Señorita:
Saludo a la señora presidenta, junto con el señor vicario de Asnières y a todas esas buenas mujeres de la Caridad, y me encomiendo a sus oraciones.
Le ruego diga a la citada señora que le pido, y también a usted, que nos ayude a dar gracias a Dios por haberse tratado anteayer en el parlamento nuestro asunto.







