Durante la noche del 11 de Febrero ha fallecido en Pamplona el P. Fidel Alonso Ansótegui, a los 78 años de edad. Enfermo desde hace varios meses, se encontraba internado los últimos días en la Clínica San Juan de Dios, donde le ha sobrevenido la muerte.

El P. Fidel había nacido en Mijancas, pequeña población de 48 habitantes en la provincia de Álava. Hijo de Dionisio y Bibiana, era miembro de una numerosa familia compuesta por 12 hermanos.

El 29 de Septiembre de 1943 inició los estudios de Humanidades en la apostólica de Murguía (Álava) El 18 de Septiembre de 1948  era admitido en el Seminario Interno en Hortaleza (Madrid) donde permaneció hasta 1951 realizando también los estudios de Filosofía. Ahí mismo emitió los votos en Julio de 1950. Entre 1951 y 1956, el P. Fidel cursa en Cuenca los estudios de Teología. También en Cuenca es ordenado diácono por Mons. Lisson en 1955. Y un año después, el 29 de Junio de 1956, recibe el orden del presbiterado en Madrid de manos de Mons. Florencio Sanz.

La vida ministerial del P. Fidel tiene dos periodos bien diferenciados: uno primero en Venezuela, entre 1956 y 1990, y otro segundo en España, desde 1991 hasta la actualidad. En Venezuela se dedica a la enseñanza en los Colegios de Caracas, Ciudad Bolívar, Maiquetía, Cumaná y Barquisimeto entre los años 1956 y 1980, habiendo obtenido el título de Licenciado en Matemáticas por la Universidad Católica de Caracas en 1970. En la década de 1980 al 90 sus funciones serán de vicario, superior y párroco, primero en Maracay (1980-86) y después en Valencia de Venezuela.

Ya en España, y tras un curso destinado en Barakaldo mientras hace el año de actualización en Vitoria (1991-92) es destinado como vicario parroquial a Astrabudúa (Bizkaia) donde permanece hasta 1994. Tres años pasará después en La Orotava (Tenerife) dedicado a los ministerios de la comunidad. En 1997, con la salud ya quebrantada, pasa a Cuenca, donde colabora en los ministerios y recibe tratamiento para su enfermedad. Entre el año 2000 y 2006, está destinado en nuestra casa de Colmenares en Madrid. Y ya en 2006 es trasladado a la Residencia de Pamplona para recibir mejor cuidado y atención.

Buen deportista en su juventud y más apacible en su madurez, el P. Fidel se ha dedicado con solicitud a la evangelización en dos ministerios importantes para la misión de la Iglesia: la educación de la juventud y la atención pastoral. En los últimos años le gustaba interesarse por la informática y charlar largamente de diversos temas. ¡Descanse en paz!