- CONCLUSIONES ABIERTAS
- Vicente descubrió, a través de su vida cotidiana, el significado de SEGUIR a Jesucristo, siguiendo los pasos que él dio y confiando plenamente en la voluntad de Dios, en su Providencia, que le llevó por caminos que él nunca había imaginado. Todo ocurrió por fiarse de Dios, en cada pensamiento suyo, en cada acontecimiento y en cada persona que encontró a lo largo de su vida.
- Espiritualmente, Vicente fue vaciándose de sus propios ideales, objetivos personales, ambiciones, que por otra parte eran razonables por humanos, descubriendo que sólo uno es el Absoluto de todo, Dios, y que en la medida que fue profundizando e interiorizando en su Palabra y se fue fiando de Ella, descubrió un gran Tesoro, que la Providencia de Dios lo fue dotando de todos los elementos necesarios para crecer interiormente como hombre, como cristiano y como sacerdote misionero.
- Vicente se puso en las manos del Señor como un sencillo y humilde instrumento al servicio de la Gracia del Reino de Dios, y animó a otros con su testimonio, de palabra y de obra, a seguir los mismos pasos, de esta manera consiguió algo que nunca se había imaginado que ocurriría, el nacimiento de grupos de personas, mujeres y hombres, que se animarían a seguir al Señor, Evangelizador y Servidor de los Pobres.
- Gracias a su testimonio profético y a su fe fiel en la Providencia de Dios, hoy en día muchos son los que compartimos el Carisma de san Vicente de Paúl, y muchos somos también los que confiamos en la Providencia de Dios.
- El perfil de las personas que confían de verdad en la Providencia de Dios, se destacarán, como lo hizo san Vicente de Paúl, por ser hombres y mujeres encantadoras y encantadas con capacidad de:
- Cercanía.
- Cariño.
- Visión lúcida.
- Generosidad en la entrega.
- Credibilidad, porque dicen lo que viven.
- Entusiasmo, porque trasmiten lo que sienten y piensan.
Confiemos en Dios, que Él nos proveerá de todo lo necesario para nuestro bien y el de todos a los que sirvamos, de palabra y obra, con nuestro testimonio de vida.
José Vicente Martínez
CEME 2011