1736. En Roma, el papa Clemente XII publica el decreto que aprueba dos de los seis milagros propuestos para la canonización de Vicente de Paúl. Se trata de dos curaciones extraordinarias: la primera de sor María Teresa de San Basilio, benedictina de Montmirail, que padecía úlceras pútridas, hidropesía y hemiplejia; la segunda de Francisco Richer, afectado por una hernia completa, antigua e incurable.
1839. En París, el arzobispo, Mons. Jacinto Luis de Quélen anuncia a los fieles que el Papa ha autorizado la inserción en las letanías marianas de Reina sin pecado concebida. El Arzobispo de Sevilla, conmovido por la reciente carta pastoral de Mons. de Quélen en la que comentaba la invocación «Oh María, sin pecado concebida» de la Medalla milagrosa, le había impulsado a hacer la petición.
1868. En París, en la parroquia de San Sulpicio, muere el P. Juan Bautista Nozo, que fue el decimotercer superior general de la Congregación de la Misión. Nació en Ablaincourt, en la diócesis de Amiens, el 4 de enero de 1796 y entró en la Congregación con veinticuatro años. Tras enseñar en los seminarios de San Floro y Cahors, fue llamado a París, en 1827, como director del Seminario interno. Demostró dedicación durante la epidemia de cólera de 1830. superior del seminario de Châlons y después Visitador de Francia, fue elegido superior general por la Asamblea de 1835. Los desastrosos asuntos financieros en que se metió y que le obligaron a presentar su dimisión, no deben hacer olvidar que durante su generalato se dio una gran expansión de la Congregación: Persia y Abisinia, en 1840, Irlanda, en 1839. Con la excepción de España y Portugal, donde se daba la persecución religiosa, las obras prosperaban por todo.