Santísima Trinidad (reflexión de Javier Balda, C.M.)

Francisco Javier Fernández ChentoHomilías y reflexiones, Año BLeave a Comment

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Author: Javier Balda, C.M. .
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baldaDios Padre en la Creación, Dios Hijo en la Redención, Dios Espíritu Santo en la Santificación. Dios comunidad de vida y amor. Vida y amor vividos, entregados, compartidos. El Padre es el Dios Eterno, la Fuente de la vida, el Dueño absoluto de la vida y de la muerte. El Dios creador. El Padre en el amor, sobre todo, al hombre. Y porque es amor, dijo: “hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”. Y eso les dijo: “Creced en amor, multiplicaos en amor, llenad la tierra de amor”.

El Hijo es el Dios Eterno, la Palabra encarnada del Padre. El Dios Redentor. El Hijo de amor. Todo su ser es donación de amor al Padre y a los hombres. Por eso, cuando nos entrega su testamento, nos deja el mandamiento del amor. Amos al Padre y a los hombres. Amor como el que Él ha entregado a Dios y a los hombres.

El Espíritu Santo es el Dios Eterno, don y regalo del Padre y del Hijo. El Dios Santificador. El Espíritu en el amor. Él nos regala sus dones y su gracia, sobre todo a través de los sacramentos, para nuestra santificación. Es el que guía a la Iglesia en su peregrinar por la historia.

Por eso creer en la Santísima Trinidad, es aceptar la seguridad que nos viene del Padre que nos ama, la Luz que nos viene del Hijo que es Camino, Verdad y Vida para nuestras vidas, la Fuerza que nos viene del Espíritu Santo y nos convierte en testigos y testimonios del amor de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Por eso, aceptar el misterio de la Santísima Trinidad es aceptar que todos hemos sido creados, redimidos y santificados por el mismo Dios; es aceptar que todos estamos llamados a ser comunidad de fe, de vida y de amor; es aceptar que todos debemos ser amor para Dios y los hombres, luz para el mundo en que vivismo, fuego renovador para el hombre con el que vivimos. Hoy Dios sale a nuestro encuentro y nos dice: “Sean comunidad de amor, ámense como nosotros nos amamos, somos tres personas pero un solo Dios en el amor”.

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