La Sociedad de San Vicente de Paúl nació en un ambiente alejado de Dios y en el que proclamarse católico ya era un valor a tener en cuenta. Era la época del inicio del desarrollo industrial y las teorías marxistas estaban a punto de hacer su aparición. En este ambiente llega a París para comenzar su preparación universitaria a la edad de veinte años Federico Ozanam. En seguida se da cuenta de que para mantenerse puros en la fe, es necesario ayudarse unos a otros y reúne a ocho jóvenes que deciden reunirse semanalmente en una Conferencia de historia, pasa el tiempo y dan un paso más, no es suficiente lo que están haciendo y transforman estas conferencias de tipo religioso. Todavía insatisfechos deciden pasar a la acción y se ponen en contacto con Sor Rosalía Rendu, Hija de la Caridad que les orienta sobre los más necesitados y a la que podríamos considerar como la primera Asesora Religiosa. De esta forma queda formada la primera Conferencia por ocho jóvenes estudiantes en el año 1833. Finalmente ponen bajo el patrocinio de la Virgen y de San Vicente de Paúl esta «Conferencia de Caridad» y eligen como Asesor Religioso, es decir como su director espiritual, al P. Bally. Nuestro fundador dice «Un Patrono es un modelo que hay que esforzarse en realizar como él mismo ha realizado el modelo divino que es Jesucristo». De lo anteriormente dicho nacen los tres ejes de la espiritualidad de la Sociedad de San Vicente de Paúl, cristiana, mariana y vicentina. Queremos conocer a Jesucristo para tratar de realizarlo en nosotros, queremos conocer a María para aprender su humildad y disponibilidad, queremos conocer a San Vicente de Paúl para aprender a realizar nuestro empeño de conocer a Jesucristo y aprender a organizar la caridad.
Como ha dicho el P. Corera esta mañana, Federico Ozanam se adelantó en 150 años en su visión de lo que debía significar el papel del seglar en la Iglesia y así el que se moleste en comprobar lo que dice el Concilio Vaticano II sobre el apostolado seglar quedará asombrado por la similitud con todo lo que dijo e hizo nuestro fundador.
En España se introdujo en 1849 por D. Santiago Masarnau, conocido como el Ozanam español, y fue acrecentándose hasta conseguir su mayor esplendor entre los años 1930 y 1950. Cuando hizo su aparición Cáritas, hubo un intento y en parte se consiguió de absorber a las Conferencias y sobre ellas iniciar Cáritas su andadura. Paralelamente los párrocos se desinteresaron de las Conferencias y los asesores religiosos fueron abandonando poco a poco su interés por ellas. Las Conferencias empezaron a languidecer y a trasformarse en una institución benéfica en la que sus reuniones sólo eran un complemento de una vida religiosa, a veces ni eso, y solamente se hablaba de atenciones materiales, llegándose a decir que las Conferencias eran paternalistas y obsoletas. Afortunadamente había vicentinos que creían y sentían las Conferencias y de esta forma se conservaron y empezaron a trabajar por recuperar y beber en las fuentes. A Cáritas ya no se le consideraba un enemigo sino un complemento, ellos tienen los medios materiales y nosotros ejercemos nuestro apostolado por el contacto personal, en muchos lugares se ha avanzado en este sentido. La clave de las Conferencias es la «reunión semanal» y tratamos de recuperar todo su valor formativo y de acción. Queremos poner en práctica lo que Juan Pablo II dijo a los seglares en su viaje a España: «Es imposible el apostolado sin oración y vida interior». «Los seglares deben tener una aspiración constante a la santidad». Para esto es imprescindible el apoyo de los obispos, párrocos, religiosos y religiosas, como asesores religiosos, como directores espirituales del grupo .(conferencia). Estamos intentando que esto sea así, hemos recuperado la fe en la Sociedad de San Vicente de Paúl, hemos vencido la tentación que el mundo y muchas veces la Iglesia nos lanza diciendo: «para lo que hacéis, mejor dejarlo todo»; «sólo quedáis cuatro viejos y el fin está próximo». Es lo mismo de siempre, a nuestro fundador Federico Ozanam ya se lo decían un grupo muy numeroso y de moda. ¿Dónde vais? Eso que hacéis no sirve para nada, nosotros vamos a cambiar el mundo, tenemos grandes planes. Al pasar los años estos grupos desaparecieron y las Conferencias fueron extendiéndose a todos los continentes, llegando hoy, a estar implantadas en 117 países y con 150 años de existencia.
Llegados a este punto, debemos decir hoy aquí y cada día a los obispos, párrocos, religiosos y religiosas que estamos a. su disposición para todo lo que quieran mandarnos, que somos hijos fieles de la Iglesia, pero que para poder caminar hacia la perfección, necesitamos asesores religiosos y que será responáabilidad de ellos si ante estos grupos que les reclaman se muestran indiferentes.
Nosotros siempre hemos estado unidos, a los sacerdotes de la Misión e Hijas de la Caridad. El Asesor Religioso del Consejo Internacional, siempre ha sido un Paúl, el P. General Richard Mac Cullen, en su reciente visita a España y a propia iniciativa ha venido a visitarnos etc. Pero desde hace algún tiempo, se ha ido abandonando a las Conferencias y hoy me atrevería a decir que más de un 50 por ciento de los aquí presentes desconocen lo que son las Conferencias.
Al hablar de la juventud, quiero recordar el principio de nuestro Reglamento. La Sociedad de San Vicente de Paúl fue fundada por jóvenes y para jóvenes. En este momento la Sociedad se ha hecho vieja, los jóvenes como ha pasado en la Iglesia se han alejado de los valores religiosos bajo señuelos más fáciles y atractivos. Estos señuelos les están fallando y no tienen más remedio que volver a pensar en lo que no falla, en los valores eternos.
Para empezar nosotros hemos recordado el evangelio de la Samaritana, que nos dice que no debemos estar preocupados por quién recogerá la cosecha. A nosotros nos ha tocado sembrar y quizás otros sean los que hagan la siega, nuestra obligación en este momento es tener fe en lo que hacemos y sembrar.
Hoy en día, tenemos jóvenes alrededor de nuestras realizaciones pero no acaban de integrarse, por ejemplo en Zaragoza con más de cien jóvenes y después de dos años, unos veinticinco jóvenes han decidido integrarse plenamente, los demás siguen colaborando pero no son verdaderamente vicentinos, poco a poco esperamos aumentar nuestras conferencias de jóvenes. Como dice el evangelio cuando acusan a Jesús de que sus discípulos no ayunan, no queremos echar vino nuevo en odres viejos o poner paño nuevo para remendar el viejo. La juventud, como decía nuestro fundador, no está muerta, está dormida y hay que despertarla.
Pensando en el futuro de la Sociedad de San Vicente de Paúl nos hemos propuesto un plan de rejuvenecimiento consistente en que cada Presidente Nacional, Provincial o de Conferencia sea sustituido por un vicentino más joven sin a la vez abandonar nuestra actitud de servicio en favor de los demás. De esta forma y poco a poco esperamos, con la ayuda de Dios, dar el relevo.
Para el próximo curso a petición unánime del Pleno Nacional, formado por los Presidentes de los Consejos Provinciales, todas las conferencias estudiarán la revitalización de las mismas para llevarlo posteriormente al Pleno y Asamblea Nacional. Paralelamente el Consejo Nacional de España está organizando unos cursos para vicentinos con asistencia presencial, seguida de un curso por correspondencia seguido por un tutor. Estos cursos están siendo preparados por el Asesor Religioso Nacional, P. Barquín C.M.; un canonista, una psicóloga, un abogado y un técnico en animación de grupos con el objeto de dar una formación eclesiástica completa: Vaticano II, Documentos, papeles y formación vicenciana. Si realmente queremos comprender a San Vicente de Paúl: «Nuestros Señores los pobres», o bien a nuestro fundador cuando le preguntan que hasta donde hay que llegar al servicio a nuestro prójimo y contesta que hasta el martirio, no tenemos más remedio que conocer a Jesucristo a través de nuestra «reunión semanal» y ésta es la pretensión de estos cursillos.
Sabemos que Dios no necesita de nosotros, que él puede hacer el milagro cuando quiera, pero también sabemos que quiere valerse de nosotros y así como para el milagro de los panes y los peces quiso que los apóstoles buscasen a las personas que los tenían y estos los aportaron, así nosotros buscamos a las personas que tienen estas ideas y estamos seguros que el milagro se producirá.
Finalmente voy a enumerar brevemente nuestra acción para después y si alguien quiere, contestar a sus preguntas sobre nuestra formación y actuación en el campo de la caridad.
Toda nuestra actividad está basada en el contacto de persona a persona. Seguimos con la visita domiciliaria que fue la actividad que guiados por Sor Rosalia emprendieron nuestros fundadores y que para empezar como no tenían nada decidieron llevar sus sillas para calentar a una familia que nada tenían. Visitamos: hospitales, cárceles, residencias etc. etc. También hemos puesto en marcha regentado directamente o en colaboración con otras asociaciones residencias para la tercera edad, guarderías para niños, club de ancianos, comedores escolares, rehabilitación de delincuentes, talleres de trabajo, colegios, campamentos juveniles, etc.
Termino rogándoos que nunca despreciemos las obras pequeñas que son caridad y caridad es amor. Muchas gracias.