… y sabrá, respecto de su hijo, que el señor du Ch. me ha hablado maravillas de él. Ya le hablaré a mi regreso y le agradeceré lo que me comunica acerca de la joven de que le hablé, y que haya pensado en ella, suplicándole insistentemente que se dedique a ello
Me alegro del establecimiento de esas buenas jóvenes; alabo su deseo de darles algún cuadro, pero no así que lleve a efecto los pensamientos que tiene sobre este asunto. Usted se debe a Nuestro Señor y a su santa Madre; entréguese a ellos y al estado en que la han puesto, esperando que ellos indiquen que desean alguna otra cosa de usted, de quien soy, en el amor de Nuestro Señor y de su santa Madre, su muy humilde servidor,
VICENTE DEPAUL
La ruego ofrezca mis humildes respetos a la señorita du Fay y al señor Bliar.







