SAN VICENTE DE PAUL Y LOS GONDI (II)

Mitxel OlabuénagaFormación VicencianaLeave a Comment

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UNA MIRADA SOBRE LAS FAMILIAS DE GONDI Y SILLY 2.1. LA FAMILIA DE GONDI:

La familia de Gondi en la que san Vicente vivió como cape­llán y como preceptor de sus hijos, estaba compuesta por Felipe Manuel de Gondi y Francisca Margarita de Silly. Esta unidad familiar será el punto de referencia, ya que a partir de ella inten­taremos comprender algo del entramado social en el que se movía la gran familia de Gondi.

Además de esta pequeña unidad familiar, san Vicente se rela­cionó con dos de los grandes eclesiásticos de la familia de Gondi, su excelencia Juan Francisco de Gondi, primer arzobispo de París y su eminencia Juan Francisco Pablo de Gondi, arzobispo de Paris y Cardenal de Retz, quien finaliza la saga de prelados que la familia de Gondi dio a la Iglesia como obispos y arzobispos de París.

2.1.1. Antecedentes

Los «de Gondi» eran una familia de banqueros florentinos que se habían establecido en Lyón. Salen a la luz, social y polí­ticamente, aprovechando la ocasión que les ofreció el hecho de que entre 1560 y 1621 hubo en Francia dos reinas de la Familia Médicis: Catalina de Médicis y María de Médicis. Al paso de Catalina de Médicis por Lyón, los Gondi establecidos allí le ofre­cieron sus servicios. Acompañando a Catalina de Médicis, la familia de Gondi comenzó a prosperar.

La familia de Gondi ha sido estudiada por Jean Corbinelli, que es el libro clásico sobre esta familia. Más recientemente ha sido estudiada por Madame de Pommarol6 y por Jean Jacques Niclas7, que han establecido claramente la importancia de esta familia en sí misma y en relación a la nobleza de Francia.

2.1.2. Los Abuelos de Felipe Manuel de Gondi

A efectos del artículo que nos ocupa, nos interesa sobre todo la rama principal francesa de la familia de Gondi. Esta rama prin­cipal comienza con Antonio de Gondi, abuelo de Felipe Manuel de Gondi, señor de Peyron, que se había establecido, como ban­quero, en Lyón y se había casado en 1515 con María Catalina de Pierrevive, hija del señor de Lesigny. Jean de Corbinelli estudia la rama francesa de los Gondi en el segundo de los volúmenes de su obra, que comienza, precisamente con Antonio de Gondi.

Cuando en 1534, Catalina de Médicis entra en Francia como esposa de Enrique II, hijo de Francisco I y delfín de Francia, tomó consigo, a su paso por Lyón, un cierto número de compa­triotas, entre ellos Antonio de Gondi y su familia. Más tarde, en el momento en que Enrique II llegó a ser rey de Francia, Catali­na de Médicis, ya reina, nombró a Antonio de Gondi jefe de la casa del rey Enrique II, mientras que su Esposa, María Catalina de Pierrevive, llegaba a ser gobernanta de los infantes de Francia (Francisco, Carlos y Enrique). El matrimonio Antonio de Gondi y María Catalina de Pierrevive tuvo tres hijos varones, que cre­cieron a la sombra del poder real: Alberto, Pedro y Carlos.

2.1.3. Los Padres de Felipe Manuel: Alberto de Gondi y Catalina de Clermont

Alberto de Gondi era el mayor de los hijos varones de Anto­nio de Gondi y María Catalina de Pierrevive. Nació en Florencia el 4 de Noviembre de 1522, y murió el 21 de abril de 1602 en París, lleno de honores. Entró al servicio del rey Enrique II en 1547, y se mantuvo siempre del lado del rey (tal vez sería mejor decir del lado de la Reina Catalina de Médicis, aunque en vida de Enrique II la reina Médicis no tuvo nunca gran poder, lo que le hizo crecer en fortuna y en honores. En 1573 fue nombrado mariscal de Francia y Gobernador de Provenza, y en 1581 fue nombrado duque de Retz, lo que llevaba consigo ser Par de Fran­cia, y Marqués de Belle-Isle.

Alberto de Gondi había recibido las tierras de Retz por su matrimonio con Claudia Catalina de Clermont, con quien se había casado el 4 de septiembre de 1565. Tuvieron diez hijos entre los cuales Enrique, obispo de París y primer Cardenal de Retz, Felipe Manuel de Gondi, General de las galeras de Francia y conde de Joigny , y Juan Francisco de Gondi, primer Arzobispo de París.

2.1.4. Los eclesiásticos de la Familia

El primero y el más importante es el gran Cardenal Pedro de Gondi, Hermano de Alberto de Gondi, y por tanto, tío de Feli­pe Manuel de Gondi. Nació en 1532, en Lyón, pero se educó en las Universidades de París y Toulouse, graduándose en Derecho civil y eclesiástico. Entró en el orden sacerdotal incardinándose en la diócesis de Lyón, aunque pronto comenzó a recibir preben­das, entre las cuales tesorero de la Santa Capilla de París.

Ordenado sacerdote recibió significativos beneficios, y en mayo de 1656 fue elegido obispo y duque de Langres y ordena­do en la Iglesia de los Santos Cosme y Damián, de Roma. En esta época fue nombrado también par de Francia, y en 1569 fue transferido a la diócesis de París.

Nombrado cardenal por Sixto V en el consistorio de 1587, recibió el capelo cardenalicio en 1588, y en 1594 recibió solem­nemente al rey Enrique IV en la Catedral de París, después de su abjuración. En 1597 le sucedió, en la diócesis de París, su sobri­no Enrique de Gondi, en cuyas manos había dejado todo el peso del gobierno diocesano.

Bautizó en Fontainebleau al futuro Luis XIII, en 1606, y se retiró a sus dominios de Villepreux. Murió en 1616 y fue ente­rrado en la Catedral de París.

El segundo eclesiástico de la familia es Enrique de Gondi, era el segundo hijo varón de Alberto de Gondi y Maria Catalina de Clermont. Como hemos dicho fue sobrino y sucesor de su tío el cardenal Pedro de Gondi en la sede de París, y fue nombrado cardenal con el título de cardenal de Retz en el consistorio del 26 de marzo de 1618 por el Papa Paulo IV (1605-1621). Murió en Béziers, en el Rosellón.

El tercer eclesiástico de la familia fue Juan Francisco de Gondi (1584-1654), primer arzobispo de París. Era el cuarto hijo de Alberto de Gondi, y como a todo segundón de familia noble, se le buscó pronto una carrera eclesiástica: estudió en la Universidad de París, en los colegios del Ave María y de Nava­rra. El cardenal Pedro de Gondi, su tío paterno, le concedió la abadía de San Albino, en Angers, en 1618 y, al año siguiente, su hermano, el primer cardenal de Retz, le otorgó una plaza de canónigo en la Catedral de Notre Dame de Paris. Aunque, teóri­camente Juan Francisco de Gondi era el tercer Gondi en orden a ocupar la sede de París (después de su hermano el cardenal y de su sobrino Enrique», segundo hijo de Felipe Manuel de Gondi), sin embargo se encontró al frente de ella por la muerte de los dos primeros: el Cardenal murió ante los muros de Béziers en agos­to de 1622 y el marqués murió de una caída de caballo en una cacería.

Juan Francisco de Gondi, además, favoreció el seminario de Adrián Bourdoise en San Nicolás de Chardonnet, el de Juan San­tiago Olier en San Sulpicio, y presidió la Compañía del Santo Sacramento. A nosotros nos interesa porque favoreció de modo especial a san Vicente (y por tanto a los Sacerdotes de la Misión y a las Hijas de la Caridad) a ruegos —sobre todo en los comien­zos— de su cuñada Margarita y de su hermano Felipe Manuel. A Juan Francisco de Gondi se deben las donaciones de Bons-Enfants y de San Lázaro, las primeras aprobaciones de las cofradías de la CM y de las HHCC, y la entrada de san Vicente como capellán de la Cofradía de la Caridad del Hótel-Dieu.

El cuarto prelado de la familia que fue a la vez arzobispo y cardenal, fue el más conocido por san Vicente, y seguramente quien más quebraderos de cabeza dio al Santo. Juan Francisco Pablo de Gondi nació en Montmirail justo en el tiempo en que san Vicente se incorporó como capellán y preceptor de los hijos de la familia en esa misma casa de Montmirail, que Margarita de Silly había heredado de su Padre, Antonio de Silly. Pablo de Gondi dice de sí mismo que «tenía un alma muy poco eclesiásti­ca», y de hecho tuvo que entrar en la carrera eclesiástica cuando su hermano Henri murió, en septiembre de 1622. En efecto, la familia de Gondi había pensado que su hijo mayor, Pedro, asu­miera la herencia de la familia, que su hijo segundo Enrique sus­tituyera a su tío el primer cardenal de Retz (con su muerte debía sustituir a su otro tío Juan Francisco de Gondi), y que el tercer hijo, Juan Francisco Pablo, fuera caballero de Malta. La muerte del segundo hijo desbarató esos planes, y Juan Francisco Pablo de Gondi fue encaminado hacia la Sede metropolitana de París. San Vicente le tuvo siempre un respeto especial que casi se podría lla­mar cariño, y no dudó en recibirlo en la casa de Roma a pesar del castigo a que se exponía enfrentándose al Cardenal Mazarino.

2.2. LA FAMILIA DE FRANCISCA MARGARITA DE SILLY Y LANNOY

2.2.1. La familia Silly

Francisca Margarita de Silly y Lannoy (1583-1625) era hija de Antonio de Silly conde de la Rochepot y de María Ana de Lannoy que se habían casado en 1572. De este matrimonio nacieron dos hijas; Magdalena y Francisca Margarita, que es la que nos ocupa. Antonio de Silly fue hombre de confianza de los reyes de Francia Enrique III (que lo nombró gobernador de Anjou), y Enrique IV, y se distinguió en la lucha contra el Parti­do de la Liga Católica. Dejó a su hija Francisca Margarita la Baronía de Montmirail, lugar donde encontramos a menudo a san Vicente.

2.2.2. La familia Lannoy

La madre de Francisca Margarita de Silly se llamaba María Ana de Lannoy, y era hija de Louis de Lannoy, señor de Mor-villiers, Paillart y Folléville. María heredó de su padre la señoría de Folléville que, a su vez, transmitió a su hija Francisca Marga­rita. Así pues, de la familia Lannoy, Francisca Margarita de Silly aportó a su matrimonio con Felipe Manuel de Gondi, entre otras tierras, el señorío de Folléville de tanta importancia para la Con­gregación de la Misión y en general para la historia de las obras vicencianas.

  1. EL MATRIMONIO GONDI-SILLY

Felipe Manuel de Gondi era marqués de las islas de Oro y más tarde, como un regalo de su tío, el cardenal Pedro de Gondi, recibió el condado de Joigny. Francisca Margarita de Silly pose­ía las tierras del señorío de Folléville y la baronía de Montmirail. Pensando en el conjunto de tierras que la familia de Gondi tenía alrededor de París, el matrimonio Gondi-Silly fue visto como un matrimonio clave, ya que extendía el cerco de las posesiones de los Gondi alrededor de París. Si se añade que de este matrimo­nio nacieron tres hijos varones, se comprende que los jefes de la familia de Gondi pusieran sus esperanzas en esta joven pareja.

Juan Julián Díaz Catalán

CEME, 2008

 

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