Sirvan estas líneas para decirle inmediatamente adiós y para rogarle que cuide de su salud. Por su hijo no se preocupe; ya le cuidamos nosotros. Escríbame con frecuencia, por favor.
Le he escrito al reverendo padre de Gondi que m. parece será conveniente que vaya usted a empezar en Mesnil; Y si sale bien la cosa, avisaremos luego al otro lugar; y si yo no le señalo otro, el más indicado me parece que es Bergier, y luego Loisy. El señor Ferrat, juez de las tierras, que vive en Vertus le dirigirá por todos esos sitios. Le he escrito al dicho señor Ferrat y al señor párroco de Mesnil. Usted recibirá esas cartas el viernes por la mañana en Montmirail.
Borre, sin embargo, de su espíritu el motivo que me ha alegado para hacer este viaje. No puede creer cuánto ha contristado esto mi corazón. ¡Oh no, gracias a Dios yo no estoy hecho de ese modo! Dios sabe lo que El me ha dado para usted, y usted lo verá en el cielo.
Deseo buenos días a la señorita du Fay, y a usted que vuelva cargada de mérito y de buenas obras; soy, en el amor de Nuestro Señor, s. s.
V. P.







