Mis queridos consocios vicentinos,
Que la Paz y las Bendiciones del Niño Jesús estén con vosotros.
La Navidad es siempre una época especial para las personas de todo el mundo, y mucho más para los cristianos y especialmente para nosotros vicentinos. Nosotros llevamos muy dentro del corazón la celebración del nacimiento del Niño Jesús que para nosotros, cristianos, tiene un significado especial. El nacimiento del Niño Jesús trae Esperanza y Júbilo en la misión salvífica de Dios. Jesús viniendo al mundo nos da la oportunidad de una renovación de vida, el poder tener, experimentar y compartir el Amor de Cristo con nuestras personas queridas y especialmente con los pobres y los necesitados a los que tan fielmente servimos como vicentinos.
Durante esta época de Júbilo y Alegría demos gracias a Dios por las muchas bendiciones que nos ha dado, a nosotros y a nuestra familia. Sin embargo, en este tiempo de buena alegría, sirvamos a los que están a nuestro cuidado con el amor de Jesús en nuestros corazones y démosles Esperanza y Alegría durante esta época de Navidad.
No olvidemos a los numerosos pobres y necesitados que están desamparados. Los muchos que están abandonados y sufriendo hambre, enfermedad, frío y soledad, en especial los niños y las personas mayores. Recemos para que el Divino Niño Jesús muestre misericordia y compasión hacia ellos y alivie su sufrimiento.
Como Vicentinos debemos seguir dando testimonio de Cristo a través de nuestra misión y vocación de servir a Cristo en los pobres y necesitados, y llevar el alivio y el cambio a la vida de aquellos a los que ayudamos. Al comprometernos fielmente con Su llamada, nos esforzaremos por dar un futuro mejor a los que servimos.
Alegrémonos en la grandeza, amor y compasión del Niño Jesús al acogerle en nuestros corazones esta Navidad. Con este amor de Jesús, esperamos con alegría y confianza el Nuevo Año, esperando que sea un año de realización y paz para la mejora de aquellos a los que asistimos y también para nuestra familia y para nosotros. ¡Alegrémonos, Jesús ha llegado!
En nombre del Consejo General Internacional, quiero dar las gracias a todos vosotros por el maravilloso trabajo vicentino que habéis hecho a lo largo del año, sirviendo a los pobres y necesitados y, por favor, continuad con esta maravillosa obra de llevarles felicidad, esperanza y amor.
Mi esposa Rosalind se une a mí para desear a todos los Vicentinos y a sus familias una Navidad llena de Júbilo y Bendiciones y un Año Nuevo lleno de Espíritu y de Paz. Que Dios os bendiga a todos.
Con todo mi aprecio,
Dr. Michael Thio
Presidente General
Diciembre de 2014