Sumario: 1. Fundación de Asilos y Colegios en Cuba. 2.- Asilo Municipal. Matanzas. 3.-Asilo de Huérfanos de la Patria. Santiago de Cuba. 4.- Asilo de Guanabacoa. 5.- Asilo de Hijas de María. Santiago de Cuba. 6.- Colegio de Belén. Santiago de Cuba. -7. Colegio de la Caridad. Guines. 8.- Colegio de la Milagrosa. Matanzas. 9.- Sanatorio de la Colonia Española. Santiago de Cuba. 10.- Colegio de la Milagrosa. Marianao. 11.- Colegio de Regla. Habana. 12.- Asilo de Niños del Vedado. Habana. 13.- Asilo Menocal. Habana. 14.- Colegio del Sagrado Corazón. Guira de Melena. 15.- Colegio de la Santa Infancia. San Antonio de los Baños. 16.- Asilo Mina Truffín. Marianao. 17.- Sanatorio de la Milagrosa. Habana. 18.- Asilo Lila Hidalgo. Habana. 19.- Hospital del Carmen. Caibarien. 20.- Asilo María Jaén. Habana. 21.- Asilo Anita Fernández. Cienfuegos. 22.-Sanatorio Luisa de Marillac. Isla de Pinos. 23.- Academia de S. José. Isla de Pinos. 24.- Estadística actual de fundaciones en Cuba.
1.- Fundación de Asilos y Colegios. Con la transformación política verificada en la isla a fines del siglo pasado cambió completamente allí el campo de las actividades de las Hijas de la Caridad. Al quedar suprimidos los hospitales militares y cesar sus servicios en varios de los hospitales civiles, intensificaron su vida en el campo de la enseñanza y fundaron nuevos asilos y colegios, remedio providencial contra la época de laicismo que comenzaba.
2.- Asilo Municipal. Matanzas. Fundóse en 1899, pero se deshizo al año siguiente. En él recogieron 109 huérfanos de la reconcentración. Comenzó con cuatro Hermanas que se duplicaron ante el gran número de criaturas. Fue Superiora Sor Dominica Erizmendi.
3.- Asilo de Huérfanos de la Patria. Santiago de Cuba. Se fundó en 1899 y se deshizo al año siguiente. Su única superiora fue Sor Josefa Belda.
4.- Asilo de Guanabacoa. Habana. Lo mismo que el anterior se fundó en 1899 y se deshizo el año 1900. Su única superiora: Sor Martina de la Fuente.
5.- Asilo de Hijas de María. Santiago de Cuba. Tomaron posesión de este Asilo cuatro Hijas de la Caridad en 10 de abril de 1900, siendo la primera superiora Sor María Luisa Sosa. Desde aquel día empezó a realizarse el ideal del fundador del Asilo, D. Juan Bautista Sagarra de dar casa y alimento, vestido, educación e instrucción cristiana a 25 niñas huérfanas y menesterosas.
No tardó mucho Sor Luisa en comprar las casas vecinas para dar amplitud al Asilo. Sor Juliana Barasoain, sucesora de Sor Luisa, llevó a la práctica los planes de ésta, que eran levantar un edificio bien acondicionado; y gracias a algunas fuertes limosnas recibidas, se edificó el hermoso edificio actual con su gracioso salón, cocinas y otras dependencias de la planta baja, y en la alta un hermoso, amplio y bien ventilado dormitorio, capaz para cincuenta niñas internas.
Las clases de externas no bajan de cien alumnas. Los trabajos del obrador llamaron tanto la atención que apenas si podían dar abasto a los encargos hechos al Asilo por el comercio y familias particulares, siendo estos productos una de las principales entradas que sostienen la casa.
En 1918 fue puesta al frente del establecimiento Sor Ventura Gómez, que ha invertido en mejoras no menos de ochenta mil pesetas, en tiempos no muy prósperos; milagro no pequeño de la divina Providencia.
El número de alumnas internas gratuítas es alrededor de cincuenta. Superioras:
Sor Luisa Sosa 1900
Sor Juliana Barasoain, 1902
Sor Ventura Gómez, 1918
Sor Francisca García, 1925
Sor Amparo Andrade, 1927
Sor María Carreras 1931
6.- Colegio de Nuestra Señora de Belén. Santiago de Cuba. Cuando la Real Casa de Beneficencia se convirtió en hospital de sangre, durante la guerra de la independencia, los expósitos y huérfanos fueron llevados al edificio hoy conocido por Instituto provincial; y viviendo en él las Hermanas, la Mitra les encargó cuidasen de la Capilla de Belencito y abriesen unas escuelas de niños externos en las casitas adjuntas. Tal incremento tomaron estas escuelas que, en 1902, cuando las Hermanas volvieron con los expósitos y huérfanos al edificio de la Beneficencia, pensaron sería una gran pérdida y perjuicio para la niñez, cerrar escuelas tan concurridas. Entonces nació esta fundación.
Constituída la nueva comunidad, fue nombrada superiora Sor Teresa Puente, mejicana, en cuyo tiempo fue prosperando y adquiriendo fama el colegio por la enseñanza sólida y perfección de labores. La vida del colegio era próspera pero se hallaba estacionada en el pequeño marco del antiguo edificio que no era de la Comunidad.
En 1915 el nuevo Sr. Arzobispo Guerra cedió generosamente el solar y dependencias a las Hermanas para que pudiesen edificar con libertad casa propia. Así se hizo, levantando el hermoso edificio actual con todas las condiciones que requiere un centro moderno de cultura.
En los últimos años algunas jóvenes, después de cursar los seis grados de enseñanza elemental, han continuado en su amado colegio estudiando los primeros años del bachillerato. El mismo profesorado oficial ha quedado tan complacido de la sólida instrucción de las niñas del colegio presentadas a examen, que, a instancias de los directores del Instituto, el colegio se ha incorporado a él. No baja de medio millón lo gastado en levantar y mejorar este hermoso plantel de enseñanza, que es honra de la Iglesia, de la ciudad y de las Hermanas que lo regentan. Siempre han pasado de 100 las alumnas externas. En el internado de 25 a 30.
Superioras:
Sor Teresa Puente, 1902‑1920
Sor Nieves Vázquez, 1920‑1929
Sor Luisa Martínez, 1929‑1931
Sor Carmen Feijoo, 1931.
7.- Colegio de la Caridad de Güines. Se fundó este Colegio el día 8 de setiembre de 1903, a las reiteradas instancias del Pbro. Sr. Curbelo, quien se ofreció a sufragar los primeros gastos. Fue su primera superiora Sor Fausta Pérez, quien trabajó sin descanso en su firme consolidación.
A Sor Fausta sucedió algunos años después Sor Eulogia Fernández, que pudo desplegar las velas de su celo y actividad, pues la comunidad se decidió a comprar la casa y un solar adjunto, comenzando enseguida la ampliación del Colegio, capacitándolo para poder recibir 25 alumnas internas y más de 200 externas.
Pronto se abrió una clase para poder admitir otras cuarenta gratuitas. Podemos asegurar que la vida religiosa de Güines se debe a las Hijas de la Caridad. Para testimonio de ello ahí están esas madres cristianas, esas jóvenes modelo y niñas virtuosas que propalan por todos los contornos de la Villa sus ideas cristianas y su vida ejemplar; doctrinas y enseñanzas que aprendieron en este Colegio.
Han sido superioras:
Sor Fausta Pérez
Sor Eulogia Fernández
Sor Encarnación Navarro
Sor Margarita Márquez
Sor Mª del Carmen Tobar
Sor Francisca Casanovas.
8.- Colegio de la Milagrosa. Matanzas. Se fundó este Colegio en medio de mil obstáculos y contradicciones oficiales en 1902. Posee un hermoso edificio en lo mejor y más céntrico de la población, con vastos salones, clases bien acondicionadas y provistas de excelente material de enseñanza. Al cumplir sus bodas de plata se pudieron decir de él con razón las frases siguientes: Veinticinco años de trabajos callados, ilimitados por parte de las beneméritas Hijas de la Caridad, son el historial excelso que las hace acreedoras al agradecimiento de todo el pueblo. Ellas supieron en el Colegio de la Milagrosa realizar la obra magna de educar conforme a los nuevos derroteros la juventud femenina de la ciudad y las profesoras realizaron la obra con tal exquisitez, que bien pronto comprendió Matanzas el inmenso beneficio.
Ellas pueden decir que, previendo el auge de los métodos modernos de pedagogía en Cuba, se adelantaron y, antes que el Estado pensara en kindergarten y en trabajos manuales, ya las Hermanas de la Caridad estaban adiestradas en enseñarlo a sus discípulas.
Algo más fácil es fundar un Colegio cuando ya están trazados los hitos para el sendero, cuando ya la República da las normas y los títulos; lo difícil y, por tanto, lo meritorio, es fundarlo cuando no hay nada de eso; y al hacerlo, realizarlo con tal maestría que la ciudad de Matanzas comenzó a contar años atrás desde 1902 en el colegio de la Milagrosa el mismo ambiente intelectual y cristiano que forma hoy el objeto de los desvelos de la Secretaría de Instrucción Pública de Cuba[1].
Han desfilado por las aulas de esa santa casa de la calle de Jovellanos las jóvenes de nuestras mejores casas. Se moldearon allí sus caracteres, se formaron allí sus almas, se pulió el espíritu, se cinceló por decirlo así el corazón de esa legión de mujeres que hoy forman la gloria de la Atenas de Cuba[2]» En estos 25 años de vida del Colegio han pasado por él mas de 1500 niñas. Asistencia actual 204.
Superioras han sido:
Sor Dominica Erizmendi
Sor Inés Lafuente
Sor Josefa Castromán
Sor Lucila Benet
Sor Eulogia Fernández
Sor Josefa Ortega y
Sor Dolores Guiral
9.- Sanatorio de la Colonia Española. Santiago de Cuba. Es este uno de los varios hospitales modernos y suntuosos que las colonias españolas tienen en Cuba, y éste de Santiago es sin disputa el mejor de la parte oriental de la Isla. Se hallan inscritos en él 5.500 socios en su mayor parte españoles, y también cubanos, sin excluir a los de otra nacionalidad, con tal que sean de raza blanca; y todos, por la cuota mensual de diez pesetas, tienen derecho a toda clase de medicinas, a cualquier operación por difícil y costosa que sea, a las consultas de los más reputados médicos y cirujanos, etc.
Esta clínica o sanatorio, como todas las instituciones sociales, ha tenido sus alternativas de prosperidad y decaimiento, pero lo decimos con satisfacción, en honor de la verdad y para gloria de las Hijas de la Caridad sus actuales administradoras, desde el día 6 de mayo de 1909, que empezó en el Sanatorio la administración de las Hermanas, se dejó sentir en él de tal manera su benéfica influencia administrativa, que siempre ha ido prosperando y transformándose, hasta el punto de hallarse hoy completamente desconocido en el orden material. En el orden moral, con relación al servicio y cuidado de los enfermos, bien sabemos todos el
delicado y amoroso tacto que ellas poseen para cuidar a los enfermos.
Basta decir la suntuosa fábrica que se ha podido hacer últimamente, en la que se han gastado cerca de novecientas mil pesetas, pasando por manos de las Hermanas hasta el último céntimo. Es un cuerpo de edificio de 195 metros de largo por 65 de ancho con dos plantas y todas las exigencias modernas de gabinetes, aparatos, etc.
Este Sanatorio venía funcionando muy humildemente cuando, en abril de 1909, fue confiado a las Hijas de la Caridad. Era una casita y un pabellón de madera muy pobre.
La primera Superiora Sor María Terrés con su actividad y económica administración fue quien inició las sólidas y bellas construcciones que hoy se admiran, aunque tuvo que vencer no pequeños obstáculos.
Desde 1920 es Superiora Sor Asunción Massot, que ha continuado el engrandecimiento del Sanatorio, levantando varios pabellones, capilla y farmacia moderna al cuidado de las Hermanas, quienes preparan casi todas las medicinas, etc.
Antes no se admitían señoras como al presente; con lo cual el radio de acción de las Hermanas se ha extendido a todas las clases sociales, pobres y ricos. La Comunidad se compone de catorce Hermanas, varias con el título de enfermeras.
Por término medio tiene el Sanatorio unos cien enfermos.
- Colegio «María Milagrosa». Marianao. Habana. El día 26 de noviembre de 1912, por iniciativa de D. Ramón García, Cura Párroco de Marianao, se inauguró este Colegio,
que poco después, adquirió casa propia por cuenta de la Comunidad. Fueron a la fundación cuatro Hermanas, siendo la primera Superiora Sor Valentina Elexpuru, a quien sucedió Sor Juliana Barasoain. Es este uno de los mejores planteles de enseñanza por lo higiénico, cómodo y económico. Tiene capacidad suficiente para 25 alumnas internas y 150 externas.
En los veinte años primeros de su existencia había matriculadas 2660 alumnas. Desde 1914 a 1919 se sostuvo una escuela mixta gratuíta en el barrio de Pogolotti, en la que se matricularon 90 entre niños y niñas y que eran atendidos por dos Hermanas. Se cerró por falta de recursos. En las mejoras incesantes de este Colegio han trabajado las otras dos Superioras, que lo han regentado: Sor Francisca Fernández y Sor Luisa Martínez.
11.- Colegio de Ntra. Sra. de la Regla. Habana. Esta fundación fue continuación del Colegio de Casablanca, donde por algún tiempo estuvieron las Hermanas. El barrio de Regla como el de Casablanca, situados alrededor de la bahía, eran antes de lo más necesitado social y religiosamente. El bien que hacen allí las Hijas de la Caridad es incalculable. Desde su fundación ha tenido el Colegio 720 alumnas; en la actualidad 140. La mayoría de ellas frecuentan la asociación del Colegio, después de terminar sus estudios. Hay seis Hermanas, dedicadas a la enseñanza. Se fundó a instancias del Sr. Obispo de la Habana, D. Pedro González Estrada y de Dª. Joaquina Ruiz, siendo inaugurado en 1 de setiembre de 1913. La primera directora fue Sor Felisa Sainz, de la que se puede decir que se hizo dueña no sólo de las alumnas sino del pueblo en general, desde el día de su llegada. Con ella formaron la comunidad Sor Francisca García, Sor Milagros de las Heras y Sor María Hernández. Fue notable la transformación moral y religiosa que se verificó en el pueblo, cuya la parroquia, antes desierta, fue insuficiente para contener la multitud de fieles que acudían, sobre todo en los días festivos; unos por devoción y otros atraidos por la edificante modestia de las alumnas, que uniformadas y en correcta fila acudían todos los domingos a cumplir con el precepto de la Santa Misa.
A los dos años de asidua tarea fue necesario restaurar y ampliar el Colegio, que hoy puede contener 25 niñas internas y unas doscientas externas. Una nota simpática del colegio es que tres de sus alumnas han ingresado en el Instituto de las Hijas de la Caridad.
Se ha establecido la Visita Domiciliaria, con la que los pobres son visitados en sus casas y socorridos con ropa y alimentos, procurando por todos los modos posibles atender a la vez a sus necesidades espirituales, en cuya obra benéfica coopera con las Hermanas la Asociación de Hijas de María.
En pocos lugares se han obtenido resultados más consoladores que en el pueblo de Regla, que vive de los barcos y del trabajo de la bahía. Han sido superioras:
Sor Felisa Sainz, 31 de agosto 1913.
Sor Francisca Cortegui, 3 septiembre 1919.
Sor Lucía Vinet, 1 octubre 1921.
Sor Francisca García, febrero 1924.
Sor María Hernández, julio 1925.
12.- Asilo y Cuna del Vedado. Habana. Se estableció en 4 de enero de 1914, pero las Hijas de la Caridad no se hicieron cargo del Establecimiento hasta el 5 de septiembre de 1919, siendo nombrada superiora Sor Felisa Sainz. Está sostenido por una Junta de Señoras principales. La Sra. Hidalgo de Conill puede decirse que ha sido el alma del Asilo, sin cesar en sus afanes hasta verle convertido en uno de los mejores de Cuba y superior a muchos del extranjero. Claro que los brazos y el corazón de esta clase de obras son las Hermanas.
Mención especial merece Sor Felisa. Era un ser privilegiado en sus cualidades naturales y sobrenaturales, como ya lo había demostrado en Regla y antes en Casablanca. Dotada de un don de gentes poco común, de una alegría santa en su exterior, tanto más meritoria cuanto que nunca le concedió el cielo una salud perfecta; amante de S. Vicente y de sus obras, de las que hablaba siempre con intenso cariño, Sor Felisa supo captarse el afecto de las grandes señoras, para las que tenía en toda ocasión palabras de aliento y espíritu de cooperación, y supo hacerse amar de sus Hermanas de Congregación, logrando con todo ello imprimir orden y eficiencia pedagógica al nuevo establecimiento. Murió santamente en 1922.
En lo material, gracias a la solicitud de la Junta y a la ayuda prestada por el Presidente de la República, se han construido salones, talleres, Capilla, etc. que permiten dar enseñanza y estancia cómoda a 240 niñas internas. En lo intelectual se explican los seis grados de enseñanza primaria, según el plan oficial y además la enseñanza complementaria de mecanografía, taquigrafía, corte y costura.
Para ayudar a las niñas a enfrentarse con el porvenir, la Superiora Sor María Palouzie, que es una especialidad en corte y bordado, estableció en el Asilo unos talleres donde las jóvenes trabajan bajo la dirección de las Hermanas y van formando sus ahorros, muy útiles al abandonar el Asilo. Su influencia irradia entre los niños de aquella barriada más necesitados por medio de catequesis y limosnas.
13.- Asilo Menocal. Habana. El Asilo Menocal fue el primero que surgió de un gran movimiento de Caridad iniciado en la Habana en 1814. Las Señoras componentes del Congreso de Madres habían visto cosas muy buenas en pro de las niñas en países extranjeros, sobre todo en Estados Unidos. ¿Por qué no realizar algo parecido en Cuba? Las Hijas de la Caridad ofrecían como prueba de su capacidad para asimilar toda insinuación moderna de puericultura la Casa de Beneficencia; a pesar de las dificultades, habían regentado aquella casa con beneplácito de la sociedad Cubana. Se iniciarían en el Asilo Menocal las Creches y los Kindergartens, nombres extranjeros de dos obras que con nombres castellanos de orfelinatos y escuelas de párvulos se cultivaban en España desde hacía muchos años. Basta citar el Asilo de Lavanderas de Madrid.
La confianza depositada por las Señoras en las Hijas de la Caridad no salió defraudada. El día 10 de febrero de 1914 tuvo lugar la inauguración del Establecimiento del Asilo Menocal, nombre del entonces Presidente de la República, y que viene prestando grandes servicios a la niñez desvalida y alivio a las madres, cuyos escasos recursos las obliga a abandonar a sus hijos, durante las horas de trabajo. Las Hijas de la Caridad atienden al cuidado y educación de los niños. Está dividido el establecimiento en dos departamentos: el Asilo y la Creche. Ambos albergan unos cien niños de ambos sexos. Tienen instaladas tres aulas, dos para mayores y una para pequeñines; una enfermería, sala de curas y ropería con seis mudas completas para cada niño.
La Creche para externos, alberga cien niños menores de siete años. Entran a las siete de la mañana y salen a las ocho de la noche. Se les da el desayuno, almuerzo y comida, y para su estancia en el Asilo se les concede un uniforme. Reciben la enseñanza adecuada a su edad y la formación moral y religiosa, cuya semilla después habrá de fructificar. Una Junta de Señoras de lo más principal de la Habana cuida con solicitud maternal de agenciar los recursos necesarios para tan caritativa y simpática empresa. El total de los niños matriculados desde la fundación hasta 1933 fue de 808 internos y 1.216 externos.
Para iniciar la obra del Asilo Menocal fue destinada por los Superiores Sor Carmen Charril, quien tuvo el don de manejarse con las Señoras del gran mundo y con los niños, que requieren especiales cuidados de madre. El gusto, la estética por la presentación de sus niños y niñas eran siempre su aspiración y esto que parece accidental, es el elemento más influyente sobre las Señoras. Las fiestecitas de aquellos angelitos es de lo más atrayente para los corazones y para las limosnas. Actualmente, 1933, sostiene este Asilo 160 niñas de primera enseñanza y casi cien chiquitines. El trabajo que supone esa multitud recae sólo sobre siete Hermanas y algunas jóvenes que les ayudan.
Han sido superioras:
Sor Carmen Charril, 1914.
Sor Guillermina Krugerr, 1926 y
Sor Agustina, 1932.
- Colegio del Sagrado Corazón. Güira de Melena. Este Colegio se inauguró en 7 de enero de 1915, siendo su promotor el Sr. Cura Párroco D. José Fernández Trasanco, que veía con dolor cómo se iba extinguiendo la fe en el pueblo, a causa de la ignorancia religiosa, sin que hubiese quien fuese a Misa ni recibir los Santos Sacramentos. Comunicó el celoso sacerdote su pena con el Sr. Obispo, quien le aconsejó acudiese a la Visitadora de las Hijas de la Caridad para tratar de fundar allí su Enseñanza.
Los gastos de la fundación corrieron a cargo de las mismas Hermanas y ya desde el primer año se matricularon 174 niñas, número bien extraordinario, si se atiende a lo reducido de la población. Por deficiencia de Hermanas se cerró en 1926. Se ha tratado de volver a abrir, a instancias del Pueblo. Fue Superiora Sor Encarnación Uliarte.
15.- Colegio de la Santa Infancia. San Antonio de los Baños. Se inauguró el 20 de Febrero de 1916 a petición del Sr. Cura Párroco D. Pedro Carrellá. Las Hijas de la Caridad se instalaron provisionalmente, pues se dudaba que el Colegio pudiera subsistir. Fue desde el principio alma de esta enseñanza Sor Dolores Gil, que tuvo el consuelo de ver crecer esta planta tan trabajosamente cultivada. Así, la primitiva casa destartalada se ha convertido en un hermoso centro cultural, que puede albergar cómodamente 25 alumnas internas y 200 externas. Como en los demás colegios similares, además de la enseñanza general, se cultivan las bellas artes, sobre todo la música, habiendo recibido los títulos de piano y solfeo muchas niñas.
La Asociación de Hijas de María adquirió, gracias al infatigable celo de Sor Dolores Giral, un esplendor extraordinario, pues no sólo celebra con gran puntualidad sus reuniones mensuales sino que ha establecido un ropero para los pobres. Que se sostiene con las cuotas de las mismas alumnas, y todas, aún las más pequeñas, cosen prendas de vestir para repartir entre los necesitados del pueblo.
Además de los seis grados de enseñanza elemental, se preparan para el ingreso en la Normal y en el Instituto y primeros años de Bachillerato. Las alumnas pensionistas llegan a cien y cincuenta las gratuítas. Las Hermanas son seis. Han sido Superioras:
Sor Antonia Barbero, 1916
Sor Asunción Massot, 1918
Sor Ignacia Albizu, 1919
Sor Eugenia Galdeano,1922
Sor Dolores Guiral, 1924
Sor Emiliana García, 1929
16.- Asilo «Mina Truffín». Marianao. Cundía ya la santa emulación de caridad entre las Señoras de la Habana y otra noble Señora, Mina Chaumont de Truffin, quiso establecer en Marianao otro centro benéfico de la clase de los anteriormente mencionados, que se inauguró en 26 de abril de 1918. El edificio fue costeado por el Sr. Truffin, y un grupo de Señoras asociadas inició una suscripción que permitió recibir sesenta niñas internas y otras tantas de Creche, que fueron puestas bajo los maternales cuidados de las Hijas de la Caridad.
Fue nombrada Superiora de la Comunidad Sor Manuela Saucedo, que prestó valiosísimos servicios a la obra en su comienzo, demostrando sus altas dotes de cultura y organización.
En 1923, no siendo ya suficiente el edificio, fue preciso acometer obras de ampliación muy cuantiosas, merced a las cuales quedó habilitado para recibir a 120 internos, además de las 80 niñas de Creche y ochenta alumnas externas. Esto exigió el aumento de las Hermanas, que llega a doce, pudiendo así atender a los seis grados de enseñanza, a la mecanografía, dibujo, etc. y más especialmente a las labores y conocimientos domésticos tan útiles y necesarios a niñas que no tienen otra fortuna para el porvenir.
Una floreciente Asociación de Hijas de María cultiva la piedad y las buenas costumbres. Con ello Marianao ha recibido grandes beneficios espirituales y materiales. En 1923, al ser nombrada Vicevisitadora Sor Manuela, fue sustituida por Sor Emiliana García; y ésta, a su vez, por Sor Guadalupe Molina.
17.- Sanatorio «La Milagrosa». Habana. Es fundación y propiedad de las Católicas Cubanas, quienes por la cuota mensual de diez pesetas tienen derecho a médicos, cirujanos, operaciones, dietas, medicinas, visitas a domicilio, etc. Fue inaugurado en 15 de junio de 1919. Tiene un excelente cuerpo médico, departamento de maternidad y laboratorio. La sociedad ha adquirido el local en 80.000 duros y ha construído dos nuevos pabellones. El esfuerzo y administración de las Hermanas de la Caridad han hecho posibles esos milagros en tan solo cinco años de existencia. El establecimiento de una escuela de enfermeras facilitará a las Hermanas tomar títulos oficiales y a la Asociación el contar con personal suficientemente preparado. El Sanatorio tiene capacidad para 150 camas.
El Sanatorio extiende su influencia a otras poblaciones; y Guanabacoa, Guanajay, Artemisa, Pinar del Río, Jaruco, Aguacate, Aguada de Pasajeros, Matanzas, Regla, etc. cuentan con delegaciones; estando casi todas ellas servidas por dos médicos y una botica.
Alrededor de 1.500 enfermas han pasado por el sanatorio, ascendiendo a 20.000 las recetas a domicilio despachadas por su servicio de botica.
La Asociación de Católicas Cubanas cuenta con quince facultativos, contando las enfermeras graduadas, y tiene a su servicio un grupo escogido de 12 Hijas de la Caridad. Doce mil Católicas Cubanas se han inscrito en la Asociación y en cinco años han montado este hermoso sanatorio, han adquirido la casa palacio de los Condes de Fernandina y han invertido en el servicio de las socias más de trescientos mil duros[3].
Después de Sor Manuela Saucedo, que estuvo al frente del Sanatorio algún tiempo, dos han sido propiamente las Hermanas que han dirigido este establecimiento: Sor Faustina Pérez, que pasó los trabajos de la instalación en el primer año y Sor María Terrés, que nombrada en 1920, estuvo al frente del Sanatorio hasta 1930, en que falleció. Fue ella el alma y centro de esta institución. A medida que se agrandaba el edificio, se establecían nuevos servicios materiales y profesionales para los socios, pudiéndose calcular en doscientos cincuenta mil dólares el capital invertido por Sor María en construcciones y servicios nuevos durante los nueve años de su administración.
Cuando iban a inaugurarse las últimas obras realizadas por ella, de cuyo coste había pagado la tercera parte, Dios se la llevó al cielo, víctima de la apendicitis. El recuerdo de Sor María Terrés irá siempre unido a esas dos grandes obras: el Sanatorio de la Colonia de Santiago Cuba y el de la «Milagrosa» de la Habana. Cualquiera de ellas bastaba para inmortalizar su nombre entre las más grandes Hijas de la Caridad.
A la muerte de Sor María Terrés, sucedióle en la dirección del Sanatorio Sor Serafina Ferrés, que en la administración de Sor María había representado, desde 1924, la parte técnica de la Institución, ya que en el Hospital de Damas de Ponce hizo sus estudios y prácticas de enfermera, habiendo conseguido una experiencia no común sobre la organización de sanatorios para pensionistas. Allí han trabajado también desde el principio Sor Teresa en el laboratorio, Sor María Antonia en la oficina, verdadera secretaría general por muchos años; Sor María en la botica, que llega a despachar a veces cientos de recetas diarias
18.- Asilo «Lila Hidalgo». Habana. Fue fundado en 1920, bajo la protección de una Junta de piadosas señoras. Asisten 160 entre niños y niñas; se calculan desde el principio en 350. Tiene siete Hermanas. Superioras:
Sor Felisa N.,
Sor Eugenia Galdeano,
Sor Concepción Soler y
Sor María Palucie.
- Hospital de Ntra. Sra. del Carmen. Caibarien. Se inauguró este Hospital en 31 de mayo de 1925. En conformidad con la 3ª base de la fundación, consignada por la fundadora Dª María del Carmen Zozaya, de que la dirección interior y cuidado del mismo se confiara a las Hijas de la Caridad, el Sr. Obispo de Cienfuegos pidió y obtuvo que llegaran a Caibarién, en marzo de 1925, varias Hermanas, al frente de las cuales iba, en calidad de Superiora, Sor Aurea Mir.
Mucho tuvieron que trabajar estas primeras Hermanas, como sucede en todas las nuevas Casas. Adquisición de mueblaje, arreglo de ropas, limpieza de salas, etc. Por el libro de ingresos en los ocho primeros años se ve la gran actividad de este centro benéfico. Ha tenido hasta 1933 mil trescientas estancias, con setecientas sesenta operaciones, satisfactorias casi en su totalidad. Además, pasan de treinta las curaciones diarias de personas que acuden al dispensario de pobres de la población, a cargo de las mismas Hermanas.
Sucedió a Sor Aurea en 1926 Sor Francisca Fernández, que, año y medio después, fue sustituida por Sor Victoria Sáez. Nadie sabe los equilibrios económicos que estas Hermanas, principalmente la última, han tenido que hacer para atender a todas las necesidades de este Hospital, de rentas escasas y que vive de la caridad pública, oscilante según las circunstancias de los tiempos. Las piadosas Señoras de Caibarién organizan fiestas y tómbolas benéficas para recaudar auxilios. Es de esperar que, gracias a la gran simpatía que gozan en Caibarién y sus contornos las Hermanas, el Hospital alcance vida más próspera y se continúen los beneficios que, en bien de los cuerpos y de las almas, ha proporcionado hasta el presente. Forman esta Comunidad (1933), además de la Superiora las Hermanas siguientes:
Sor Antonia Pardo,
Sor María Ormazabal,
Sor Victoria González y
Sor Avelina Fuster.
20.- Asilo «María Jaén». Habana. En 1921 la esposa del Presidente de la República, Dª María Jaén, asociada a otras personas distinguidas, comenzó la benéfica obra de fundar un Asilo en favor de los pretuberculosos de familias pobres.
Se inició con rifas y colectas y se terminó el edificio en el barrio de Marianao, gracias a un crédito de cien mil pesos, concedido por el Presidente de la nación, D. Alfredo Zayas. Las obras fueron inauguradas con toda solemnidad en 9 de octubre de 1925 y el Asilo fue confiado desde entonces al cuidado de las Hijas de la Caridad, siendo nombrada Superiora Sor Encarnación Navarro, quien con incansable celo ha trabajado en el mejoramiento de la Casa, modelo casi insuperable en su género.
El Ayuntamiento y la secretaría de Sanidad sostienen las becas de los niños que envían y actualmente, 1933, hay 180 niños asilados, de los cuales, 70 son por Sanidad y Beneficencia y 30, por el Ayuntamiento. Los 80 restantes son por cuenta del Asilo. No hay para qué ponderar el bien material y espiritual que reciben estos niños pobres.
21.- Asilo «Anita Fernández». Cienfuegos. Algunas Señoras caritativas de esta Ciudad, al frente de las cuales estaba Dª Teresa Rabasa de Ferrer, de acuerdo con el Sr. D. Valentín Zubizarreta, Arzobispo de Santiago y Administrador Apostólico de Cienfuegos, solicitaron el concurso de las Hijas de la Caridad para la fundación de un Asilo de niñas necesitadas. Se inauguró en 28 de febrero de 1926 con cinco Hermanas siendo nombrada Superiora Sor Flora Ugarriza. El Asilo vive de la caridad pública y se sostiene gracias a los incesantes desvelos de las Hermanas. Es de esperar que la pequeña semilla de hoy se convierta en árbol frondoso.
22.- Casa de salud «Luisa de Marillac». Isla Pinos. Santa Fe. El clima agotador de Cuba hacía necesaria una quinta de salud para las Hijas de la Caridad. La Isla de Pinos ofrece condiciones admirables. Ya antiguamente las Hermanas habían estado en Santa Fe, Capital de la Isla, al frente de una escuela.
Volvieron en 1925. Situada a un Km. de la ciudad y en una altura conveniente para recibir la brisa fresca y pura, la nueva casa se halla rodeada de una extensa finca llamada, desde que la adquirieron las Hermanas, «Luisa de Marillac», llena de naranjales, pinos y toronjales que son la delicia de las Hermanas delicadas de salud.
Los pobres y la localidad entera se hacen lenguas de las Hijas de la Caridad y bendicen el día en que llegaron, pues no parece, dicen ellos, sino que los ángeles del cielo se han acordado de la Isla de Pinos.
Todos han ganado con esta nueva casita: la parroquia, el pueblo, los pobres sobre todo y las Hermanas enfermas y hasta las sanas encuentran allí lugar muy a propósito para pasar algunos días durante las vacaciones. Superiora: Sor Guadalupe Alcalde.
Ellas atienden a los pobres de Santa Fe, no sólo proporcionándoles medicinas y curas, sino yendo a visitarles en sus casas y a veces, dándoles ropa y alimentos.
23.- Academia de San José. Nueva Gerona. Isla Pinos. El Sr. Arzobispo de la Habana, queriendo contribuir a que la permanencia de las Hermanas en la Isla de Pinos sea definitiva, les dio en Nueva Gerona una casa, a fin de que pusieran allí un Colegio para contrarrestar la influencia protestante muy extendida entre aquellos buenos pero descuidados habitantes.
Se abrió el Colegio en 1927. Actualmente tiene 120 alumnas y una escuela nocturna para adultos. No hay para que decir qué el mejor medio contra la propaganda protestante era la formación de las futuras madres cristianas en los principios de nuestra santa religión; y nada para ello como la labor constante y abnegada de las Hijas de la Caridad, quienes además de la enseñanza irradian su benéfico influjo entre los pobres de la población con visitas, socorros y catequesis, siempre que la ocasión se presenta
- Según la última estadística de 1944 las Hijas de la Caridad tienen en Cuba los siguientes establecimientos:
– Dos Sanatorios: El de la Milagrosa en la Habana y el de la Colonia española en Santiago de Cuba.
– Tres Hospitales: El de Paula en la Habana; el de Caibarién; y el de dementes del Rincón,
– Ocho Asilos de niñas: El de S. Vicente de Paúl de Matanzas; el de S. Vicente de Paúl en el Cerro, y los de Menocal, Vedado; Truffin, y María Jaén, en la Habana; el de Anita Fernández en Cienfuegos e Hijas de María en Santiago.
– Quince Colegios: Los de S. Francisco de Sales, Domiciliaria, la Inmaculada, Jesús- María, La Milagrosa y Escuela Parroquial de Monserrat en la Habana. Belén, en Santiago de Cuba. La Milagrosa en Matanzas; y los de Regla, Guanabacoa, Guines, Bejucal, San Antonio de los Baños, Güira, y Nueva Gerona
El número total de Hijas de la Caridad en Cuba es de trescientas. La Viceprovincia recibe el personal de la Península, pero tiene una ayuda muy eficaz en las no muy numerosas, pero escogidas y buenas jóvenes cubanas, a quienes Dios nuestro Señor infunde el deseo de tan heroica vocación, A pesar de que el Real Noviciado de Madrid está lleno siempre, el desarrollo de la beneficencia pública es tal en España, que apenas bastan para cubrir sus necesidades. Esto hace más digno de aprecio y estima el desprendimiento de nuestra provincia que periódicamente envía sus misiones de Hermanas a las Viceprovincias de ultramar.
El P. Codina trata con Martínez de la Rosa sobre la Fundación de Hermanas en Cuba
Primera secretaría del despacho de Estado.= Contestando al oficio de V., fecha de ayer, me apresuro a poner en su conocimiento que el jueves 12, de doce a una del día, tendré mucho gusto, en recibir en la secretaría, al Sr. Domingo de Aguirre, Pbro. y comisionado por el Gobierno de la Habana para agenciar el envío de seis Hijas de la Caridad para la casa de Niños expósitos.=
Dios guarde a V muchos años =
Palacio 9 de febrero de 1846.=
Francisco Martínez de la Rosa.=
Sr. D. Buenaventura Codina, Director de las Hijas de la Caridad.
[1] ANALES DE LA CONGREGACION DE LA MISION, T. 8, pág. 248