San Juan Bosco, sacerdote fundador

Francisco Javier Fernández ChentoTestigos cristianosLeave a Comment

CRÉDITOS
Autor: Antonio Barrero · Año publicación original: 2011 · Fuente: preguntasantoral.es.
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Fotografía de san Juan Bosco por Carlo Felice Deasti, año 1887

Es uno de los santos contemporáneos más famoso, más popular y lo es, principalmente, por dos razones: por su espiritualidad y por la expansión de los salesianos por todo el mundo. Los fundamentos de su espiritualidad, son sus grandes amores: la Eucaristía, la Virgen (Maria Auxiliadora), la Iglesia, la fidelidad al sucesor de Pedro y su amor a la juventud (es el santo de los jóvenes).

Nació el día 16 de agosto de 1815 en Becchi, aldea de Castelnuovo d’Asti (hoy Castelnuevo Don Bosco). Su padre era, Francesco Bosco, estaba casado en segundas nupcias y su madre, Margarita Occhiena (Mamma Margherita). Juan era el menor de los hermanos. Con solo dos años quedó huérfano de padre, por lo que su niñez fue muy dura y es educado por su madre que, aunque era analfabeta, también era una santa y muy trabajadora. Su hermanastro Antonio impedía que Juan se dedicase a los estudios.

Con nueve años tuvo un sueño que le reveló su futura misión: rodeado de multitud de chiquillos, en el campo circundante a su casa, estos se peleaban y blasfemaban. El intentó convencerlos para que se tranquilizaran, pero no lo conseguía; incluso llegó a pegarles para conseguirlo. Entonces, se le apareció un hombre venerable, noblemente vestido y con el rostro resplandeciente: «Tienes que ganártelos con la mansedumbre y con el amor para que lleguen a ser tus amigos» ¿Quién eres? Le pregunta Juan. «Yo soy el Hijo de aquella a quién tu madre te enseñó a saludar tres veces al día», dijo el hombre. En aquel momento vio a una Señora de aspecto majestuoso que le dijo: «Toma tu cayado de pastor y guía a tus ovejas». Los niños se convirtieron en cabras, perros, gatos, osos y otros animales. «Se humilde y fuerte y conviértelos en mis hijos» y los animales se convirtieron en ovejas. El sueño terminó y Juan comprendió el mensaje. Desde entonces, se dedicó a ganarse a los chiquillos del pueblo, se hizo saltimbanqui y acróbata para ganárselos y empezó a llevarlos al catecismo a la iglesia.

Estatua del santo en Valdocco (Italia)

Con diez años y medio, el 26 de marzo de 1826 hizo la Primera Comunión y en noviembre de 1829 se encontró con Don Calosso (capellán de Murialdo), que le enseñó sus primeros pasos con el latín, pero Don Calosso murió un año más tarde y Juan se encontró nuevamente abandonado. No pudo reemprender sus estudios hasta que tuvo dieciséis años de edad. En cuatro años terminó sus estudios elementales y con veinte años ingresó en el seminario de Chieri. Trabajó de sastre, camarero, carpintero, aprendiz de herrero y zapatero para poder pagarse sus estudios. En el seminario entabló amistad con Luís Comollo, que aunque murió muy joven, era un modelo de piedad. En 1844 Juan escribió la vida de su amigo Luís. Fue ordenado sacerdote por el obispo de Turín Mons. Fransoni, el día 5 de junio de 1841 y por consejo de San José Cafasso, que era su benefactor, entró en el Colegio Eclesiástico de Turín para perfeccionarse en Teología Moral.

En la iglesia de San Francisco de Asís, un 18 de agosto de 1841 inició su labor pastoral. Estuvo cinco años trabajando, rodeado de jóvenes que lo seguían a todas partes y esta fue la prueba de fuego de su vocación. Escribió: «Historia Sagrada«, «Historia Eclesiástica«, «La vida de Luís Comollo«, «La corona de los siete dolores«, «El devoto del ángel custodio» y «El joven dispuesto«. En su misión pastoral tuvo muchos contratiempos, pero siempre lo acompañó un carisma extraordinario: sus sueños, que le revelaban muchas cosas ocultas. Le sobrevino una pulmonía que pudo costarle la vida. Restablecido, se fue a vivir con su madre a unos cuartuchos. Abrió una escuela nocturna para los chavales y como se llenaba hasta reventar, abrió otras dos en otros barrios de Turín.

Fotografía retocada del santo, empleada para las estampas devocionales

En uno de sus sueños, la Señora (Maria Auxiliadora) le insinúa la misión de la futura Congregación Salesiana. El día 12 de abril de 1846 se establece en el barrio de Valdocco y allí unos cuarenta chicos vivían con él y con Mamma Margarita, su madre. Como los chavales se dejaban llevar por las malas influencias del exterior, construyó sus propios talleres de aprendizaje: de zapatero y de sastre.

En 1853 inició una publicación periódica: «Lecturas católicas» y entre 1854 a 1857 tiene un alumno extraordinario: Santo Domingo Savio. En 1856 habían en su casa ciento cincuenta chavales internos, cuatro talleres, una imprenta, cuatro clases de latín y diez sacerdotes; además, quinientos alumnos externos. Gobernaba a toda «esta tropa» con indulgencia y sin castigos, lo cual era un escándalo para los educadores de la época. El 20 de junio de 1852 bendijo en Valdocco la primera iglesia dedicada a San Francisco de Sales y construyó una gran casa para los muchachos. Recibió ayudas, a veces milagrosas para poder llevar a cabo su misión.

En el año 1858 va a Roma a exponer su proyecto al Beato Papa Pío IX: quiere fundar una congregación religiosa dedicada a la educación de la juventud. Vuelve a Turín y el 18 de diciembre de 1859, con cuarenta y cuatro años, funda las bases de su Congregación, eligiendo sus socios entre los jóvenes y los clérigos que estaban con él.

Con dieciocho miembros nace el Primer Capítulo General de los Salesianos; se había fundado la Congregación Salesiana. El estilo de la Congregación era mantener el espíritu de las antiguas órdenes religiosas, pero en lo concreto, adaptarse a los nuevos tiempos. Con estas características encuentra enormes dificultades para que su Congregación sea aprobada definitivamente, pero diez años más tarde, apoyado por Pío IX obtiene la aprobación el 1 de marzo de 1869 y finalmente, la Regla o Constituciones fue aprobada el 3 de abril de 1874. Resumiendo, en quince años consigue la aprobación definitiva.

bosco2La Congregación y su forma de actuar hace sospechar a las autoridades civiles y así, el oratorio de Valdocco fue sometido a distintas inspecciones fiscales intentando boicotear la obra de Don Bosco, pero la habilidad del santo y la intervención de la Virgen, como él decía, le ayudó a sortear todos estos contratiempos. Decía constantemente: «No quiero meterme en política» y esto le ayudó. En 1863 había treinta y nueve salesianos y cuando murió Don Bosco, eran setecientos sesenta y ocho. Hoy son más de dieciocho mil en más de cien países. Envió sus primeros misioneros a la Patagonia Argentina. El 9 de junio de 1868 consagró la nueva Basílica dedicada a Maria Auxiliadora, que se había construido en solo tres años, gracias a innumerables donaciones.

En 1872, inspirado por la Virgen, funda la Congregación Femenina para educar a las niñas. Tomaron el hábito ventisiete jóvenes, entre ellas la co-fundadora. Santa María Dominica Mazzarello. Se llamarían «Hijas de María Auxiliadora». Completó su obra organizando en 1876 a los colaboradores salesianos, hombres y mujeres que se dedican a ayudar de alguna forma a los educadores. Son la «Pía Unión de los Cooperadores Salesianos». En el año 1877 inicia la publicación del boletín salesiano que hoy se distribuye por todo el mundo.

El 1880, el Papa León XIII le sugiere la construcción del Templo del Sagrado Corazón en Roma y aunque Don Bosco tenía muchísimas dudas, acepta. Aunque el Papa había comprado los terrenos parecía imposible conseguir los fondos necesarios para construir la iglesia. Buscó dinero en Italia y se marchó a Paris buscando lo mismo Las gentes le aclamaban y el dinero le llovía. Se construye la iglesia y se consagra el día 14 de mayo de 1887; él ya tenía setenta y dos años de edad. Celebró misa en el altar de Maria Auxiliadora más de quince veces.

Sepulcro del santo en la Basílica de María Auxiliadora de Turín (Italia)

En 1881 fue nombrado el primer obispo salesiano: Monseñor Cagliero y cinco años más tarde vino a Barcelona y consiguió unos terrenos en el monte Tibidabo para erigir un Templo al Corazón de Jesús, templo que tardó en construirse setenta y cinco años y que fue consagrado en la fiesta de Cristo Rey del año 1961.

Falleció el día 31 de enero de 1888 con setenta y tres años de edad. Su obra tenía seis inspectorías, cincuenta y siete casas, setecientos setenta y cuatro profesores y doscientos setenta y seis novicios. Está sepultado en la Basílica de Maria Auxiliadora de Turín (Italia) y su fiesta se celebra hoy, día 31 de enero. Fue declarado Venerable en el año 1907, beatificado por el Papa Pío XI el 2 de junio de 1929 y canonizado por el mismo Papa el día 1 de abril de 1934, Día de Pascua. El 25 de marzo de 1936 fue proclamado patrono de los editores católicos y el mismo día del año 1958, patrono de los jóvenes aprendices.

Detalle de la figura que contiene los restos del santo. Basílica de María Auxiliadora de Turín (Italia)

Termino diciendo que vivió con heroísmo el Evangelio en el siglo XIX, que era de una absoluta humildad, que por su vivencia del amor y de la caridad, se le llamó el San Vicente de Paul del siglo XIX. El Papa Pío XI decía de él «que no pasaba desapercibido aunque estuviese en el último lugar de la casa«. Era pura fortaleza, de mente vigorosa, de corazón cálido, de mano enérgica, afectuoso, hombre de acción, apóstol, taumaturgo y trabajador incansable. Fundador de una nueva escuela de espiritualidad, un místico y un profeta. Un gran pedagogo en temas de religión, de raciocinio y de cariño a la juventud. Fue famoso por sus sueños proféticos. Se conocen ciento cincuenta y nueve de ellos.

Aunque ya he hablado de algunas, sus principales obras escritas son: «Vida de Luis Comollo» (1844), «La historia eclesiástica para el uso de la juventud» (1845), «La aritmética y el sistema métrico decimal» (1846), «Historia Sagrada para el uso de las escuelas» (1847), «El joven dispuesto» (1847), «El cristiano guiado a la virtud y a la urbanidad según el espíritu de San Vicente de Paul» (1848), «El católico instruido en su religión» (1853), «Conversaciones de un abogado y un cura sobre la confesión» (1855), «La fuerza de la buena educación» (1855), «La historia de Italia narrada a la juventud» (1855), «La llave del Paraíso» (1856), «Vida de San Pedro, príncipe de los apóstoles» (1857), «El mes de mayo consagrado a Maria» (1858), «Vida del joven Domingo Savio» (1859), «Biografía del sacerdote José Caffasso» (1860) y una quincena de obras más.

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