1660. Conferencia de Vicente de Paúl a las Hijas de la Caridad sobre las virtudes de la difunta Luisa de Marillac. Tras invocar al Espíritu Santo, Vicente dice que la conferencia consta de tres puntos: los motivos para hablar de las virtudes de las hermanas difuntas; las virtudes que han observado en Luisa de Marillac; las virtudes que cada una se propone imitar. Las distintas hermanas se van refiriendo a su relación con Dios, su prudencia, su humildad, su bondad, su amor a la pobreza, etc. Vicente va comentando algunas de las intervenciones, destacando, por ejemplo, la prudencia y la pobreza. Recuerda que Nuestro Señor dijo que el Hijo del Hombre no tiene donde reposar la cabeza. Pregunta: «¿De donde procede que se las pida en tantos sitios?» y él mismo contesta: «Es porque se dice que son muchachas que se conforman con cien libras cada una para su alimento y vestido». Hacia el final de la conferencia Vicente plantea que, tras muchas oraciones, se ha decidido elegir de entre las hermanas la sucesora de Luisa y les pide que oren mucho para hacer una buena elección y que guarden secreto, no comunicándolo a nadie de fuera de la Compañía.