Padre y querido hermano,2
La gracia de Nuestro Señor esté siempre con nosotros.
Recibir su carta ha sido para mí ocasión de un gran placer, y apruebo de buen grado el sentimiento que usted me ha comunicado; entre tanto preparo todo lo necesario a la salida de los correos. No crea que estamos tan empobrecidos como para vender nuestro grano, Dios sea bendito; tenemos ahora 8.000 denarios de limosnas y más de 9 taéls, aunque de una ley muy inferior, que yo había recibido de Liéu-tchao en nombre de usted, los que serían más que suficientes para llevar a cabo nuestro plan. Si tiene algo que decir en relación a esa mala plata, de la que dispondremos pronto, dígamelo por carta.
Como noticia le doy la de que nuestro granjero Tchao nos ha entregado su pensión de este año…
Advierta su manera de obrar… en lo de Tan-pao-ku, que es compartido, apura la medida para sí, es decir, cuando mide para sí, toca el vaso con el pie, y cuando es para nosotros no. Es cierto que no tiene grandes consecuencias, sin embargo demuestra mucha astucia en sus intereses, y así es bueno que usted lo sepa.
¿Hasta cuándo no comprende mi lengua francesa (sic)? No he introducido a Siu Javier en la casa ni a nuestros servicios, está contratado sólo para trabajar en nuestros arrozales y tierras para ver si vale, y por habitación le he hecho un vo-pong3 (cabaña) detrás de la cocina, con salario de 1500 denarios al año.
Escúcheme, déjele estar un año, y si no es capaz de este cargo, podremos expulsarlo y poner a otro mejor que él.
En fin, concluyo la carta deseándole buena salud, y que esté en guardia y no coja frío.
Padre y querido hermano,
Su muy humilde servidor,
Pablo Song.
Sobrescrito: Al Señor Clet, sacerdote y Superior de la casa de la Congregación de la Misión en Kuei-se-keú.
- CARTA 31. Casa Madre, original (Baros, en nota de la carta 21).
- Esta carta de Pablo Song, la única de él que posee la Casa Madre, parece responder a la que le dirige el Bienaventurado Clet el 7 de diciembre de 1807 desde Kuei-se-keú, adonde el corresponsal envía la presente.
- Vo-pong: Cabaña, cobijo de trenzado.