Como el Chaoyen asegura no haber recibido a la joven más que como pequeña nuera, ni existe dificultad, es preciso hacer el matrimonio que le confío; porque usted ha confesado a los dos futuros esposos. En cuanto a la penitencia que se impondrá al dicho Chaoyen, lo dejaremos para cuando se administre su distrito.
Le invito a volver a nuestra residencia el 28 o lo más tarde el 29 de la presente luna, para tener juntos 3 ó 4 días de charla.
Mientras espero, soy todo suyo,
Clet.
Sobrescrito: Para el Señor Song, en la fortaleza del León.2