar a sus hermanos en las misiones, la dirección de las Hijas de San Vicente es casi el único cargo de estos Misioneros, a quienes, según esperamos, el Señor continuará colmando de bendiciones, como lo ha hecho hasta ahora.

CASA DE SCHWARZACH-SCHERMBERG
1887
Esta casa tiene el mismo origen que la de Salzburgo, el motivo de la unión de las Hijas de la Caridad de Salzburgo con la casa de París. En efecto; dichas Hijas de la Caridad, desde 1844, proveían a las necesidades de los enfermos en el Hospicio de Schwarzach, situado en el vecindario de la iglesia de la Santísima Virgen María.
A este se añadió otro establecimiento que, distando de Schwarzach hora y media, se había establecido en la ciudadela de Schermberg, bajo una alegre colina, a una altura de cerca de 185 metros. La ciudadela perteneció en otro tiempo al Conde de Schermberg, y la dio a las Hijas de la Caridad S. E. el Cardenal Schwarzemberg, con algunos terrenos, para el acrecentamiento de dicha obra más adelante; los pobres y dementes hallaron allí asilo, mientras que un segundo piso servía de habitación a algunos Sacerdotes pensionarios, según se les llamaba, es decir, a quienes se les confiaba por algún tiempo este empleo. El cuidado de las almas en estos establecimientos, confiados hasta 1882 a Sacerdotes seculares, ha estado, a contar del
19 de Mayo del mismo año, a los de la Congregación del Santísimo Redentor.
En 19 de Julio de 1882, cuando las Hijas de la Caridad de Salzburgo se unieron a la casa de París, los Lazaristas, accediendo a los deseos del Arzobispo, Sr. Eder, se encargaron de la dirección de estas obras. El acta de traslación se hizo el 30 de Septiembre de 1882, de parte de los Redentoristas, ante los PP. Francisco Schmiedhuber, Superior, y Gaspar Stamm, maestro y director de los Sacerdotes pensionarios y de parte de los Misioneros, ante los señores Guillermo Mungersdorff, Visitador de la Provincia de Austria; Francisco Weissenbacher, Superior y futuro Director; y por otra, de los Sres. José Kahl y Francisco Danck.
Los Milioneros distribuyeron así el campo que tenían que cultivar: dos, a saber, el Superior y el Sr. Bank, se encargaron de la dirección del establecimiento de Scherm-berg; y el tercer Misionero, que se les agrupó muy luego como compañero, el Sr. Santiago Fischer, se ocupó en el cuidado espiritual de las Hijas de la Caridad de Schwarzach y del Catecismo que debía tenerse en su escuela. Tales son los cargos de los Misioneros; además, llenan las funciones religiosas en la iglesia de Santa María de Schwarzach y tienen en ambas casas un oratorio propio, con altar para celebrar la santa Misa.
Creemos que no será inoportuno dar algunos detalles sobre la Iglesia de Santa María de Schwarzach y de la ciudadela de Schermberg.
Fundóse esta iglesia en honor de la que es vencedora de todas las herejías, hacia el año 1736, en tiempo de Leopoldo Antonio, Arzobispo de Salzburgo, por catorce monasterios de Benedictinos, unidos para destruir la herejía luterana, y fue consagrada a la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María en 1759 por el Arzobispo Segismundo; y no fue en vano, porque desde entonces ninguna familia protestante se ha establecido en su territorio. Esta Iglesia posee, lo que tal vez extrañe, dos tribunas, destinadas a asambleas de controversia, que casi nunca tuvieron lugar en su territorio. Algunos años después fue completamente extirpada de esta región la herejía luterana y abandonado por los Benedictinos el Monasterio.
Como dijimos antes, en 1844 fue cedido por S. E. el Cardenal Swarzemberg, Príncipe-Arzobispo de Salzburgo, a seis Hijas de la Caridad, quienes, una vez establecidas en este lugar, tuvieron en poco tiempo más de sesenta casas dependientes de él.
De 1894 a 1899 fue totalmente restaurada la iglesia y adornada con varios objetos, como altares laterales, un púlpito y Vía Crucis.
En cuanto a la ciudadela de Schermberg, construyóla el Conde Alberto de Schermberg y hasta mediados del siglo XVII no tuvo otros poseedores que los católicos. Hay en ella un santuario, como también una estatua milagrosa de la Madre de Dios, que, trasladada de Schermberg a una parroquia vecina, probablemente por la apostasía del poseedor, volvió ella misma a Schermberg, según testimonio de hombres muy dignos de fe.
Además del santuario hay en la ciudadela dos oratorios. Cuanto acabamos de mencionar sirve, en parte, a las Hijas de la Caridad y, en parte, a los enfermos.

CASA DE SAN JORGE DE CONSTANTINOPLA
1882

Esta casa alemana, erigida junto a la iglesia de San Jorge, debe su origen al Sr. Eugenio Boré, Superior General, que desempeñó durante muchos años el cargo de Visitador de la Provincia de Constantinopla. Como conocía la lengua alemana, tuvo con frecuencia ocasión de prestar entonces que la presencia de un Sacerdote alemán que residiese en Constantinopla sería en extremo ventajosa, alcanzó que en 1870 el Sr. Teodoro Thiele, Sacerdote de la Misión, fuese enviado de Viena a esta ciudad. Éste no estuvo ocioso: trabajó con feliz éxito; mas al año siguiente fue atacado de una enfermedad mortal, y habiéndole administrado los Sacramentos, durmió piadosamente en el Señor. De Viena mandaron otro Sacerdote para el mismo cargo, que se ocupó en él asiduamente; mas atacado por la enfermedad, vióse obligado a volver a Viena en 1874. A éste sucedió el Sr. Pedro Conrado Stroever, Misionero de la Provincia alemana, quien, desterrado de su patria por la guerra llamada de la Civilización (Kulturkampf), llegó a Constantinopla el 17 de Octubre de 1874, y puede ser, con justicia, considerado como el fundador de la casa de San Jorge.
En un principio recibió, como sus hermanos, hospitalidad entre los Benedictinos. Muy pronto concibió el proyecto de fundar una casa y una iglesia particular; tanto más, cuanto que las Hijas de la Caridad alemanas habían llegado a Constantinopla para abrir una escuela y asilo para los niños. Así, después de ocho años de trabajos, habiendo reunido en Alemania y Austria el dinero necesario, pudo comprar a los RR. PP. Franciscanos, con gozo de los alemanes y austriacos, la iglesia de San Jorge y una casa contigua a ella. El 19 de Septiembre de 1882 tomó solemnemente posesión de la iglesia de San Jorge y de la casa que le está añadida, confiando parte de ésta a las Hijas de la Caridad. Esta casa alemana, así fundada por formal contrato, la confirmó y prometió protección el Arzobispo Sr. Vicente Vanutelli, e igualmente fue reconocida como nueva casa de la Congre-gación de la Misión por el Sr. Fiat, Superior General, y nombrado primer Superior el Sr. Stroever.
La escuela y orfelinato fueron pronto muy florecientes; la adquisición de una nueva casa permitió agrandar la obra y. fueron llamados dos nuevos Sacerdotes de la Provincia de Alemania. Los que estaban al frente de la Provincia deéinraron, sin embargo, no poder continuar proveyendo a Ias necesidades de esta Casa, y entonces el Sr. Stroever, habiendo tratado el asunto con el Sr. Guillermo Müngersilot, el Visitador de la Provincia de Austria, y con la aprobación del Superior General, agregó a la Provincia de Aus-tria (1871) la Casa de San Jorge. Esta fue la última obra del Sr. Stroever, que tan bien mereció de la Casa de San Jorge; atacado de una enfermedad, y exigiendo ésta una operación quirúrgica, se le aumentó más y más, y le causó la muerte el I.° de Octubre de 1891, según la voluntad de Dios, que no quería retardar más la recompensa eterna prometida a su fiel siervo. Su memoria vivirá siempre en la Casa de San Jorge.
El nuevo Superior, Sr. José Jarosch, que fue de Graz a Constantinopla, no permaneció inactivo ni ocioso; porque, en efecto, engrandeció la escuela: el número de Misioneros, Sacerdotes y Hermanos, llegó a 12, y el de las Hijas de la Caridad, que eran II en tiempo del Sr. Stroever, llegó poco a poco hasta 40. Estos acrecentamientos exigían muchos cuidados.
La Casa sufrió entonces diversas transformaciones: adquiriéronse terrenos y jardines, y la Casa de San Jorge albergó dentro de sus muros cerca de 200 alumnos, niños y niñas internos, y 150 alumnos externos. Las Hijas de la Caridad, a su vez, compraron dos casitas, una destinada a asilo para los niños, y otra a sala de clínica para los oftálmicos.
Seiscientos enfermos son atendidos en estas Casas, al frente de las cuales hay tres ilustrados Médicos. Las Hijas de la Caridad reciben también y cuidan a 50 niños de cinco años para arriba.
Los Misioneros aplican principalmente su celo a las escuelas, que en las Misiones extranjeras tienen tanta importancia; sin embargo, no recusan otros trabajos: asiduamente cumplen los ministerios de la Iglesia; predican al pueblo todos los domingos y fiestas; confiesan en francés y en italiano; trabajan en evitar las uniones ilegítimas ó en revalidarlas; distribuyen socorros a los pobres, etc., y con la ayuda de Dios obtienen numerosas conversiones.

CASA DE ALGERSDORF, CERCA DE GRAZ, EN ILIRIA
1894

Algersdorf es un arrabal de la ciudad de Graz, habitada en su mayor parte por obreros. Nuestra Congregación debe en ella la fundación de una casa al Instituto Leopoldino. Este Instituto, fundado por Leopoldo Hofbauer, Párroco de la iglesia de San Andrés, es un asilo para niños y al mismo tiempo escuela normal, cuya dirección se confió a las Hijas de la Caridad.
Como estaban en él establecidas las Hijas de la Caridad, todos deseaban ver también allí establecidos a los Misioneros. Faltaba, con todo, una voz autorizada que pudiera llamarles. Esta voz fue la del Ilmo. Sr. Juan Bautista Zwerger, Obispo de Seckau, quien largo tiempo había ansiaba socorrer las necesidades religiosas de esta parte de su rebaño.
He aquí lo que claramente expuso el piadoso fundador en el documento introducido en la piedra fundamental: «Esta piedra —dice — es el fundamento de una Iglesia, edificada por Juan Bautista, Obispo de Seckau, por medio de un legado de Leopoldo Lilienthal, Conde romano, sobre una propiedad de las Hijas de la Caridad, y en honor de San Vicente. El mismo Obispo confió el cuidado de las almas a los Sacerdotes de la Misión, para proveer mejor a la salud eterna de los pobres obreros, para aumentar entre ellos la fe y la piedad, para favorecer la recepción de los Sacramentos— sin contravenir los derechos parroquiales, —para fomentar la instrucción y educación en el Asilo Leopoldino; en fin, para que las Hijas de la Caridad hallen en él ayuda y consuelo.»
Por esto se confió esta iglesia a nuestra Congregación; los pobres, que existen allí en gran número, son como la preciosa herencia de Nuestro Padre San Vicente.
Después de muchas dificultades pudieron comenzarse los trabajos de construcción de la iglesia el 19 de Febrero de 1892, y el 9 de Mayo del mismo año el Obispo, Ilmo. Sr. Juan Zwerger, consagró y colocó solemnemente la piedra fundamental. Un año después fue terminado el edificio, exteriormente al menos; porque el 26 de Abril de 1893 se colocaba la cruz bendecida por el Sr. Obispo, quien desde entonces fue atacado de mortal enfermedad. La consagración de esta cruz fue uno de los últimos hechos de su vida, porque el 14 de Agosto de 1893 su alma volaba al Cielo a recibir la corona de gloria que tan bien tenía merecida.
El 5 de Septiembre bendijo las campanas el Reverendísimo Vicario Capitular Sr. Juan Winterer, y finalmente, el 6 de Diciembre de 1894, por ausencia del nuevo Obispo, ocupado en visitar la Diócesis, el mismo Vicario Capitular bendijo la iglesia. Desde la víspera (5 de Diciembre 1894), los misioneros, PP. Coloman Galambos, Superior, José Haring, y cuatro Hermanos coadjutores, entraron sin aparato en la Casa.
Muy pronto empezaron a trabajar con fervoroso] celo en la conversión de las almas, y no faltó a su abnegación la bendición del Cielo.
Finalmente, en la primavera siguiente, 24 de Abril de 1895, el nuevo Obispo, Leopoldo Schuster consagró la iglesia con la solemnidad ordinaria, y muy luego se dió en ella una misión. ¡Que el Señor bendiga a los hijos de San Vicente!, por ellos se ve aquí, como en otro tiempo: durante su vida, colocado en medio de los pobres. Puedan ellos llevar a la viña del Señor, por tanto tiempo desolada, preciosos y abundantes frutos.
su vida, colocado en medio de los pobres. Puedan ellos llevar a la viña del Señor, por tanto tiempo desolada, preciosos y abundantes frutos.

CASA DE VIENA POUTHONGASSE.-ESCUELA APOSTÓLICA
1893
Es la tercera Casa de la Congregación de la Misión en Viena, y como sucursal ó aneja del Asilo de San Antonio, cuya fundación se remonta al Sr. Bartolomé Touvre, celoso misionero enviado de Francia a esta Provincia. Éste, en efecto, compadecido de la miseria de las mujeres y niñas que, al salir de las cárceles públicas, por nadie son recibidas, trabajó en buscarles un refugio en el que pudiesen, mediante un trabajo honesto, procurarse la vida. Con este fin empezó a recoger limosnas el piadoso misionero; mas sorprendido por la muerte, dejó a otros la ejecución de su designio.
Algunos años después, otro misionero no menos activo, animado por el Sr. Martín Derler, Superior de la Casa de Viena (Kaiserstrasse), emprendió esta obra hacia 188o, y reunió, en el edificio del Asilo de San Antonio, una Sociedad compuesta de miembros de las Conferencias de San Vicente de Paúl, para atender al fin de que acabamos de hablar.
Ni faltó la bendición divina a estos celosos obreros, porque desde 1887 dieron principio a la construcción de una casa en el campo militar llamado Schmelz. Al propio tiempo pensaban construir una iglesia, cuya dirección querían confiar a los Misioneros, para los cuales había que construir una pequeña habitación. Habiendo entonces adquirido una casa particular al precio de 80.000 francos y adaptándola a su fin, la Sociedad la dió en propiedad a la Compañía, no exigiéndola más que dos Misioneros se encargasen de la Iglesia y del Asilo.
Mucho tiempo después desearon los Superiores que el Seminario de Viena (Kaiserstrasse), en el que se instruía a los niños, esperanza modesta (pues eran solo 14 estudiantes) de la Compañía, tomó gran incremento y llegó a ser una escuela apostólica, y la nueva casa se adaptó felizmente a este fin.
En el verano de 1893 estaba ya todo acabado; la Iglesia dedicada a San Antonio de Padua, y a ambos lados el Asilo de San Antonio y la Escuela Apostólica. Por esto, el 27 de Agosto de 1893, consagró solemnemente la Iglesia el ilustrísimo Sr. Eduardo Angerer, Obispo auxiliar, y celebró la primera Misa el Sr. Guillermo Mungersdorf, Visitador de la Congregación en esta Provincia.
La Iglesia, de estilo romano, está valuada en 300.000 francos; el altar mayor, dedicado a San Antonio, es de mármol. Las estatuas de los altares laterales (la de la derecha representa a la Santísima Virgen con San Vicente y el Beato Juan Gabriel, y la de la izquierda a San José con Santa Bárbara y Santa Filomena) están pintadas sobre cobre. El Vía crucis es de bronce y la cruz del siglo XVII. El órgano es regalo del Hermano José Macher. Verdaderamente todo en ella es notable.
El Superior, Sr. Luis 011é, entró en la casa el 5 de Octubre con dos hermanos coadjutores. Algunas semanas más tarde llegó otro Sacerdote, el Sr. Lang, encargado de los estudios; los estudiantes eran cerca de cincuenta.
Como aumentasen las ocupaciones, se añadió otro Sacerdote, como también gran número de hermanos coadjutores; porque, además de la Iglesia, debían atender los misioneros a los alumnos de la Escuela Apostólica, a la dirección de las Hijas de la Caridad, y por fin prestar su ministerio religioso en el Asilo. En este Asilo son recibidos: I.°, las mujeres ó jóvenes a las que, después de haber sufrido la pena de prisión, se las da libertad, y se las dedica a ocuparse útilmente y a procurarse el medio de vivir honestamente en el mundo; 2.°, a las criadas que, por edad ó por indisposición, no pueden procurare la vida; 3.°, alguna vez también se recibe a los niños, para que no anden vagabundos por las calles, estando ociosos todo el día; se les instruye en la religión y se les da el alimento necesario, y así se les provee en cuanto al alma y en cuanto al cuerpo. ¿Quién no ve el bien que se hace así a los pobres, y que por ellos ocupa San Vicente en la tierra su lugar?

SAN JOSÉ.- CASA DE BRUNNDORF, CERCA DE MARBURGO
En Brunndorf, cerca de Marburgo, existía ya desde 1895 una capillita dedicada a San José, y poco a poco tomó las proporciones de una iglesia. Merced a las liberalidades y larguezas de Wolfgang de Synersberg, a quien en 1698 hizo grandes dádivas, se pudo levantar, en lugar del primer templo, la grande iglesia que se ve hoy con sus tres altares, dedicados respectivamente a San José, a la Purificación de María y a San Andrés; además se le dió como anejo un beneficio.
El 5 de Julio de 1766 consagró esta iglesia el Ilmo. Señor Charles, Conde de Attems, Obispo de Gorice; mas habiendo pasado en 1788 el beneficio a la iglesia de Santa Magdalena, estuvo cerrada cerca de cien años.
Finalmente, en 1896, por consejo del Sr. Tomás Rozane, Canónigo honorario, Deán y Cura de la iglesia de Santa Magdalena de Marburgo, fue confiada la iglesia a la Con-gregación de la Misión, y nuestros misioneros se encargaron de anunciar la palabra de Dios a los habitantes de Brunndof, obreros en su mayor parte, de reconciliar a los pecadores con Dios por la confesión y de trabajar en la salvación de las almas en los lugares vecinos.
A pedir de boca marchaba todo, y hasta los cielos podían conocer en ello el dedo de Dios. A fines de 1896 se comenzó a tratar este negocio, y en Junio de 1897 la aprobación de la Iglesia y del Estado, la confirmación del superior General, Sr. Fiat, suministraron todos los elementos necesarios. Se nos concedió la casa e iglesia y un tabernáculo nuevo para el altar, artísticamente labrado por un hermano coadjutor. La iglesia es muy grande, mas la casa no tiene sino ocho departamentos.
El Sr. José Javsovec, hasta entonces Superior de la casa fue nombrado Superior de la nueva casa, en unión del Sr. Miguel Navinscky, y tres hermanos coadjutores fueron destinados para ayudar a los misioneros.
El 12 de Septiembre, fiesta del Nombre de María, el Obispo de Lavant (residente en Marburgo), Sr. Miguel Napotnik, hombre lleno de espíritu apostólico y muy adicto a nuestra Congregación, y que habiendo de entrar en las funciones del episcopado hizo los ejercicios entre nuestros hermanos de Viena, introdujo solemnemente a los Misioneros en su nueva morada. Los habitantes de Brunndorf habían ya desde la víspera manifestado su alegría, echando a vuelo las campanas y tocando la música, añadiendo fuegos artificiales. El mismo día, a las diez de la mañana, los magistrados de la ciudad, muchos Sacerdotes y los Misioneros, recibieron al Obispo con mucha solemnidad. Después de bendecir el nuevo tabernáculo y de celebrar la Misa solemne, el Prelado se dirigió al pueblo hablando en alemán, y después en eslavo (ambas lenguas se hablan en este país), tomando por texto este versículo: Dominus custodiat introitum vestrum, et exitum vestrum ex koc nunc et usque iu saecula. Con esta ocasión dió prueba de gran es: tima a nuestro Santo Fundador y a la Congregación, y se gozó en citar muchos pasajes de nuestras reglas. Un solemne Te Deum terminó la fiesta.
Nuestros misioneros emprendieron al punto fervorosamente la obra de Dios. El gran número de almas (1.500 obreros, las mujeres y las jóvenes) hacían laboriosa su tarea, tanto más, cuanto era preciso hablar las dos lenguas de este país. Muy luego se añadió a los dos Sacerdotes un tercer obrero. Mas el Sr. José Navinsek, tal vez por su excesivo celo, después de seis meses fue arrebatado. Atacado de pulmonía el 19 de Julio, el mismo día de la fiesta de San Vicente, cuyo fiel hijo fué, partió al Cielo cuando apenas contaba veintiocho arios. ¡Plegue al Señor que no deje de interceder en el Cielo por la casa de Brunndorf, y que tan gran sacrificio atraiga sobre ella las bendiciones divinas!

CASA DE PILIS-CSABA, EN HUNGRÍA
1898
El primer Visitador de la Provincia de Austria, Sr. María -Domingo Schlick, dijo cierto día: «No puede menos de suceder que la Congregación de la Misión se introduzca en Hungría, en este reino de María. Si las Hijas de la Caridad y los misioneros se fijan en este país — añadía, — entonces, en la Hungría toda, mantendrán el estandarte de la caridad, y éste será el de la verdadera fe y el de la caridad cristiana.»
Proféticas fueron estas palabras; porque, siendo aún Visitador, entraron las Hijas de la Caridad en Hungría; y bajo su sucesor, Sr. Guillermo Müngersdorf, se propagaron de una manera prodigiosa.
Mas Dios quiso que los hijos de San Vicente siguieran a las Hijas de la Caridad; porque la divina Providencia suscitó muchos Sacerdotes del clero secular (entre los cuales merecen especial mención el Ilmo. Sr. Jorge Schopper, Obispo de Rosenau, y el Dr. Miguel Bundala, del Seminario central de Pesth), que tomaron todos los medios para que la profecía de que anteriormente hemos hablado tuviese cumplimiento.
No faltaron, sin embargo, obstáculos ni dificultades. En efecto: el grano de trigo, como dice el Salvador, debe morir antes de caer en tierra para que dé fruto. Este grano, si nos es lícito explicar así los caminos de la Providencia, en esta ocasión era de excelente calidad, como lo manifestará lo siguiente:
En una partida de caza, Ladislao, joven Príncipe, digno hijo de un excelente padre, el Archiduque José, muy afecto e los húngaros, fue herido de un tiro y perdió miserablemente la vida el 6 de Septiembre de 1896. Su padre, hombre de mucha fe y ardiendo en deseos de propagar más y más la verdadera Religión en Hungría, meditaba frecuentemente en la oración con qué obra piadosa podría perpetuar Ia memoria de su difunto hijo.
Después de piadosas deliberaciones y consultas, se dirigió a nuestra Congregación, para cuya introducción había empleado ya todos los medios. Con esta intención se dirigió al Sr. Guillermo Müngersdorf, Visitador de la Provincia de Austria, quien por falta de personal no accedió a su demanda, y por la misma razón, del Superior General, a quien se dirigió por carta, no recibió respuesta favorable.
Mas el Archiduque, viendo en ello la voluntad de Dios, no vaciló en dirigirse al Soberano Pontífice, quien, accediendo a su demanda, exhortó al Superior General a que concediese Misioneros a la nación húngara.
Entonces el Superior General accedió gustoso a los deseos de Su Santidad, y según disposición del Visitador Sr. Guillermo Müngersdorf, se colocó la primera piedra de la nueva iglesia de los misioneros en Pilis-Csaba, cerca del castillo del Archiduque José, el 8 de Septiembre de 1897, aniversario del origen de la Congregación de la Misión en Ilungría. Al mismo tiempo se puso a disposición de los misioneros, en atención de casa, el castillo del Archiduque, situado en Pilis-Csaba, no lejos de Budapesth, capital de Hungría.
En esta fundación el Administrador de los bienes del Archiduque, el distinguido Sr. Adolfo de Libits, Consejero Real, tomó todos los medios para que la iglesia y casa de los misioneros fuesen perfectamente adaptadas a su destino.
Cuando a fines de 1898 estuvieron terminados los trabajos, el Sr. Guillermo Müngersdorf señaló el 24 de Abril, en que la Congregación de la Misión entraría en la nueva casa.
Ahora bien; este día, que era en dicho año el aniversario del nacimiento de San Vicente, era también el de la fiesta de la Traslación de las Reliquias, y además el domingo en que se lee el Evangelio del Buen Pastor, cosas todas que no dejaron de tener significado en la inauguración de la nueva casa.
El Ilmo. Sr. Felipe Steiner, Obispo de Alba-Real (ó Szehes-Fehevar), en cuya diócesis se estableció la primera casa de la Congregación de la Misión de Hungría, quiso por sí mismo introducir a los misioneros en la nueva casa. Así, en el día señalado, se presentó acompañado de gran número de Canónigos, Párrocos y otros Sacerdotes, y se hallaban presentes el Sr. Guillermo Müngersdorf, el señor Adolfo de Libits, en representación del Archiduque, impedido este día, los misioneros Sr. Fernando Médits, Superior, con otros tres, y tres hermanos coadjutores, con gran número de fieles. El Prelado bendijo la iglesia y celebró de pontifical.
Los misioneros no eran desconocidos en Hungría; mas eran en el nuevo sentido de que entonces adquirían verdadero domicilio en estos países. Antes venían de Viena, ó de otras residencias, y daban numerosas misiones, con gran contento del pueblo; ahora continuarán sus trabajos y emprenderán otros nuevos. ¡Dígnese el Señor derramar abun-dantes bendiciones sobre su obra!

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