Si Germana tiene la costumbre de comulgar, no veo dificultad en que haga lo mismo usted. Hágalo, pues, señorita, y si no puede tomar la disciplina, pero tiene un cinturón de botoncitos de plata que la señorita du Fay me ha hecho ver otras veces, tómelo en vez de la disciplina y en lugar del de pelo de caballo, ya que estos calientan demasiado.
Vicente de Paúl, Carta 0065: A Luisa de Marillac

[Antes de 1634]






