2. P. Francisco Senjust y de Pagés. — Natural de Barcelona e hijo de una de las más ilustres familias de la ciudad. Concluidos los estudios y recibidas las sagradas órdenes, fue nombrado canónigo de Urgell, distinguiéndose por su acendrada piedad y el cumplimiento exacto de sus deberes. Renunció el canonicato y casi todas las prebendas, y se consagró por espacio de unos dieciocho años a las misiones y otras obras de celo. Pensó fundar para este fin una Congregación; pero no encontró cooperadores. Habiéndose ausentado de Cataluña con motivo de las guerras, después de visitar los santuarios más famosos de España e Italia, fue a Roma en el año santo de 1700. Conoció y trató allí a los Misioneros, concibiendo el proyecto de traerlos a España, como en efecto lo alcanzó en 1704, tras indecibles esfuerzos. Por Breve especial de Clemente XI fue él admitido en la Congregación e hizo los votos el 19 de mayo de 1704. Le costó amoldarse, pero por fin lo consiguió, trabajando con ardor en los ministerios propios de la Congregación. Fundó en la casa de la Misión la Conferencia eclesiástica, a la que perteneció lo más selecto del clero barcelonés durante el siglo XVIII. Como premio de sus afanes en la santificación del clero, el Papa, por Breve expedido en Roma el 29 de enero de 1706, le nombró arcediano mayor de la catedral de Barcelona, tomando posesión de su dignidad el 4 de mayo de 1707. A pesar de sus achaques y edad, cumplió con escrúpulo sus obligaciones. Rodeado de la admiración y cariño de todos, falleció santamente el 2 de julio de 1708. Dejó escrito, por orden de su superior, el relato de lo acaecido en la fundación de la casa (le Barcelona, desde que pensó establecerla hasta que se instalaron en ella los Misioneros. Su narración, aunque incorrecta en el estilo y lenguaje, es de valor inapreciable por la sinceridad que la caracteriza y por los documentos que copia : sin ella apenas sabríamos nada de los orígenes de la Congregación en España. (Anales, tomos XII (p. 48 y 208), XIV (p. 10 y 163) y XXXVI, p. 348.)